Naruto Okami: El Legado de los Dioses

capítulo 23

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Capitulo 23

Los hijos de Izanagi

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«Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender»-El Kybalion.

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Raum saliendo volando ante el golpe combinado de Issei y Naruto, que le hizo sentir con mucha lucidez como el golpe aflojaba su mandíbula y luego fue estampado contra el suelo.

—Es él… el Chakravartin— dijo Tsuki al ver a los hermanos pelear como si fueran una sola persona.

—Unos ojos que pueden hacerlo todo y una mirada de determinación— declaro Raum viendo al pelinegro y pelirrojo observarlo como un simple objetivo a superar. Gruñendo, el demonio con forma de serpiente se levanto al más puro estilo de un muerto de su tumba—. Escúchame bien, Princesa del Renacer… no siempre podrás protegerlos a todos… ni tu, ni ustedes— dijo viendo a Hyodo y Okami, antes de convertirse en cientos de pequeñas serpientes y desaparecer.

—¡Ja! No lo sabe todo—se regocijo Issei con una sonrisa

—¿Por qué lo dices?—preguntó Okami curioso

—¡Por que no sabia que terminaría escapando como una perra!

—…¿Te he dicho lo mucho que te adoro hermano?— dijo el Okami antes de soltar una leve risa.

—¿Quiénes son ustedes?— pregunto el Raikage mientras sostenía su brazo cortado.

Kakashi camino al frente, haciendo una leve reverencia—Venimos de parte de Konoha como una misión, soy Hatake Kakashi, es un gusto conocerlo, Raikage-sama.

—…— Kushina se mantuvo callada, en particular no tenía nada en contra del Yondaime Raikage, este no tenía las mismas tácticas de su padre… pero aun así era hijo del hombre que planeaba volverla una maquina de cría.

—Ese feo nos partió el trasero, ¡pero ustedes lo hicieron ver como un culero!

—¡BEE!— grito el Raikage ante lo que su hermano dijo.

—¡Culerísimo!— apoyaron Issei y Okami

—Escapo como una perra, esa tremenda ramera.

—Demonio mis bolas, yo tengo más pelotas que esa maricona.

—…Creo que estoy muerto y termine en el infierno— murmuro Ā tomándose la cara, mientras con el grupo de tres mujeres, la castaña se reía.

—Son graciosos— dijo Aika mirando específicamente al pelirrojo, quien junto Issei y Bee comenzaban rimar, torturando al Raikage.

—Los encuentro sin gracia— dijo la pelirrosa de mechones celestes, cruzándose de brazos.

Naruto le miro lúdicamente—Tienes cara de Uchiha, ¿Qué te puede dar gracia?

Un tic apareció en la ceja de la pelirrosa—No volver a verte de nuevo, Chakravartin.

—Tengo nombre.