Carta 16: Estudiando en el exterior

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El fin de semana, a llegado de nuevo mama. Al igual que las semanas anteriores. Eda, paso a recogernos; el viernes en la tarde. Y hemos salido del internado, sin el menor contratiempo. Realmente, por el estrés de las clases ¡Ya nos urgía, escapar un rato de ese lugar! Lamentablemente, las cosas no son tan fáciles. A pesar, de que dejamos el internado por un tiempo. No pudimos librarnos de la preocupación, de los exámenes; que comenzarían, la siguiente semana. Por lo que, en esta ocasión. Tuvimos que llevarnos algunos libros, apuntes, y libretas. Para estudiar, durante nuestro tiempo libre.

Eda, fue bastante comprensiva. Cuando le contamos, sobre los exámenes. Ella dijo, que solo la ayudaríamos con el trabajo de la recolección de suministros; durante las mañanas. Y que el resto del día, podríamos usarlo para estudiar. Al menos, hasta que terminara el periodo de exámenes. Después de eso, volveríamos a la rutina normal; de armar tops de ropa, y gestionar su sitio web. Algo, que agradecimos bastante. Ya que los exámenes, estaban cada vez mas cerca. Y francamente, no me sentía del todo preparada. Lo mejor, seria dar un repaso a las materias que mas se me complicaban. Y reforzarlas, con ayuda de Amity. A su vez, yo la ayudaría con la materia de arte. Modelando para ella, en diferentes poses; para que me dibujara, y se acostumbrara a mi figura. A veces, no podía resistir molestarla un poco. Diciéndole -Amity Blight, píntame como a tus chicas francesas-. Ocasionando, que su rostro se enrojeciera; cual, salsa de tomate. Una imagen, bastante divertida.

Como era bastante aburrida, la idea de encerrarnos a estudiar todo el fin de semana. Eda, nos propuso. Que fuéramos a estudiar a un parque; aun par de calles de su casa. Como era fin de semana, pasaríamos desapercibidas; como un par de estudiantes comunes. Y nadie nos molestaría o, cuestionaría nuestra presencia en el lugar. Así que después de armar, un par de conjuntos; que nos pusimos, para no usar el uniforme del internado. Dejamos la casa de Eda. Llegando al parque, veinte minutos después.

El lugar, era bastante agradable. El olor a pasto humado, y piñas silvestres; me parecía refrescante. Después de tanto tiempo, del olor acre en el internando. Supongo que Amity, sintió lo mismo. Ya que a nuestra llegada. Respiro con fuerza; mientras sujetaba mi mano. Para luego susurrar palabras; inaudibles para mí. Tomando, con un poco de sorpresa. Pero al final, no le dio mucha importancia. Y avanzamos juntas, hasta que encontramos una especie de mesa de picnic; aun lado del camino. Sitio que elegimos para colocar nuestras cosas; y empezar a estudiar.

El clima ese día, se sentía fresco; podía sentir, como la briza acariciaba mi piel. Por lo que no fue incomodo, quedarnos en ese sitio; durante un par de horas. Todo era paz, y tranquilidad. Cada una, estaba con lo suyo. Pero si una tenia problemas, pedía la ayuda de la otra. Debes en cuando, el clima se volvía tan agradable. Que no podía evitar el bostezar. Y si darme cuenta. Me quede dormida, en el hombro de Amity. No puedes imaginar, la vergüenza que sentí. Cuando me desperté, minutos después. Amity, dijo que estaba bien, y que no era un gran problema. Pero para mí, fue bastante vergonzoso. Especialmente, porque babee su hombro un poco. - ¡Dios, porque soy un bicho raro! - 

 - ¡Dios, porque soy un bicho raro! - 

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Cartas de Luz a Casa • LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora