cap 24

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Unas horas después mientras Nora regaba sus plantas pensaba en lo que habia hablado con Alex y tomo la decisión de que  esa noche llamaría Peter. Lo había pensado un montón de veces, pero el temor de poner en riesgo a su hermana le había ganado, aunque Peter era un sheriff de un pequeño pueblo, nada era seguro. Aún así decidió luego de hablar con ella optó por confiar en los sentimientos.

-disculpe?...-Nora miró a la mujer que le hablaba era una joven muy hermosa de procedencia asiatica, era una mujer preciosa, pero sentía que la había visto antes.
-si?-pregunto curiosa. A la mujer que la miraba expectante.
-Eleonora Rodríguez? Vive aquí?-hablo algo insegura, se la veía cansada.
-soy yo, puedo saber quien la busca?-pregunto extrañada al oír su nombre, por lo general la gente la llamaba Nora.
-que bien!-se alegro-soy Elisa Parker, puede dedicarme un momento por favor-Nora lo pensó un segundo pero al ver sus ojos se decidió. La chica le daba confianza.
-claro-accedió indicando con su mano para que entrará.

Lisa observaba los detalles el jardin era magnifico, inconscientemente su mente trajo a su cabeza la voz de la rubia, haciendo que la extrañará.

-toma asiento -le indicó y ella obedeció. Agradecida que la mexicana sea tan amable.
-muchas gracias, no quiero quitar su tiempo así que iré directo a lo que vine, pero no juzgue mi persona por ello. El tiempo es algo que se me acaba.-la mexicana asintio con comprensión.-estoy buscando al o los dueños o cualquier información que pueda darme de las industrias Odonell.
-podria saber la razón para ello? Como sabes no hay información de los dueños. Y es por una justa causa. -dijo seriamente.
-la empresa que creo mi madre está apunto de perderse y ella lo construyó con su ser y es lo único que me queda de ella. -hablo con sinceridad que Nora percibió. Pero primero debía hablar con Alex.
-Elisa... No te puedo dar esa información-la vio afligirse- por ahora... Dame un número de contacto-el brillo de esperanza en los ojos de la asiática la conmovieron-pero no puedo prometer nada. -al ver sus ojos supo que era demasiado tarde.
-muchas gracias! En verdad! Se lo agradezco mucho!-Nora sólo podía sonreír a la chica y aceptar la tarjeta que le ofrecía.

Horas después en el departamento....

Alex estaba en el balcón haciendo su rutina de ejercicios, a la salida de la casa de su hermana decidio pasar por el restaurante en el que trabaja Lisa, pero se entero que ella habia pedido un dia libre. Sólo en situaciones como aquellas se daba cuenta de lo poco que sabía de ella, no tenía ni la más mínima idea de donde podría estar, y comenzaba a preocuparse. Angela se había ido con Tomi a la casa de una tía por unos dias, al menos eso le había dicho antes de salir, afortunadamente se la veía mejor. Esa tarde habian hablado y ella le ofreció el contacto de Marco para que tramitará su divorcio, ella al principio se negó pero finalmente terminó por acceder. 

Con pesar luego de una ducha fría se recosto en sofá a esperar a su novia.

Lisa entró al departamento y se encontró con la rubia durmiendo, le encantaba verla dormir, parecía que no tenía penas. Intento acercarse pero el sonido de la puerta la detuvo. Eran casi las diez de la noche de modo que se aproximó con miedo. La abrió apenas y una rubia, que conocía bastante bien, entró casi empujandola.

-donde está ? -pregunto y aunque no hacía falta que preguntará quién, la mujer estaba bastante ebria y con el rostro lloroso.
-no deberías estar aquí, tendrías que estar en tu casa con tu esposo-hablo Lisa tratando de no sonar con maldad, la chica ya no pertenecía a la vida de Alex por lo que debía hacer la suya propia.
-callate!-grito Helena haciendo que Lisa se sobresaltara y mirará al sofá. No había movimiento...-tú no sabes nada de ella! Sólo yo la conozco! Y aunque te pese nunca me va a olvidar! Me ama sólo a mí...-su mirada estaba perdida y poco convencida.
-deberías irte...-le dijo con compasión.
-no necesito tu lástima! Sólo a ella!-grito señalando al sofá.
Alex escuchaba todo, pero no sabía que hacer así que fingia dormir.
-tienes el sueño ligero cariño! Te piensas que no lo sé?!-gritaba la rubia secándose las lágrimas.
-Helena... Si realmente quieres hablar con ella, puedes venir mañana más recompuesta. Yo no... Yo las dejaré así pueden hablar. -la rubia pareció tranquilizarse.
-lo prometes?...-pregunto como una niña pequeña. Y Lisa asintió con una sonrisa ante su reacción. La rubia la abrazo de forma inesperada, luego de unos segundos le dijo- por tu bien no me engañes maldita china. -Lisa sonrio, no sería ella si no le decía algo como aquello.
-tranquila, yo siempre cumplo mis promesas. -Helena por primera vez le sonrió. Y se marcho, para su sorpresa, tranquila.

Lisa una vez en silencio, cerró con seguro la puerta, se quitó los tacones y al fin camino hacia el sofá.
Se tendió sobre la rubia, que rápidamente la envolvió en sus brazos. Provocando un suspiro inconciente. Alex le acariciaba el cabello descendiendo hasta su cintura.
-te extrañe-confesó la tatuadora.
-yo más...-dijo la asiática depositando un beso en la mandíbula de la otra.
-donde estabas?-pregunto sin poder resistirlo.
-sabes que mañana tendrás que hablar con ella, cierto?- le hablo con tono maternal.
-no quiero-dijo negando con la cabeza.
-por que no?-habla cansada y Alex lo noto.
-quiero amarte-confesó y Lisa la miró en la penumbra.
Tenía la mirada intensa y la respiración algo agitada. Sus manos comenzaban a bajar el cierre del vestido y Lisa lo sentía. Con un movimiento certero se sentó con ella en su regazo. Lisa se sujeto de sus hombros y la vio entregarse a ese simple contacto...

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