El silencio de Regulus y sus ojos muy abiertos parecieron decirle a Barty todo lo que necesitaba saber, porque una horrible sonrisa se formó en sus finos labios, y miró al otro chico con ojos llenos de hambre.
-Te suena, ¿verdad?- dijo Barty. -Sé que sí, puede que no lo recuerdes todo, pero definitivamente recuerdas esto-. Regulus quiso negarlo, quitarle importancia, pero con el veritaserum corriendo en su sistema no podía, si lo intentaba, sus palabras se torcerían por la poción y acabaría revelando que sí, que le suena, que sí, que Regulus sabe lo que es, que lo recuerda.
-Vamos, Reggie-. Tarareó Barty, de repente tan de buen humor como cabía esperar de un niño en Navidad. Crouch era completamente consciente de que acababa de encontrar el punto débil de Regulus, y parecía emocionado por explotarlo.
Regulus se esforzó por no empezar a hiperventilar, porque no sólo el conocimiento de lo que era un horrocrux había golpeado su cerebro con una velocidad colosal en cuanto Barty dijo la palabra, sino también la razón por la que lo sabía. De repente, los recuerdos empezaron a llegar a su cabeza, rodando más rápido de lo que podía contar, y era demasiado, era demasiado intenso y, por un momento, todos sus otros dolores parecieron esconderse en el fondo de su mente, no sintió el dolor de cabeza, ni el dolor de las costillas y los brazos; Regulus se olvidó de la fiebre que le subía por la piel y de cómo estaba luchando por mantener los ojos abiertos y la cabeza levantada. La abrumadora avalancha de información se apoderaba por completo de él y, con los ojos vidriosos, Regulus sólo podía mirar fijamente a Barty, sentía que el corazón le latía como si intentara escaparse del pecho y la boca le colgaba, pero apenas podía procesar lo que estaba haciendo. Regulus sólo sabía que tenía que mantener la voz dentro, que ninguna palabra podía salir de él, y en lugar de contestar, tosió, como si tuviera algo atascado en el fondo de la garganta.
-Regulus-. Dijo Barty, y su tono era paciente, como si tratara con un niño pequeño. -Te he hecho una pregunta-. Repitió el otro chico. -Necesito que me respondas, ahora-. Ordenó. Regulus empezó a sacudir la cabeza con violencia y Barty no supo identificar si el menor de los Black intentaba negarse a su petición o si se trataba de otro desagradable efecto secundario de la sobredosis. En cualquier caso, no le gustaba.
-Regulus-. Repitió Crouch Jr, menos comprensivo esta vez, sus dos manos se apretaron alrededor de los hombros de Regulus. A Barty le ardía el brazo, su Señor le llamaba, ya debería haberse ido, pero no podía arriesgarse a dejar a Regulus solo. Conocía al otro chico lo suficiente como para tener la certeza de que, a menos que dejara a Regulus inconsciente, el menor de los Black encontraría la forma de escapar mientras él no estaba.
No es que importara, porque ahora Barty sabía dónde encontrarlo.
Junto al apartamento de James Potter.
Pero sería increíblemente molesto tener que recuperar a Regulus si se escapaba. Barty no sabía qué hacía Regulus junto a la casa de Potter, tampoco tenía ninguna teoría, porque la mera posibilidad parecía tan descabellada que cuando Barty finalmente lo descubrió, el hallazgo había sido lo suficientemente impactante como para no tener energía para hacer suposiciones, para especular, lo único que tenía en mente era conseguir atrapar a su viejo amigo. Además, Barty tenía que considerar que si Regulus escapaba, una vez que lograra recuperarlo, someter al otro ex-slytherin a otra sobredosis propondría riesgos aún mayores de acabar con su vida, riesgos considerablemente mayores.
Y Barty no quería que Regulus muriera. Al menos, todavía no. No a menos que Regulus no tuviera una explicación convincente para estar confraternizando con el enemigo, con los traidores de la sangre. No hasta que se demostrara que su más antiguo amigo era un traidor y se confirmara que la persona a la que Barty había querido una vez había desaparecido.
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TO LOVE IS A GIFT
FanficEstaba temblando, sangrando y asustado. Había una mirada ligeramente aturdida en sus ojos, como si estuviera drogado, y parecía como si lo hubieran agredido. Entre las lesiones que James pudo identificar, su brazo derecho fue el que más llamó la ate...