𝖠𝗍𝗋𝖺𝗉𝖺𝖽𝖺 𝖾𝗇 𝖧𝗎𝖿𝖿𝗅𝖾𝗉𝗎𝖿𝖿 || Cedric Diggory

C͜͡a͜͡p͜͡í͜͡t͜͡u͜͡l͜͡o͜͡ D͜͡i͜͡e͜͡c͜͡i͜͡n͜͡u͜͡e͜͡v͜͡e͜͡: P͜͡r͜͡u͜͡e͜͡b͜͡a͜͡ 2

Cedric se encontraba en el baño de los prefectos del quinto piso.

Se encontraba en una situación algo incomoda, Myrtle estuvo mirándolo desde que llego.

—Amm...

—Myrtle, ¿sabes quién entró a los baños hace unos minutos? Connor Hamilton; y lo escuché decir que vino para verte.

—¡¿De verdad?! —dijo entusiasmada y se fue. Cedric suspiró aliviado.

—De la que me salvaste, Jay-Jay —Jane se sentó en en borde de la bañadera, dejando sus piernas dentro del agua, y besó la mejilla de Cedric.

—Lo sé. ¿Ya decifraste la pista del huevo? —él negó con la cabeza—. Pues, es mejor que apresures el paso, porque la siguiente prueba es en dos días.

—Sí, soy consciente de eso.

—Ponlo debajo del agua. —la miró confundido—. No sé si vaya a servir de algo, pero inténtalo.

Cedric asintió. Puso el huevo bajo el agua y este se abrió.

—Mete la cabeza, a menos que quieras perder el tiempo.

Cedric metió la cabeza bajo el agua y logró escuchar una melodiosa canción proveniente del huevo.

Luego de unos segundos, salió del agua.

Salió del agua por falta de aire, pero logró alcanzar a escuchar todo lo que la canción decía.

—¡Lo logré! —dijo y miró para todos lados—. ¿Jane? ¡¡Jane!!

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Narra Cedric Diggory

Busqué a Potter por todos lados, debía decirle dónde tenía que ir para descifrar la pista del huevo.

—¡Oye, Potter! —me miró y comenzó a irse—. ¡Potter!

—Cedric —lo seguí hasta que se detuvo.

—¿Cómo estás? —dije.

—Espectacularmente bien —dijo en un tono dudoso.

—Mira.. nunca te di las gracias por avisarme sobre los dragones.

—Olvídalo. Tú hubieras hecho lo mismo por mí.

—Exactamente. ¿Conoces el baño de los prefectos del quinto piso? —él asintió—. No es un mal lugar para darse un baño —dije en su oído—. Sólo lleva tu huevo y... medita las cosas en el agua caliente —sonreí de forma amable y me fui lo más calmado posible.

¿Por qué digo que me fui lo más calmado posible? Sencillo, porque mi novia había desaparecido hace dos horas y aún no la encontraba.

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Por la noche llegué a la casa Hufflepuff con la esperanza de encontrarla.

—¡Cedric! —saltó sobre mí y me abrazó, por lo cual correspondí.

—Por Merlín. ¡¿Dónde estuviste todo el día?! —dije aferrándome más a su abrazo.

—Ginny me pidió ayuda con unas cosas cuando estaba contigo en el baño de los prefectos —se separó un poco.

—¿Y no pudiste haberme dicho cuando saliera del agua? ¡Estuve todo el día buscándote!

—Lo siento, no pensé que te preocuparías tanto...

—Pues, no vuelvas a pensar algo así, porque me matarías del susto —besé su frente mientras ella se reía.

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Narradora

—Bienvenidos a la segunda prueba —dijo Dumbledore—. Anoche, algo le fue robado a cada uno de nuestros campeones. Un tesoro, se puede decir. Esos cuatro tesoros, uno de cada campeón... yacen en el fondo del Lago Negro.

—¿Siguen sin tener noticias de Jane? —dijo preocupado mirando a Charlie, Jacob y Alex.

—Cedric, presta atención a lo que Dumbledore dice... —habló Alex, sosteniendo la mano de Jacob con algo de temor.

—Tranquila, Al —le dijo Jacob—, todo saldrá bien.

—Para ganar... cada campeón necesita encontrar su tesoro y volver a la superficie.

Fleur, Viktor y Cedric se acomodaron para saltar al agua.

Harry estaba tan nervioso que fue Moody quien lo tuvo que llevar con los demás.

—Parece sencillo —dijo el director.

—Cómete eso —le ordenó Moody.

—Pero sólo tienen una hora para hacerlo, una hora nada más —Harry se metió un alga a la boca—. Después de eso, están solos. Ninguna magia los podrá salvar.

Harry no podía tragarla, era demasiado asquerosa. Así que, Alastor le dio un buen golpe en la espalda.

—Pueden empezar cuando suene el cañón —Moody golpeó de nuevo la espalda de Harry.

El cañón sonó y los primeros tres campeones se sambulleron, mientras que Potter seguía intentando tragar ese pedazo de alga. Por lo cual, Moody lo empujó.

Cedric estaba totalmente desesperado. Su novia no aparecía y cabía la posibilidad de que fuese ella quien estuviera en el fondo del Lago Negro.

Llegó hasta un sitio donde se encontró con Harry, pero a él le restó importancia, debía sacar a Jane del agua.

Lanzó un hechizo el cual cortó la soga que ataba a la albina, impidiéndole emerger.

Se acercó a ella y con su varita golpeó su muñeca mirando a Harry, indicándole que le quedaba poco tiempo.

Tomó a Jane y salió del agua con ella en brazos.

—¡¡AHÍ ESTÁN!! —dijo emocionada y abrazó a Jacob.

Cedric ayudó a Jane a salir del lago y después salió él.

Una vez que estuvieron los dos en el muelle, se abrazaron.

—¡Por Merlín! ¿Estás bien? —dijo agitada.

—Eso no importa. ¿Tú lo estás? —ella asintió—. Que bueno.

—¿Dónde está?! —dijo buscando a su hermana.

—Por allá —señaló a Cedric y a Jane.

—¡¡JANE!!

—Hola, Draco —se abrazaron.

—No vuelvas a asustarme así —dijo abrazándola con fuerza.

—¡¡ATENCIÓN!! —todos se callaron—. El ganador es... ¡¡EL SEÑOR DIGGORY!! Quien mostró un gran dominio del encantamiento casco-burbuja. Pero como el señor Potter hubiera terminado primero... de hecho haber sido por su determinación de rescatar no sólo al señor Weasley sino a los demás, decidimos otorgarle... el segundo lugar. ¡Por su gran integridad moral!

—¡Eso es! —Draco lo golpeó.