REGINA
El exceso de tiempo libre es un mal consejero, lo sé muy bien, fui una adolescente impulsiva que pasaba todo el tiempo sola en casa, hice suficientes tonterías solo por aburrimiento. Es probable que una persona más sensata pudiera canalizar mejor sus emociones y las decisiones que toma, aunque esa impulsividad fue mi atributo más valioso en el trabajo.
Realicé cada examen que el doctor me indicó, caminé por los pasillos del hospital, de un lado a otro, ignorando las miradas que algunos de los pacientes me daban. El ruido de las manifestaciones se escuchaba hasta varias calles lejos de la avenida principal, supuse que se había corrido la voz sobre los acuerdos desfavorables que les dieron a los pobres exempleados, seguramente todos tenían un familiar o conocido entre los afectados.
Puedo no considerarme una persona generosa o que piense habitualmente en el bienestar de los demás, pero jamás he cerrado negocios que perjudiquen radicalmente a personas que perdieron sus trabajos por la quiebra de una empresa, no lo hago por razones benevolentes, es simplemente justicia, me gusta que cada quien reciba lo que merece.
Volví al consultorio del que había elegido como mi nuevo ginecólogo, tenía buenas reseñas en su página web y se notaba que el hombre adoraba hacer público lo bueno que era en lo que hacía, fueron muy pocos los comentarios que mencionaban su participación en los actos de infidelidad en contra de David, no me extrañaba, las mujeres siempre son a quienes juzgan incluso aunque no tengan la culpa del todo.
Viéndolo de cerca podía entender que Mary Margaret lo eligiera como su amante, pero David era mejor en todos los sentidos, bueno, en casi todos los sentidos. De primera mano podía confirmar que no estaba resultando el mejor de los esposos, había decidido poner distancia entre nosotros como una especie de castigo, un juego infantil de su parte que me motivó a tomar medidas que recuperaran del todo su atención.
—Todo está muy bien, Regina. Has tenido una estupenda recuperación, no veo motivo alguno para que no puedas quedar embarazada —dijo él, tras terminar de revisar los resultados de mis exámenes.
—No creo que sea tan fácil como tener mis dos ovarios.
—La mejor recomendación que puedo darte es que evites cualquier tipo de estrés y lo sigas intentando. Va a suceder.
—Eso espero, Doctor Whale. David y yo estamos muy emocionados con la idea de ser padres.
—Debo insistir que quizá yo no sea la mejor opción para llevar el control de su embarazo, hay otros médicos igual de capacitados.
—Usted es el mejor, no quiero tener que seguir viajando fuera de la ciudad, y a mi David solo le interesa que yo reciba la mejor atención —lo dije con una de mis mejores sonrisas.
—Nos vemos en un par de semanas entonces. Puede pasar recogiendo las vitaminas en farmacia.
—Muchas gracias.
Sonreí mucho más de lo necesario, pero honestamente me causaba gracia el imaginar la escena entre los dos cuando David tenga que acompañarme más adelante, era otra motivación para conseguir embarazarme lo más pronto que me sea posible, y la cereza del pastel era saber que Mary Margaret se enteraría muy pronto, quizás eso sirva para que nos deje en paz de una buena vez.
Me detuve un instante afuera del hospital, degustando un helado que compré tras retirar mi receta en la farmacia, el día era precioso, de no ser por el ruido de protestas podría aventurarme a un paseo por el parque, pero no iba a tentar al destino. Evité las calles principales lo mejor que pude y fui directo al departamento de David, no me agradaba quedarme allí, pero quería recordarle a mi muy inestable esposo que tenía una esposa a la cual atender; la ubicación también me ayudaría a reunirme con mayor facilidad con el idiota de Jefferson, estaba segura de que no tardaría en buscarme desesperado para que solucione todo el desastre que había hecho.
ESTÁS LEYENDO
Control de Daños
FanficEsta es una historia evilcharming AU, Regina y David toman una serie de decisiones que los lleva a casarse para conseguir lo que quieren, motivados por la venganza y sin conocerse lo suficiente, aprenderán que la única forma de tenerlo todo es junto...