A pesar de todo

El más precioso de todos

Llevaba 90 minutos frente a un montón de papeles y sólo pensaba en mi moreno, no entendía exactamente en que momento había pasado de estar en un oasis, para aparecer en mitad de la fría Siberia en que se había convertido mi cuarto, no me había gustado nada que estuviera tan molesto, mucho menos que hubiera llorado y que se alejara de mi tacto, sin embargo, hoy en la mañana había podido besar y acariciarlo, amaba que pese a su molestia cayera rendido ante mis caricias y besos.

-Señor acabamos de confirmar su asistencia, a la cena de recaudación de los niños sin hogar, dijo mi secretaria mirando su agenda - ¿Irá con su marido o solo?

-No creo que Gulf quiera ir, dije recordando la mentada cena, de hecho, había tratado de no ir, pero mi querido amigo Tul, había decidido enfermarse del estómago y tendría que ir en su lugar -Iré a dejar la donación y me retiraré.

Ella asintió y me dejó solo, con un suspiro tomé el teléfono y le marqué a mi moreno, sin embargo, no me contestó - ¿Por qué sigues molesto bebé?, dije afirmando la frente en mi mesa y cerrando los ojos, después de unos minutos llamé a Up y esté me contestó de inmediato.

-Hola Up, ¿Cómo estás?, dije golpeando los dedos en la mesa y mirando a la nada -Está mi bebé por ahí.

-Con Gulf tuvimos que venir a comprar algunas cosas, Tharn quedó con Ailee y la niñera, dijo alejándose del ruido de dónde estaban.

-Te estaba preguntando por Gulf, dije sonriendo por la confusión de Up, ya que, yo llamaba a Gulf bebé y a Tharn potrillo o campeón - ¿No está haciendo fuerza? ¿se siente bien?

-Estamos bien Mew, no dejaría que nada malo le pasara a mi lado, dijo un poco molesto, no entendía que pasaba conmigo, hacía enojar a todos a mi alrededor -Debo volver, cuando lleguemos a casa le diré a Gulfie que te llame.

Y sin esperar más me cortó, haciéndome maldecir al aire y volver a suspirar, en estos momentos me golpeaba mentalmente por no haberle comprado un teléfono a mi hijo, para saber cómo estaba.

Cuando dieron las 18:00 volví a casa y estaba vacía, sintiéndome horriblemente solo me metí a la ducha y me puse a planear la noche, entraría a la cena, entregaría el cheque, saludaría por aquí y por allá, para poder irme en búsqueda de mis amores y poder mimar y hacer las paces con mi bebé.

Me vestí con rapidez y después de intentar llamar de nuevo a Gulf terminé de arreglarme para salir, cuando estaba a unos minutos de llegar al hotel recibí un llamado, pensando que era mi bebé contesté.

-Hola Mew, ¿Dónde estás?, dijo la voz de Amanda del otro lado - ¿Vendrás por mí?

De pronto recordé que la muchacha me había dicho que fuéramos a esta gala juntos -Lo siento Amanda, lo había olvidado, dije estacionando y no teniendo ningunas ganas de desviarme para ir a su encuentro -Además sólo estaré un momento.

-Acabo de ver tu auto, te espero, dijo colgando e ignorándome como siempre, la mujer era impetuosa y caprichosa como ella sola, pero tenía un corazón de oro y ayudaba a muchos hogares e instituciones, de hecho, por eso nos habíamos conocidos, luego de bajarme y pasarle las llaves al valet parking, vi a la elegante mujer en la entrada, con una sonrisa le di mi brazo y la ayudé a subir la escalera -Me hiciste esperar Mew.

-No tenía deseos de venir, dije viendo como todos nos tomaban fotos, ignorando el tumulto seguimos caminando -No me quedaré más de 30 minutos.

- ¿Por qué estás tan apurado?, dijo ella sonriéndole a quienes la saludaban, sin contestar seguimos caminando por el salón y saludando a todos quienes se nos acercaba.