A pesar de todo

Una difícil elección

Ingresé al cuarto de Tharn y tuve una epifanía, recordé la primera vez que aprendió a caminar y como daba pasitos tambaleantes pero constantes, miré las paredes pintadas y adornadas con dibujos y no pude evitar llorar, al rememorar como hicimos nuestra casa de cero, como con los recursos que teníamos fuimos armando este pequeño refugio que con tanto orgullo llamábamos hogar, aquí habíamos vivido tantas cosas, miles de emociones pero siempre primando el amor y la alegría, sin embargo, ya no quedaba nada, ni carcajadas, ni sueños y poco a poco tampoco esperanza.

Hace una semana que me habían quitado a Tharn y no habíamos podido recuperarlo, cada vez que lo íbamos a visitar me derrumbaba un poco más, sobre todo cuando miraba como sus ojitos se iban poco a poco apagando, por suerte nuestro abogado había logrado conseguir, que las visitas aumentaran de dos horas a cuatro, así que lo íbamos a visitar dos veces al día y como Mew era muy encantador, conseguía que nos quedáramos siempre un poco más, ya que, las guardadoras lo adoraban.

Hoy tenía mi segunda cita con el psicólogo y si todo salía bien, tendría el informe para presentar al tribunal, había sido muy difícil pasar por todo esto, revivir mis propios traumas que había enterrado bajo capas y capas de recuerdos amables y llenos de amor, los cuales sin lugar a dudas tenían de protagonistas a mi pequeño hijo.

Cuando sentí la voz molesta de Mew, salí al living y lo vi hablar con su padre, en silencio me afirmé en la pared y escuché de que hablaban, no me sorprendió darme cuenta que mis padres se habían negado a la solicitud del padre del castaño, de que terminarán con esta tortura y retirarán su demanda.

-Tranquilo Mew, dije tomando sus manos y dándoles unas suaves caricias, verlo así de enfadado no me gustaba nada, esta semana el había sido mi roble y soporte, me había sostenido cuando era sólo un estropajo de ser humano y había dado esperanza, así que era justo que yo le devolviera algo de esa contención -Sabíamos que mis padres no darían un paso atrás, ellos son crueles y me odian tanto que no retirarán la demanda.

-Lo volveré a intentar Gulf, dijo el hombre mayor con suavidad -No me cansaré de intentarlo.

-Muchas gracias, dije dándole un abrazo y dirigiéndome a la cocina, poniendo agua para preparar chocolate caliente, últimamente vivía muerto de frío y el dulce caliente lograba entregarme un poco de calidez, cuando estaba todo listo preparé varias tazas y le entregué uno a Mew, a su padre y madre, mi prima y su esposo habían salido y Kao y Up aún no llegaban.

Mientras rellenaba mi taza, sentí las manos de Mew en mi cintura y su cuerpo pegado al mío -Lamento haber perdido el control, dijo afirmando su cabeza en mi hombro, con cariño acaricié sus manos, que ahora descansaban en mi vientre.

-No debes guardar todo dentro de ti Mew, sé que no he sido tan fuerte, pero estoy aquí para ti, dije girando mi cuerpo y acariciando sus mejillas, con cuidado besé sus labios y traté de entregarle la calma que necesitaba -Estamos juntos en esto, hasta que recuperemos a nuestro hijo.

-Incluso después de eso seguiremos juntos, dijo el castaño besando de nuevo y acariciándome con ternura, no había nada sexual en esto, sólo mucho cariño y amor -No te dejaré nunca más.

Sabiendo que no mentía me refugié en su pecho y dejé que me siguiera acariciando, hasta que mi teléfono rompió el silencioso momento, con suavidad cogí la llamada y escuché la voz nerviosa de Kao, que con rapidez me decía que estaba en la clínica, ya que, Up estaba apunto de dar a luz.

Un poco de emoción invadió mi cuerpo y le dije que iría a verlos para acompañarlos, con rapidez le conté a Mew y nos dispusimos a ir a la clínica, después de 2 horas de espera, pudimos ir a los cuneros y ver a la pequeña hija de nuestros amigos, sin dudarlo recordé el momento en que mi pequeño Tharn estaba en un lugar similar -Es muy hermosa, dije entrelazando los dedos con los de Mew -Tharn estará feliz cuando pueda conocerla.