Carta 3: Terapia con la Dra. Lilith

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Hola. Tu hija Luz, de nuevo. Por si olvidaste, que tenías una hija; a la que mandaste a un internado. Lo digo de esta manera. Debido a que aun, no he recibido una carta de tu parte. Lo que es bastante preocupante. Ya que, en ese momento. Te necesito mama ¡Te necesito más que nunca! Necesito, que hablemos. Han pasado muchas cosas, desde mi última carta. Tratare de ser breve. Y limitare las bromas, en esta ocasión. No me he sentido muy bien, estos días. Digamos, que todo comenzó. Cuando finalmente conocí a, la psicóloga del internado. Su nombre, es la Dra. Lilith.

No puedo decir mucho de la doctora. Apenas, y la conozco. Solo he tenido, dos sesiones con ella. Sin embargo. Por lo que he visto. Ella es una mujer seria, analítica, y de temperamento frio; que exuda un aire, de rigidez. Ella no se inmuta, ante nada. Ni siquiera la vi parpadear. Cuando le conté las condiciones, en las que encontré el cuerpo de papa. El día, que decidió quitarse la vida. Todo lo contrario. Hiso algunas preguntas e, indago en mis recuerdos. Forzándome a rememora. Aquel doloroso momento. Un par de veces. Haciendo, algunas anotaciones. Antes de concluir con su análisis.

Su diagnóstico final. Fue depresión, y estrés postraumático. El mismo diagnóstico, que nos dio el psicólogo en casa. No obstantes a, pesar de esto. Ella decomiso, mis medicamentos. Alegando, que mi condición. No requería, antidepresivos tan potentes. De hecho. Pude notar. Un ligero rastro de preocupación, en su mirada. Cuando vio la etiqueta, de mis medicamentos. Así como las dosis, que tenía asignadas. Tal parece, que no es normal. Que una chica de mi edad, recurra a un tratamiento tan severo. O al menos. Esa fue la impresión que me dio, su extraño comportamiento. Al arrancarme ¡Literalmente, de las manos! Los frascos de pastillas. Para después colocarlos, en una caja con llave. Llave que, guardo celosamente. A manera de collar; con una cadena, en su cuello.

Pero esto, no acabo ahí. Además de cambiar mi medicación. Receto adicionalmente, algunas sesiones de terapia. Sesiones que tomare con ella martes, y jueves. Debido a que la doctora, considera. Que mi condición requiere, mas que un simple tratamiento para la depresión. Y que necesito hablar con alguien, sobre el problema. Para poder desahogar el dolor, la culpa, y la frustración. Porque, según parece. Estoy sufriendo, una especie de bloqueo emocional. Y tal vez, tenga razón. No recuerdo haber derramado una lagrima, en el funeral de papa. Me sentía triste, me dolía, y quería gritar. Pero simplemente, las palabras no salían. Ni las lágrimas, fluían. Solo sentía un inmenso vacío, aplastando mi pecho.

Lo más preocupante. Fue lo que me dijo la Dra. Lilith, al final de nuestra primera sesión. En sus propias palabras. "Cuando hablaste de tu padre. Detallaste demasiado, la forma en la que lo encontraste. Eso, no es normal. Una persona, que sufrió un shock tan grande. No debería poder recordar todo, tan vívidamente. Es como si hubieras estado en la habitación, el tiempo suficiente. Para memorizar cada detalle, antes de salir. Lo que contradice, tu historia. Por qué dices, que en el momento que lo encontraste. Corriste a, alertar a tu madre. Y cuando tu madre, comprendió lo que sucedía. Ella te impidió volver a entrar. Y después de eso. Por miedo, no has vuelto a entrar a la oficina de tu padre. Entonces ¿Cómo recuerdas todo tan claramente? Además. Me cuentas todo, sin siquiera derramar un lagrima. Lo que me hace pensar, que la muerte de tu padre. Tal vez, no es el verdadero problema aquí. Y que tal vez, solo tal vez. Tu mente está bloqueando algo. Que es la causa principal de tu dolor, tristeza, y tu aflicción".

La verdad mama. No se que pensar. La Dra. Lilith, parece alguien capaz. Pero dudo que las cosas, sean como ella dice. Pienso, que son tonterías ¿Qué podría estar bloqueando mi mente? ¿Acaso vi algo más, de lo que recuerdo? Realmente, no quiero pensar en ello. Mas ahora, que soy compañera de habitación de Amity. Es más. Ni siquiera, le he contado. Que estoy yendo a terapia. Mucho menos. Que tomo medicina, para la depresión. Simplemente, no quiero que piense. Que está compartiendo una habitación, con una loca. En este momento de mi vida. No podría soportar, el rechazo. Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos. Por ocultar, que todo está bien. El cambio de medicamento, me ha afectado bastante. Y creo que ella, comienza a notarlo. Amity, no es tonta. Ella es una chica muy inteligente. Eventualmente, se dará cuenta. No imagino, que pensara de mí. Cuando lo sepa... Me preocupa que se asustes, y quiera cambiar de habitación. No quiero estar sola. Odio la soledad. No se que hare, si me abandona....

 No se que hare, si me abandona

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Cartas de Luz a Casa • LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora