Capítulo VIII; protected pt5

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#Miguel:

"Cada Arcángel con cada protegido debe conseguir la razón de la naturaleza humana, ¿por qué son tan fáciles de corromper? ¿Por qué el amor que les da nuestro padre no terminan de comprenderlo? ¿Por qué sus sentimientos siempre tienen una contraparte tan poderosa? Necesitamos ese tipo de informaciones para así llegar a una conclusión.

Se vienen tiempos difíciles hermanos, nuestro padre ha decidido dejar en nuestras manos una decisión que hace mucho su querido hijo no pudo lograr, incluso Luzbel busca hacer un maravilloso trabajo cuidando el infierno sin dejar escapar a los demonios pero han tenido un aumento devastador, crítico desde el punto de vista del que muchos humanos llaman "Lucifer".

La misión es clara, encuentre a su protegido o protegida, solo tienen dos en el mundo, consigan información importante y luego vuelvan al cielo donde pertenecen, sobretodo tu Gabriel del anuncio... No puedes dejar el lado izquierdo de nuestro padre desamparado".

#Gabriel:

Los primeros días en el mundo terrenal fueron complicados, Jace seguía diciendo que no podía explicarle a sus amigos del instituto quién era, de donde venía, tampoco podía estar cerca de él todo el tiempo y mucho menos...

▬ ¡Por nada del mundo repitas que me besaste!

Exclamaba ruborizado; ese sentimiento se llamaba "vergüenza".

▬ Pero es mi única forma de recopilar resultados y drenar información, trato de adaptarme a la manera en la que hablas pero no me parece muy correcto llamar a alguien "idiota" cada dos oraciones, Jace.

Explicaba refunfuñando el arcángel que ahora vestía a su envase con ropas menos ostentosas y más "a la moda" como explicaba su protegido. Converse blancas, pantalón de vestir con tiro alto negro y bota semiancha, una camisa negra con estampado y el cabello solo dividido a la mitad hasta la mitad de su cabeza para formar una especie de relieve.

▬ Como sea, solo no hables de eso, tampoco tienes permitido besarme sin mi autorización.

▬ Pero, Jace...

▬ No, no existen peros, promételo.

El chico lo colocaba en una encrucijada y sin embargo solo asintió recopilando otras emociones menores que en gran medida si se juntaran crearían otras asociadas "resignación, compromiso..."

▬ Lo prometo.

Finalmente decía ocasionando una sonrisa en el otro y un salto en su corazón.

Cada día transcurrido con Herondale parecían un sueño, la palabra amor era una alta expectativa a la que pocos llegaban pero de la que Gabriel disfrutaba, un vínculo del que pocos eran capaces de disfrutar y él lo viviría a diario por al menos dos años en los que Jace no solo se volvía un amigo sino también en un confidente durante los días y noches.

Ya no habían camas separadas o viajes tediosos con promesas de por medio, cada beso venía acompañado de otro de confirmación.

Uno para la información, otro por amor.

Se hacía la idea de no tener que irse, vivir más emociones placenteras como esa en la tierra y envejeciendo con el chico a su lado, salvo por el fatídico detalla de que era un ser inmortal creado por Dios e incapaz de renunciar a su divinidad, entre tantos pensamientos esa noche en la misma cama conocía la duda, la ansiedad, el miedo y la tristeza por solo imaginarse lejos del rubio.

▬ ¿Querido?

Murmuraba un somnoliento joven abrazándose a la figura del castaño entre las divinamente revueltas sábanas sobre los cuerpos.

▬ ¿Mh? ¿Pasa algo?

Contestaba cuestionando el de rasgos asiáticos girando su rostro hasta aproximarse al ajeno.

▬ Llevas un buen rato pensativo.

▬ Lo sé, y debería descansar... No merezco la preocupación de un chico tan dulce y aún así la tengo, debería ser pecado.

Contestaba Gabriel casi de inmediato besando la frente contraria.

▬ Aún no puedo creer cómo ha pasado el tiempo, hace poco estaba haciéndote prometer que no me besarías y ahora...

Una pausa larga, solo se escuchaba la respiración calmada del joven pero acrecentándose sus latidos, el de ojos grisáceos podía ser consciente de cada acontecer en el cuerpo del muchacho a su lado.

▬ ¿Ahora?

Interrogó con el ceño fruncido esperando que el otro le hiciera salir de la duda.

▬ Y ahora te pido, Gabriel, que por favor me beses... No para dar información, no por solo amor, sino por pasión.

Cada nueva palabra fue peligrosa... Tan peligrosa que se vio el vislumbrar en el cielo, un estruendoso rayo caía iluminando la habitación, dejando ver la calma y la expectativa en los ojos del rubio.

Se dice que Eva pecó al ser seducida por la serpiente, pero nadie habla del gran amor de Eva al querer entregar a Adán la manzana, probándola ella primero para cerciorarse que nunca le haría daño... En ese instante comprendía tan bien a Eva y se lamentaba por Adán, Gabriel el del anuncio, el arcángel encargado de anunciar la llegada a María y quien tocaría la trompeta en el juicio final, el ángel de las escrituras, quien estaba más cerca del hombre ahora estaba tentado, sus labios tan cerca de Jace pedían clemencia aún a punto de pecar, pidiendo perdón pero sin querer perderse de la gran muestra devota de su chico.

Hasta un ángel renunciaría al paraíso en los brazos de su ser amado. 

in virtute Dei.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora