El arcángel Gabriel, uno de los siete príncipes de la corte celestial es enviado a la tierra con la misión de conocer los sentimientos mundanos que los arrastran a radicar con mayor frecuencia en el infierno, en su estadía en el plano terrenal exper...
Parecía un sueño demasiado prolongado, pero sabía bien que era una locura, los arcángeles no dormían, no tenían esa necesidad. Aparentemente había tenido un sueño, y uno muy loco ya que seguía en el mismo envase, siendo despertado por la lengua áspera de AhnJoo que le avisaba que necesitaba más alimento en su plato.
AhnJoo tenía poco más de seis meses, un gato gris con ojos amarillos más que amoroso que había adoptado junto a Jace, o mejor dicho, aceptado como regalo de Jace una vez que Gabriel completaba casi en su totalidad la misión sin saber que se avecinaba la despedida... O bueno, eso es lo que se suponía.
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Por un momento estuvo confundido, demasiado, ya que todo parecía demasiado real, por lo que al momento en el que tomó compostura su primera acción fue dirigirse a donde estaba el nephilim del cual según, se había despedido. Cuartos contiguos, cruzaba la puerta corriendo tras levantarse de la cama, y...
¡Sorpresa!
Jace terminaba de leer la carta en su habitación y Gabriel hacía acto de presencia con una sonrisa algo embobada, carcajeando y tomando la carta para así deshacerse de todas las palabras plasmadas.
▬ Sé que es difícil de entender, no pidas explicación, es complicado pero... Supongo que no puedo dejarte, Herondale.
Manifestó, acariciando con su diestra la nuca propia antes de soltar un suspiro pesado corriendo a que su siniestra arropara la mejilla del menor para secar las lágrimas. El suéter no lo reclamaría, era un regalo después de todo... Pero seguía siendo una locura, una que lo había dejado completamente feliz y maravillado, después de todo, separarse de su protegido era lo que más dolió en su ascenso, y de forma aparente, al descender se le daba otra oportunidad, una muy rara que al solo formular la interrogante, la respuesta se formulaba como pregunta del altísimo para así callar cualquier confusión aparente.
