Carta 11: Trabajando para Edalyn

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La agente Luz, reportándose una vez más. Con un nuevo informe de avance. Del estado la misión actual: La conquista del continente europeo. La cual, no ha tenido avances relevantes. Debido a que el internado Hexide. Se opone rotundamente a la colaboración con esta agente. Por lo que deberé abortar el enfoque actual, y derrocar el sistema escolar desde dentro. Puede que tarde años. Pero esta agente, no se rendirá. No hasta que haya pizza en la cafetería. No hasta que permitan cuatro horas de recesos. No hasta que permitan excursiones a logares divertido. Y no mientras boscha, siga siento una molestia.

Bueno. Retomando, desde donde lo deje en mi última carta. Llego finalmente, la fecha acordada. El viernes en la tarde. Amity, y yo. Fuimos llevadas por la doctora Lilith, al almacén detrás de la cafería. Lugar, donde conocimos a la hermana de la doctora. Su nombre era Edalyn. O así fue, como la presente la doctora. Sin embargo. Ella prefiere ser llamada, solo Eda. Según parecer. El nombre Edalyn, la hace sentir anciana. Aunque, realmente le queda. Ya que su cabello es de color gris, y se ve mas mayor que la doctora. No obstante, por la conversación que ambas hermanas tuvieron. Descubrimos, que Eda era la menor. No quiero entrar en detalles. Pero la doctora Lilith, dijo. Que Eda, era el ejemplo. De como no se debía vivir la vida. Y que su estado actual. Era el resultado, de sus mala decisiones en el pasado. Aun así, y a pesar de todo. Pude ver algo de cariño y preocupación, en los ojos de ambas. Cuando estas se miraban la una a la otra. Discutiendo viejas rencillas, que no llevaron a nada. La familia es la familia, supongo.

Al final. La doctora, le dio un abraso a su hermana. Lo que desconcertó un poco a Eda. Sin embargo, ella no lo evito. Susurraron un par de palabras, inaudibles para nosotras. Luego soltaron un par de lágrimas. Y de un segundo a otros, estaban riendo; como si nada hubiera pasado. Segundos después, la doctora termino el abrazo. Pero Eda, no la soltó enseguida. Dejo pasar uno segundos más. Se seco lo que quedaban de sus lágrimas. Y luego la soltó. Puedes escuchar, tenuemente a la doctora. Diciendo, "esa es mi chica". A lo que Eda, sonrió. Respondió, "Cuídate Lilith".

Sin mas que decir. La doctora, nos presento a su hermana. Y al terminar, se retiró. Dejando a solas con Eda. Quien no espero, ni medio minuto. Antes de ordenarnos, bajar cajas de su camión. Cosa que nos llevó, más de una hora ¡Malditos brazos de nerd! Si fuera mas fuerte. Estoy segura, que hubiéramos acabado mas rápido. No sé si Amity, habrá pensado lo mismo que yo. Aun así. Trabajamos lo más rápido que pudimos. Y cuando la última caja estuvo en el almacén. Eda, nos dijo que subiéramos a su camión de reparto. Minutos después, salimos del internado.

¡Finalmente, fuera de prisión! Expresé, en voz alta. Sin siquiera pensarlo un poco. Lo que hiso sonreír a Eda. Quien no esperaba una reacción así, de mi parte. Y de manera casi inmediata, grito ¡Finalmente, fuera de prisión! Para después reír, durante algunos minutos. La actitud y personalidad de Eda. Era completamente contraria a, la doctora Lilith. Mientras que la doctora era seria, recatada, y tranquila. Eda era divertida, indiscreta, y espontanea. Especialmente. A ella le gustaba ser libre, y vivir la vida al máximo. Un verdadero ejemplo a seguir, si me lo preguntan.

Esa misma tarde, llegamos a la casa de Eda. Un edificio de dos plantas; cercano a al centro de parís. Al llegar. Eda nos explicó, que solo tenía un cuarto de huéspedes. Por lo que Amity, y yo. Tendríamos que compartir cuarto y cama. Todos los fines de semana, que estuviéramos trabajando para ella. Además, también nos explicó. Que el negocio de abastecer alimentos al internado. Era uno de sus dos trabajos. Ya que no ganaba tanto con ello. Por lo que su segundo trabajo. Era vender ropa francesa de segunda mano, por internet. Motivo por el cual, también tendríamos que ayudarla con su otro negocio. Acomodando ropa, formando conjuntos, tomando algunas fotos, y publicando productos en su sitio web. A cambio. Ella nos daría algunos euros, por las molestias. Y nos regalaría algo de ropa. Para que pudiéramos salir a pasear por el área. Ya que, si salíamos a la calle con los uniformes del internado. Nos meteríamos en muchos problemas. La verdad. No lo pensé mucho, y acepté. El otoño, no hacía más que mejorar.

 El otoño, no hacía más que mejorar

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Cartas de Luz a Casa • LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora