Había llegado a Tailandia hace cinco días y ya echaba de menos a mis chicos, sin embargo, necesitaba venir a arreglar todo para viajar de forma definitiva a Alemania, cuando llevaba varias horas de trabajo, una videollamada me hizo sonreír, de seguro mi hijo estaba tras la pantalla, cuando acepté lo vi con una hermosa sonrisa.
-Hola mi cachorro, dije viendo como sonreía y me saludaba - ¿Cómo estás?
-Bien papi, hoy fuimos a ver a Ailee y le di un poquito de jugo de frutas, dijo hablando con rapidez, la emoción era patente en su voz -Es tan linda, la quiero mucho.
Sabía de sobra lo que me pediría a continuación, ya que, desde que había conocido a la pequeña, no dejaba de pedirlo -Yo también quiero una, dijo inflando sus mejillas, haciendo que mi corazón se derritiera -Por favor papi, coloca un hermanito en la panza de mami.
-Lo conversaremos más adelante campeón, ahora disfruta a tu hermanita Ailee, dije viendo como hacía un puchero - ¿Dónde está mami?
-Hablando por teléfono con tía Sammy, dijo moviendo la Tablet y mostrándome al moreno en la cocina, que preparaba la cena con los audífonos puestos -Papi, escuché que papi Kao tendrá que viajar a otro lado.
De pronto ver su mirada preocupada me erizó los vellos del cuerpo, no me gustaba que mi pequeño se hubiera enterado de aquello, al menos no sin que se lo explicaran de la forma adecuada - ¿Dónde lo escuchaste?, dije viendo como se acercaba a la cámara.
-Escuché a tío Up hablar con mami, mientras veía mis caricaturas, dijo con cara de travesura y bajando el tono de voz, hasta hacerlo casi un susurro -Tío Up estaba muy triste, creo que no quiere viajar.
-Tranquilo potrillo, no debes preocuparte, de seguro los adultos solucionarán todo, dije viendo como asentía y volvía a sonreír, claramente mi pequeño sufriría mucho cuando Kao y Up se fueran, de ahí en mas seguimos hablando de trivialidades, hasta que mi moreno se acercó a la cámara y luego de saludarme y hablar unos minutos, dio por terminada la charla para que fueran a cenar.
Los días pasaron y ya había avanzado mucho en el trabajo, había decidido venderle mis acciones a Tul, ya que, no era tan productivo que trasladáramos la empresa a Alemania, no cuando la mayoría de nuestros clientes estaban aquí, estaba leyendo unos contratos de faena, cuando sonó mi teléfono.
-Señor Suppasit, tiene visitas, dijo la amable voz de mi secretaria.
Viendo que tenía montones de papeles suspiré -Estoy ocupado Ana, no recibiré a nadie hoy, toma el mensaje y me lo entregas después, dije rellenando unos formatos de presupuestos -Por favor, tráeme un café bien cargado.
Después de decirme entendido colgó la llamada y a los minutos una humeante y exquisita taza de café estaba en mi escritorio, la cual bebí lentamente, cuando ya la había acabado y llevaba cerca de dos horas sumido en papeles y papeles, decidí salir y buscar más café, grande fue mi sorpresa cuando vi a mi moreno y pequeño tesoro sentados en la sala de espera, sintiendo que estaba soñando pellizqué mi brazo.
-Lo siento señor, pero ellos decidieron esperarlo hasta que terminara de trabajar, dijo mirando a mis chicos, que se veían cansados y muy aburridos - ¿Quiere que llame a los guardias para que los corran?
-Ellos son mi vida Ana, dije viendo como ella levantaba una ceja sin entender -Ese hombre es el amor de mi vida y el pequeño que lo acompaña mi hijo, no vuelvas a insinuar que los correrás de acá.
Sin esperar respuesta, caminé a su lado y los abracé - ¿Por qué no me dijeron que estaban aquí?, dije tomando a mi pequeño que me miraba con enojo - ¿Qué pasa cielo?
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A pesar de todo
Fiksi PenggemarToda su vida Gulf creyó que no era lo suficiente, al menos no para su familia que quería que fuera un hombre de negocios, masculino y heterosexual, no obstante después de intentarlo toda su vida se rindió en su plan de querer encajar y empezó a abra...