Llevaba una semana en la empresa de mi tía y era todo mucho más difícil de lo que había imaginado, las palabras de mi padre resonaban en mi cabeza, mientras me tomaba un café, en los 5 minutos que tenía libre, pensaba en que debía endurecerme, ya que, claramente mi carácter no era del agrado de mi estricto progenitor.
Mis manos estaban lastimadas y ásperas, ya que, los productos con los que impermeabilizábamos los pisos, eran altamente agresivos con la piel, un poco desanimado miraba mis redes sociales y veía como la mayoría de mis compañeros de universidad, disfrutaban sus vacaciones después de un año duro y de alto esfuerzo, pero aquí estaba yo, trabajando en algo que ni siquiera se relacionaba con lo que estaba estudiando.
-Hey Gulf, llegaron los planos, dijo uno de los trabajadores de mi tía, botando el vaso vacío de café, me acerqué a la mesa de trabajo, con asombro vi el dibujo a escala y me sentí maravillado, con el talento de los ingenieros y constructores -Es este lugar el que debemos impermeabilizar.
Con atención vi el plano y entendí, como sería nuestro trabajo las próximas horas, sin más comenzamos a trabajar, con música de fondo, que era lo único que amenizaba el ambiente, con satisfacción varias horas después, vi el trabajo terminado, eran casi las 22:00 de la noche, pero había valido la pena cada gota de sudor, esto había quedado precioso.
-Muy buen trabajo chico, cuando tu tío te trajo, pensé que huirías antes de empezar, pero eres muy trabajador y bastante talentoso, dijo el jefe de obra golpeando mi hombro -Quien diría que, tras este delgado cuerpo, había tanta fuerza.
-Gracias señor, dije sintiéndome orgulloso de mi esfuerzo y trabajo -Es usted un buen maestro.
-Vete a descansar y aprovecha este fin de semana, para salir y dormir lo que desees, dijo el con una sonrisa contagiosa -Nos vemos el lunes.
Con un asentimiento de cabeza me despedí, tomé mis cosas y con mi bicicleta, me encaminé a la gran mansión de mi tío, lugar donde me estaba quedando mientras trabajaba, ya que, yo había nacido y criado toda mi vida en Pattaya.
Mientras andaba en mi bicicleta, me puse a rememorar mi vida, llevaba un año estudiando enfermería y era bastante buen alumno, sin embargo, parecía no ser suficiente para mi padre, que constantemente repetía cuales eran mis falencias.
¿Desde cuándo había comenzado esto?, si lo pensaba en frío, todo ocurrió cuando los médicos me dijeron que era un "doncel", o estos hombres que tenían la capacidad de concebir, la verdad que en los últimos años los donceles eran muy aceptados y respetados en la sociedad, sin embargo, en las clases sociales altas, no eran tan bien vistos.
Mi padre me había repetido desde los 14 años, que nadie podía saber de mi anomalía, haciendo que por años me odiara por ser distinto, sin embargo, desde que había conocido a mi amigo Mild, el cual también era doncel, me había ido aceptando de a poco y si bien no podía decirle a nadie mi condición, ya no me avergonzaba de ella.
A veces hubiera querido huir lejos, poder radicarme en un lugar donde nadie me mirara como si fuera un bicho raro y poder ser yo mismo, pero las cosas no eran como uno quería y yo lo sabía muy bien. Después de saludar al guardia de la puerta dejé mi bicicleta en el lugar adecuado y entré a casa, quería una ducha, un sándwich y mi cama.
-Hey primito, dijo mi querida Sammy con una sonrisa, andaba con un moño desaliñado y un pijama de polar, con cariño besé sus mejillas y la despeiné un poco, ella una de las razones, que hacía mas llevadera mi estancia aquí -Hey Gulfie, no me despeines.
- ¿Estabas peinada?, dije burlándome de ella y metiéndome a la cocina, para sacar algo y comer - ¿Qué te tiene tan feliz?
-El fin de semana haré mi fiesta de cumpleaños, dijo dando saltitos a mi alrededor, como si tuviera 10 años -Quiero que me ayudes a planear todo.

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A pesar de todo
FanfictionToda su vida Gulf creyó que no era lo suficiente, al menos no para su familia que quería que fuera un hombre de negocios, masculino y heterosexual, no obstante después de intentarlo toda su vida se rindió en su plan de querer encajar y empezó a abra...