cap 21

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-dije algo malo?-pregunto la rubia preocupada al verla llorar.
-no... Soy yo. Es demasiado... -dijo, y no mintió, una mezcla del pasado y el presente la tenían así.
-si puedo hacer algo, lo que sea...?-se ofreció.
-no la dejes -pidió con fervor. Y Alex asintió aunque algo confundida por la petición.

En el estudio de tatuajes...

Sofi observaba a su jefa que últimamente estaba de buen humor, le encantaba verla así, y recordo por que le gusto. Cuando reía lo hacía con el corazón, Alex no hacia nada que no sintiera, la admiraba por eso. Cuando iba a llevarle la cena, la campanilla de la puerta sonó y la despampanante rubia que tanto conocía hizo su entrada.
La miro de mala gana, sabia que a su jefa no le gustaba verla, asi que no tenía por que ser amable con la mujer.
-le voy a pedir que se retire, nadie la atenderá, es hora de cerrar. -dijo mirándola de manera despectiva.
-oh Sofi, pensé que éramos amigas. Además conozco perfectamente los horarios de mi Alex. -le dijo la rubia apuntando con sus pechos descubiertos a la secretaria.
-tú Alex? Ja! Todos saben que eso no es cierto. La perdiste, acepta tu error y vive sin ella. -aquellas palabras fueron un balde de agua fría, Helena lo sabía pero se repetía así misma que podía luchar, eso la mantenía aún de pie.
-ok Sofi, parece que ya no somos amigas, una pena ya que me caias bien. -la ironia en du voz era palpable.
Sin más fue directo a la sala donde sabia que estaba la rubia y la cerró una vez adentro impidiendo a la secretaría hacer algo para detenerla.

Alex estaba de espalda a la puerta concentrada en un tatuaje que le habian pedido para el sabado, oyó la puerta abrirse y cerrarse con el seguro. Al voltearse imagino a cualquier persona, menos a la que tenía en frente con las manos apoyadas en la puerta y mirándola de manera inocente.
-que haces aquí?-pregunto volviendo a su dibujo. A Helena le dolió, jamás había podido competir con su pasión por el dibujo, siempre fue primero y aun lo era. Tomo aire y camino hacia ella acortando las distancias.
-te extrañe- dijo rodeando su espalda al tiempo que besaba la parte de atrás de su cuello.
Alex no pudo evitar cerrar los ojos un instante y se regaño así misma por eso.
-un año y recién ahora me extrañas ja ja...eso duele Helena. -hablo con ironía, pero Helena que seguía apoyada en ella inspiraba su aroma que tanta falta le hacía.
-voy a divorciarme-soltó de repente y la sintió tensarse, un segundo después ya estaba de pie enfrentandola.
-por que me dices esto ahora?--preguntó con desinterés.
-quiero que volvemos s empezar, nada en mi cambio, sigo amandote. -Helena pensó que la rubia al oír aquello correría a sus brazos pero se equivoco la risa malévola que soltaron los labios deseados la dejaron helada.
-y ya? Piensas que eso es todo? - la mujer asintió confundida. -no me hagas reír Helena, pensé en perdonarte si volvías a mi un día después de tu boda, pero no apareciste, espere el segundo... Nada... El tercero....nada. Una semana.... Un mes... No lo hiciste. Y ahora que por fin dices lo que me hubiera gustado oír, me doy cuenta que ya no me importa-río con amargura. -ahora creo que nunca te amé... -Helena lloraba en silencio.
-no es cierto!- se desespero-tú me amas!! Sólo a mi!!! Siempre va a ser así-corrió hacia ella e intentó besarla pero Alex la apartó.
-por que te casaste con ese.... Hombre? -hizo la pregunta que tanto había deseado hacer.
-mi madre... Es complicado. Pero nunca deje de amarte y de pensar en ti. -confesaba temblando en los brazos de Alex que sólo la sostenía para que no se acercará más.
-tu madre?? Creí que era por dinero?-soltó malignamente.
La rubia la miro y se soltó de ella caminando de un lado a otro con nerviosismo y pánico.
-no sabes lo que es no tener nada...! Mi padre dejo a mi madre cuando el dinero se acabo! Nos abandonó-el llanto la desbordaba- no le importó nada... Ni siquiera yo. No teníamos nada!  - parecía colapsar.
-yo no te hubiera dejado, pero no me diste la oportunidad para demostrarlo. -Helena quiso acercarse nuevamente pero Alex levantó una mano inpidiéndoselo.
-por favor Alex.... Volvamos a empezar. Yo voy a divorciarme lo juro. Seremos tú y yo como antes... -decía con esperanza.
El teléfono sonó y la única respuesta que tuvo Helena fue una negación de cabeza antes de que la tatuadora contestará el móvil.
-ok, ya voy. -la sonrisa en su rostro no pasó desapercibida por la rubia. La vio colgar y tomar su campera de cuero. -fue interesante hablar contigo Helena, pero ya no lo hagamos más ok. -sonrió y salió por la puerta. Obviamente la empresaria la siguió, al hacerlo vio a la asiática hablando y riendo con Sofi.
-nos vamos? -la oyó preguntarle y ella asintió.
Se regaño así misma por haber ido hasta allí , Alex ya no la quería, cayó de rodillas al suelo una vez que se fueron, Sofi la miraba sorprendida y con algo de lástima pero no le importó. Un grito devastador salió de su pecho, seguido del llanto más triste que la secretaria presenció en toda su vida.

En el departamento...

Megan se había cansado de intentar hablar con Alex, pero la había ignorado a propósito, no le había quedado de otra que venir a su departamento, y eso que se había jurado que no lo haría mientras que esa chirusa estuviera alli. Tomo aire y llamo a la puerta. Una mujer de cabello negro y sonrisa cansada aunque muy bella la recibió.
-buenas noches, en que puedo ayudarte? -Megan la miro de pie a cabeza antes de responder.
-Alex, donde está?- pregunto de mala gana.
-ella... -no alcanzo a terminar la oración cuando Alex y Lisa entraban por la puerta. Megan sujeto el brazo de la rubia haciendo que la mirara.
-tenemos que hablar. -sentenció, pero la tatuadora ya había tenido suficiente de charlas por ese día.
-ahora no. -dijo cortante y dio por terminada la conversación cuando cerró la puerta dejando a la morena del otro lado y a ambas amigas mirandose la una a la otra.

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