7. Miradas que se buscan ocultan un secreto

72 9 0
                                    

- ¿Nos acompañas o no?

- Lo siento tengo que ir a la biblioteca. – Yibo se apresuró a recoger sus cosas

- ¿Otra vez?

- Si lo siento

Por milésima vez en lo que iba del año, Yibo rechazaba salir con sus amigos por ir a la biblioteca. Para todos era algo más o menos normal, Yibo siempre fue aplicado en sus materias, pero había estado en ese lugar por mucho tiempo. Quizás se estaba preparando para ser un genio. Sin embargo, lo que nadie sabía, era que Yibo no buscaba ser un genio, no leía libros, sino que escribía en ellos

- Hola. – Yibo se acercó por detrás de Zhan, susurrando a su oído

- Me asustaste. – respondió Zhan con el mismo tono

- ¿Tienes mucho aquí?

- Shhhh. – calló la bibliotecaria

- No, llegué hace muy poco. – Zhan bajó el tono de su voz aún más

- Hazme espacio. – Yibo empujó a Zhan

- No Yibo, no cabemos juntos.

- Shhhh. – volvió a regañar la bibliotecaria

- Nos van a sacar por tu culpa. – Zhan y Yibo se sonrieron uno al otro

"¿Qué estas estudiando?"

Yibo subrayó con un lápiz las palabras en la página que Zhan tomaba nota

"No debes hacer eso"

"¿Qué?"

"Esto"

"¿Por qué lo haces tú?"

"Porque tú lo haces"

Zhan se olvidó por completo de lo que estaba haciendo, sólo cambiando de página, subrayando las palabras que formaran una oración, luego borrándolas para hacer la siguiente frase. Yibo miraba ansioso el movimiento de Zhan al escribir, esperando su respuesta. Sus cabezas estaban casi pegadas una con la otra, comenzando a hacer que el corazón de ambos comenzara a latir. Silenciosamente, Yibo y Zhan mantenían una pequeña, pero acogedora conversación.

Los libros contenían palabras ya escritas por alguien, pero ellos, ellos estaban escribiendo sobre palabras, las cosas más pequeñas, entre roces y miradas que escondían un sentimiento hermoso, aquellas palabras que se quedarían grabadas, no en un libro, sino en su corazón.

Durante horas, los dos jóvenes se pasearon por las páginas de ese libro de literatura, subrayando, con su lápiz pequeños mensajes para el otro. Para cuando el sol cayó, a bibliotecaria fue en su búsqueda y el pánico entro en ellos, borrando deprisa y con cuidado, toda su conversación.

- Casi nos atrapa. – dijo Zhan conteniendo su risa al recordar la cara de la bibliotecaria al ver las marcas mal borradas

- Esa mujer ya nos tiene en la mira

- Debemos tener cuidado, si nos atrapa, será nuestro fin. – Zhan se adelantó en el camino y estiró sus brazos.

El cielo resplandecía por las miles de estrellas en el cielo, Yibo miró a Zhan, su mirada estaba lleno de anhelo y asombro. Yibo no tenía más dudas, desde aquella tarde en el café lo supo, y conforme los días avanzaron, Yibo se dio cuenta que lo que sentía en su pecho cada vez que pensaba en Zhan, cada vez que le sonreía, era amor.

Pero ese amor era demasiado peligroso para él, ambos eran hombres, y eso era algo extraño, pero Yibo no podía controlarse cada vez que veía al menor. Lo intentó, pero era imposible, su mente le decía que no era correcto, pero su alma ansiaba estar cerca de Zhan.

Guardian de AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora