- "Esto no está funcionando Susan" se quejó desoladamente Timothy una vez más "Tenemos que hacer algo al respecto"
Era el viernes por la tarde lo que significaba que otra semana llegaba a su fin y Timothy aún no había derrotado a su padre. Esta situación lo estaba volviendo loco, como si el hecho de que tuviera que vestirse y actuar como una chica todo el tiempo mientras estaba en casa no fuera suficiente, esa maldita farsa también le estaba causando complicaciones en la escuela. El chico nunca había sido tan humillado como ahora, lo que estaba teniendo un gran impacto emocional en él. Tenía ganas de llorar con una frecuencia preocupante, sin mencionar lo asustado que se sentía ante casi todos los chicos del equipo de baloncesto. Estaba seguro de que estaría aún más jodido si no fuera por Martin, que ya le había salvado el culo un par de veces. Sin embargo incluso su amistad se había tambaleado recientemente, como dolorosamente recordaba Timothy...
Todo había sucedido ese mismo día cuando Martin se acercó a Timothy antes de la primera clase. "Hola Tim", dijo, luciendo avergonzado, lo cual estaba completamente fuera de lugar para él. "¿Podemos hablar un minuto?"
- "Claro que sí" respondió Timothy. "Pero antes de nada me gustaría... bueno... me gustaría agradecerte por lo que hiciste ayer, ya sabes... en la entrenamiento de baloncesto. Te debo una Martín".
-"¿Qué?" Preguntó Martin pareciendo por un momento confundido por el agradecimiento de Timothy "Ah... sí claro... lo del entrenamiento, no te preocupes por eso tío", Dijó agitando su mano como si quisiera descartar algo sin importancia. "Solamente le di a Adam lo que se merecía desde hace mucho tiempo"
- "Sí, lo sé, pero gracias de todos modos, dime... ¿de qué sabes de qué hablar?"
- "Bueno..." comenzó Martin rascándose la nuca de manera nerviosa "Escucha Tim, ¿hay algo que quieras contarme?"
- "No entiendo tío. Fuiste tú quien dijo que querías hablar conmigo"
- "Lo sé y así es... pero lo que quiero decir es que... Has cambiado Tim, incluso yo puedo ver eso, tu cabello, tus uñas, tu piel... todo cambió"
- "¿Martín qué estás tratando de insinuarme?" Preguntó Timothy notando que el miedo que crecía dentro de él.
- "No estoy tratando de insinuar nada, solo quiero decirte que pase lo que pase siempre puedes contar conmigo... Pase lo que pase, lo sabes, ¿verdad?"
En otras circunstancias y pudiendo pensar con claridad, a Timothy le habría gustado escuchar esas palabras, pero en ese momento, una vez más se sintió abrumado por sus emociones y su ego masculino herido. "Entonces, ¿dices está bien para ti si me convierto en un mariquita?" espetó completamente enojado.
- "¿Un mariquita? ¿Estás loco? ¡Nunca te llamaría así!"
- "¿De verdad? ¿Hablas de mi cabello, mis uñas, mi piel, y yo soy el loco aquí? ¿Y ahora que me vas a decir? ¿Que estoy sobreactuando como un maricón histérico?"
- "¡Cálmate tío!" Dijo Martin agarrando a su amigo con fuerza por los hombros, "¿Estás bien? Somos amigos desde el jardín de infanacia y nunca te diría que estás actuando o que te ves como un mariquita. De hecho, te ves... te ves... "
- "¿Me veo como...? ¿Y por qué me miras así? ¿Sabes qué? ¡Piérdete Martin! No sé si viniste aquí para burlarte de mí o si te volviste loco de repente, pero lárgate de una vez y apartate de mi camino"
CONTINUARÁ....
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Tira y afloja
Ngẫu nhiênTimothy comienza una nueva batalla contra las normas militares de su padre