Volviendo a sentir

2.8K 280 45
                                    


Desperté sintiendo el cuerpo caliente de Mew en mi espalda y el cuerpo blandito de mi hijo en mi pecho, ¿en que momento nos habíamos quedado dormidos así?, sin querer moverme empecé a recordar que ayer Mew nos había recibido en su departamento y habíamos visto películas en su maravillosa cama super King, hasta que nos quedamos dormidos muy juntos y abrazados.

Me moví un poco y sentí con fuerza como la erección mañanera de Mew se refregó en mi trasero, haciéndome gemir bajito, ruborizado me moví un poco mas y me di cuenta de que, tanto el padre como el hijo, estaban profundamente dormidos, así que no podía acusar aprovechamiento por parte del castaño mayor.

Con suavidad me salí de los brazos de oso de Mew y le coloqué a su hijo en el pecho, para que no se despertara, con ternura vi como mi pequeño Tharn se acomodaba y colocaba su carita en el cuello de su padre, que lo apretó más contra él.

Con una sonrisa boba en el rostro me fui a la cocina y puse a preparar el desayuno, en este tiempo Mew no había cambiado nada, ya que, tenía la misma forma de guardar las cosas en la alacena, con maestría tomé unas papas, huevos, y verduras e hice unas tortillas para el desayuno, cuando estaba exprimiendo unas naranjas y mezclándola con el zumo de piña natural, Mew salió con un semi dormido Tharn colgando de sus caderas, verlos a los dos con sus cabellos desordenados y sus ojos color chocolate vidriosos por el sueño, hizo que el corazón saltará dentro de mi pecho.

-Hasta que despertaron dormilones, dije viendo como mi bebé se acurrucaba mejor sobre el pecho de Mew -Siéntense a la mesa, les serviré los que le preparé.

-Mami ¿podemos comer pastel de cocholate?, dijo mi pequeño cuando Mew lo sentó en sus piernas -Quiero un pastel.

-Podemos ir a una pastelería cuando terminemos de comer, dijo Mew besando la frente del pequeño que sonrió feliz por conseguir lo que quería.

- ¿No tienes que trabajar?, dije colocando las tortillas en la mesa y yendo por los jugos -No queremos atrasar tus labores.

-Claro que no, dijo el castaño comiendo de su plato y saboreando la comida -Me tomaré unos días libres para estar con ustedes.

Feliz de la vida asentí, me gustaba mucho que Mew dejara todo de lado por pasar unas horas con nosotros, eso me ponía la piel chinita y el corazón contento, estos meses el castaño me había demostrado que éramos importantes para él y que estaba dispuesto a trabajar por tenernos en su vida y si bien aún no confiaba de todo en él, estaba a punto de ceder y lanzarme a sus brazos.

- ¿Iremos a ver a panqueque?, dijo el pequeño mirando a su padre, que después de besarle la nariz asintió -Tu abuela quiere verte.

- ¿Abuela?, dijo el pequeño con curiosidad, de pronto mi estómago se apretó y miré como el castaño caía en cuenta de lo que había dicho.

-He pensado mucho estos meses y sé que le dices papi a Kao, dijo el castaño mordiendo su labio con nerviosismo - ¿Me dejarías también ser tu papi?

El pequeño me miró, pero podía ver que en su rostro la emoción lo invadía, sus ojos brillaban y su sonrisa de margaritas pequeñas hacía una bonita mueca, cuando asentí se giró en los brazos de Mew y lo abrazó -Me encantaría que fueras mi papi, dijo metiendo sus dedos en los cabellos del castaño -Además será genial porque tendré dos papis.

Emocionado Mew lo levantó y besó sus mejillas gorditas -No sabes lo feliz que estoy en este momento, dijo haciéndole cosquillas al pequeño que reía con fuerza -Entonces tu abuela quiere verte, iremos a almorzar con ella y en la tarde a ver a panqueque.

A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora