Regulus seguía esperando que las cosas cobraran sentido, seguía esperando que una brillante sensación de comprensión se encendiera en su cerebro revelando los recuerdos que contenían la clave para resolver sus problemas, que podrían literalmente, posiblemente, poner fin a una sangrienta guerra, pero las palabras de Barty no tuvieron ningún efecto en él y sólo hicieron que Regulus se sintiera aún más confundido y fuera de la realidad. Tenía que estar mintiendo, ¿no? ¿Por qué iba Regulus a fingir su propia muerte? Y si había sido, de hecho, sólo una falsa, alguien debería habérselo dicho, porque seguro que parecía real cuando se desangraba a los pies de James.
-Algo debe haber salido mal-. Dijo Barty, enviando al otro ex-Slytherin una mirada pensativa. -Pero te puedo asegurar que lo has fingido-. Regulus le devolvió la mirada, desorientado y distraído, sin saber muy bien a qué se refería Barty, los efectos de la sobredosis de veritaserum hacían mella en su ya debilitado cuerpo, debido a su pelea con Sirius, y a su casi muerte unos días antes. Barty permaneció en silencio, con los ojos vidriosos, y Regulus comprendió, después de algún tiempo, que había hecho el comentario de que alguien le había advertido de que su casi muerte era falsa en voz alta y que las palabras de Barty habían sido una respuesta a ello. Esto sólo demostró a Regulus aún más que los efectos secundarios de la sobredosis no sólo le estaban causando dolor y confusión, sino que intervenían dramáticamente en su comprensión de sus propias acciones. La conmoción cerebral que seguramente tenía, tras recibir un fuerte golpe en la cabeza, también era algo a tener en cuenta.
-Oh- murmuró Regulus, parpadeando mucho. -¿Estás seguro?- Preguntó. -¿Te he dicho que lo haría? ¿Tienes alguna prueba? Porque siempre has tendido a ser paranoico, Barty-. En el fondo, Regulus no estaba tan seguro de que confrontar a Barty sobre el tema fuera la mejor idea, si todo esto de "fingir la muerte" era realmente sólo una invención de la mente no del todo sana de Barty, como muchas cosas se demostraron durante su tiempo en Hogwarts, entonces hacerle ver su propio error sólo llevaría a Barty a hacer más preguntas. Preguntas a las que Regulus no podría dar respuesta o, mucho peor, a las que no debería dar respuesta. Pero la conmoción cerebral y el dolor que sentía por la sobredosis le dificultaban mucho pensar con claridad. En su estado de debilidad y aturdimiento, Regulus no podría luchar contra el veritaserum tan satisfactoriamente como lo haría normalmente, sin embargo, si accidentalmente dijera algo sobre James, o Sirius y Lupin, estarían en terrible peligro.
Barty miró a Regulus, y una pequeña sonrisa se formó en sus finos labios, aunque Regulus no pudo verla del todo, había muy poca luz en la habitación, la suficiente para que se notara la figura y los movimientos de Barty, pero no mucho su rostro o sus expresiones. Regulus trató de encontrar pistas, de averiguar dónde estaban para poder pensar en una forma de escapar. Escapar por sí mismo era la única opción, ya que no podía pedir ayuda -(un mortífago traidor supuestamente muerto que era)- y no tenía muchas esperanzas de que James viniera a por él, primero porque probablemente estaba lidiando con Sirius y, como alguien que había lidiado con los arrebatos de ira de Sirius antes, sabía cuánto podía tardar su hermano en calmarse, e incluso después de eso, era poco probable que James supiera siquiera dónde buscarlo.
Es decir, si es que James se molestaba en hacerlo. ¿Por qué no iba a suponer que Regulus se había echado atrás en todas sus promesas y que simplemente había huido? Era un cobarde, un mentiroso, ese sería el comportamiento típico de él.
La idea hizo que a Regulus se le revolviera el estómago de forma incómoda, con una sensación de angustia. Algo en la imagen de la cara de decepción de James mirándolo con pena hacía que las cosas fueran un millón de veces peor.
-Llevabas un tiempo actuando de forma extraña-. Afirmó Barty, acercándose mucho a donde estaba atado Regulus, con la voz calmada. -Es decir, nunca has entendido realmente al Señor Tenebroso, ¿verdad Regulus? ¿No desde que tenías trece o catorce años?- La frase puso a Regulus en vilo inmediatamente, no era una forma muy neutral de empezar, con una acusación, pero era muy fiel a la personalidad de Barty. Regulus se imaginó que nada de lo que pudiera decir en ese momento, con la cabeza desorganizada jugando un duro contra su razonamiento lógico, funcionaría a su favor. Barty, por suerte, no comentó su falta de respuesta y siguió hablando -Tenía la sensación de que sólo aceptabas entrar para complacer a Orión y a Walburga, establecer un lugar importante en la sociedad que vamos a construir, mantener tu reputación... Ese tipo de cosas frívolas-. Si Regulus hubiera estado en su sano juicio, se habría ofendido. No consideraba "frívola" ninguna de las cosas que Barty había mencionado anteriormente, pero por supuesto que Barty lo pensaría, siempre argumentó que Regulus era pomposo. -Lo cual, ya sabes, es bastante bueno, eres inteligente, talentoso... El fin justifica los medios, después de todo. ¿A quién le importa si no creías realmente en lo que hacías?- Se rió, pero su sonido no era nada alegre para Regulus, sino que era similar al sonido de los clavos arrastrándose por una pizarra, desalentador y desconcertante. -Pero lo has llevado demasiado lejos-. murmuró Barty, y Regulus sintió que había otra acusación en el trasfondo de esa declaración. -Y por eso necesito que me digas la verdad, Regulus. Estás enganchado al veritaserum, no tiene sentido que intentes resistirte, y sinceramente los efectos de la sobredosis van a hacer que tu mente sea cada vez más confusa con el paso del tiempo, no deberías perder el tiempo negando nada-. Afirmó Crouch Jr. -Te mantendré aquí todo el tiempo que sea necesario hasta que te desahogues, incluso podría cuidar de ti...-
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TO LOVE IS A GIFT
Fiksi PenggemarEstaba temblando, sangrando y asustado. Había una mirada ligeramente aturdida en sus ojos, como si estuviera drogado, y parecía como si lo hubieran agredido. Entre las lesiones que James pudo identificar, su brazo derecho fue el que más llamó la ate...