Shame | YoonKi

Décimo capítulo

Capítulo diez (final): Vuelve.

ChangKyun sostenía su teléfono contra su oído mientras su cuerpo temblaba.

Dios, ¿qué había hecho?

Se arrepentía profundamente. Se arrepentía.

Nunca debió haberle importado lo que los demás pensaran de él. Nunca. Si no le hubiera importado no estaría en esta situación, sus hermanos no estarían molestos con él, su amigo tampoco y por sobre todo no hubiera perdido a sus padres.

Sus ojos se aguaban a la par que escuchaba los sollozos provenientes de su padre y de sus hermanos también. La culpa lo carcomía.

"Sistema correo de voz. Su llamada será cobrada a partir de..."

—¡Mierda, no! —grito exasperado el pelinegro mientras cortaba la llamada. Su padre no le contestaba, su teléfono lo mandaba inmediatamente al correo de voz. —Papá por favor contesta.

La puerta de su cuarto fue abierta abruptamente, haciéndolo saltar del susto. Luego de aquello sintió débiles golpes en sus piernas y abdomen.

—¡Todo es culpa tuya! —chilló la pelinegra. —¡Papi KiHyun se fue por tu culpa! ¡Ya no te quiero, ChangKyunnie! ¡Te odio mucho!

—J-JiSoo, perdón...—mencionó el contrario con lágrimas en los ojos.

—JiSoo, vamos —en el marco de la puerta se encontraba su hermano del medio, mirando con expresión fría la situación. Pero sus ojos delataban que había llorado. —Tienes que dormir.

—J-JeonGgukie, yo...

—¡No me digas así! —comentó con voz alterada el menor, tomó una larga inspiración y cerró los ojos. —No me digas así... —repitió con voz baja y calmada. —Solo... cállate.

—N-No, espera —se acercó a él con las lágrimas ya invadiendo su rostro.

—¡Aléjate de mí! —le grito antes de que lo tomara por el hombro. —¡Solo vete! ¡Ya nos destruiste a mí a JiSoo y a papá! ¡Vete!

Tomó a JiSoo por la mano y se fueron de la habitación con un portazo.

ChangKyun soltó un jadeo. Sintiéndose totalmente destruido.

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YoonGi jadeaba lentamente mientras se encontraba acostado boca abajo en su cama.

¿Por qué su hijo lo había hecho?

Le llenó de cucarachas la cabeza diciéndole que lo estaba engañando, que no hacían el amor porque ya tenía a otra persona.

Le llenó de mentiras.

Cerró sus ojos mientras sentía lágrimas escurridizas otra vez. Su pecho dolía, dolía como si lo hubieran apuñalado justo allí, como si le hubieran atravesado el pecho con una lanza. Y, sinceramente, el preferiría que fuera por causa de eso y no por su tristeza.

Pero había una parte mínima en su conciencia que le decía que él se merecía todo eso. Lo merecía.

Había llegado la hora de pagar su engaño.

¿KiHyun se había sentido así cuando supo que él tenía un amante? ¿KiHyun había llorado durante horas sintiendo su cuerpo cansado y su pecho doler?

Era lo más probable.

Y, ahora, era justo que el mismo sintiera ese dolor.

En la esquina de la habitación había una caja, llena de cd's que contenían recuerdos que él mismo había grabado a lo largo de su matrimonio con KiHyun.

Se levantó lentamente de la cama y caminó hacia dicho objeto; no tuvo la fuerza de cargarla, así que la arrastró hasta el reproductor de dvd que tenía en la habitación. Tomó el primer disco que encontró, sin mirar el nombre, y solo lo puso en el reproductor: esperando a que este cargará y mostrará pronto el vídeo.

Abrió sus ojos mientras sentía que sus lágrimas amenazaban nuevamente con salir.

"—KiHyun, ¿qué haces? —preguntó YoonGi en fuera del plano de visión, ya que él era el que grababa.

—Tu madre me envío este pastel de limón —sonrió sin mostrar los dientes ya que tenía la boca llena. —Y está delicioso.

—¡No, KiHyun! —la cámara desenfoco el al menor en quedó grabando en un lugar sin especificación. Luego de uno segundos, apareció un castaño con las comisuras de los labios embarradas de crema batida y estos haciendo una "o", acompañado de unos ojos aguados. —Esto le hace daño al bebé, no puedes comer tan dulce"

YoonGi rio suavemente, mientras sentía como una lágrima recorría su mejilla.

"—P-Pero no he comido nada dulce esta semana, devuélvemela, Yoonie —hizo un puchero y batió sus pestañas.

—No, KiHyun, estás a pocos días de dar a luz y esto puede hacerte daño —mencionó el contrario con voz demandante.

El castaño se levantó dificultosamente de la mesa gracias a su enorme panza, se paró frente a YoonGi mientras acariciaba su panza —: A él le gusta el pastel de limón, me acaba de patear. —sonrió hacia el camarógrafo.

—¿En serio? —la cámara de YoonGi enfoco de repente la gran panza de KiHyun. —Hola, bebé, ¿te gusta el pastel de limón? —la mano del pálido pronto apareció, acariciando el vientre. —Solo, y solo por esta vez, dejaré que tu papi KiHyun lo coma. Pero luego, lo comerás por tu cuenta cuando salgas de allí.

KiHyun río suavemente.

—¿Está bien, ChangKyunnie? —mencionó acariciando nuevamente el vientre.

—Me gusta el nombre que le escogiste al bebé —mencionó luego, KiHyun, ya cuando la cámara grababa nuevamente su rostro. —Es muy hermoso.

—Pero no lo es más que tú —rio YoonGi. —Te amo, KiHyun. —llevó su mano a su rostro, acariciando su mejilla.

KiHyun se refregó como un gatito, cerrando sus ojos —: Yo te amo más."

El vídeo se acabó, quedó la pantalla en negro.

Dejando a un YoonGi demasiado roto.

Te amo.

Oh, esas palabras eran como una daga en su mente y en su corazón. Sus heridas ardían y sangraban lento, haciéndole caer en una muerta lenta, muy lenta.

Quería a su amor de vuelta, no soportaba más esto, él pensaba que su dolor era más fuerte que el de sus hijos, porque él sabía algo que sus hijos no.

Al menos ellos guardaban la esperanza de que volviera pronto. Pero él sabía que eso no era así.

KiHyun se había encargado de escribir en la carta que iba dirigida su esposo un:

"Yo te amo... pero no voy a volver... lo siento."

YoonGi sollozó nuevamente.

Ya no lo iba a volver a ver. Era oficial.