capítulo 6

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Guerrero de Dios

Naruto corrió lo más rápido que su cuerpo le permitiese, impulsado por su electrokinesis y la energía cósmica era casi tan rápido como la luz.

Y con dicha velocidad, todo estaba detenido por completo, como si de un video pausado se tratase.

Eligos ni siquiera fue capaz de verlo cuando se puso delante suyo y preparo un puñetazo.

Su puño vibro debido a la velocidad y se apretó con toda la fuerza que tuviera antes de atacar al demonio.

Cuando choco contra la cara del Demonio, esta lentamente se deformo en una mueca de incredulidad, ira y dolor.

No se detuvo allí.

Puso las manos en el suelo, y con toda su fuerza se impulso para darle una doble patada al pecho, luego comenzó a darle varias patadas más de manera repetida y constante mientras se alzaban al aire por la fuerza que uso Naruto.

El Ojiamarillo fue lanzado hacía él suelo sosteniéndose el pecho más que marcado por los golpes y patadas del pelirrojo.

Naruto cayo tranquilamente al suelo y dio un par de saltos, acostumbrándose a usar por primera vez toda su velocidad, ya que se sentía como un niño con sobredosis de azúcar.

Corrió hacía Eligos y este se preparo para defenderse antes de que Naruto lo pasara de largo—. ¿Pero qué…?— pregunto, girándose hacía atrás antes de mirar hacía delante donde venia un extraño objeto que levantaba una enorme cantidad de arena por donde venía.

—¡ALLÁ VOY!— grito Naruto desde lejos antes de dar un monumental salto que lo acerco mucho más donde estaba Eligos mientras preparaba un puñetazo.

Eligos miro como el chico saltaba hasta él y estaba apunto de golpearlo.

Pero cuando Naruto lanzo el puñetazo, el golpe fue detenido por el demonio sujetando la muñeca del pelirrojo.

Detrás del Ojiamarillo una gran corriente de aire se formo y bastante arena se levanto debido a la fuerza del golpe del Ojimorado, el cual miraba con gotas de nerviosismo en su cara como varias dunas de arena se habían deshecho por la corriente de aire.

Eligos comenzó a girar rápidamente al pelirrojo desde el brazo, haciendo que este gruñese al sentir como su extremidad era jalada hasta casi dislocárselo, antes de chocarlo contra la dura arena con tal fuerza que un cráter se formo debajo suyo—Va… a doler… mañana— murmuro el Ojimorado con dolor.

No va a haber mañana para ti… ni para nadie en este mundo— declaro el Demonio alzando el puño y apuntando al pecho del Ojimorado, y descendiendo con una atronadora velocidad.

¡Yondai Jikūkan! (¡Cuarta Dimensión!)

Justo cuando el puño de Eligos iba a tocarlo, su puño únicamente toco la arena del desierto.

Hay veces en las que amo el Noryokugan.

Pensó Naruto, siendo imposible de apreciar para cualquiera pero se había tapado los ojos mientras la mano del Demonio estaba dentro de su pecho.

Acababa de usar una de las cientos de habilidades del Noryokugan, más concretamente de la Jigendō (Ruta de Dimensiones), una técnica llamada Jikūkankōtai (Desplazamiento Dimensional)

El Jikūkankōtai permite al usuario cambiar su cuerpo entre las dimensiones, logrando una diversidad enorme de efectos en el proceso, aunque tenía algunos límites en su aplicación y poder.

Eso incluía el desplazamiento desde, y entre, 0-D al espacio 4-D.

El cambio a la cuarta dimensión.

Naruto Okami: El Legado de los Dioses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora