Cartas de Luz a Casa • Lumity

Carta 10: Comienza un buen otoño

Hola mama. Aun no puedo creer, que dos meses pasaran volando; en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, el otoño ha llegado. Dejando atrás el verano. Lamentablemente. No pude conocer las playas francesas, durante esa estación. Gracias a que el internado. No permite excursiones a ese tipo de lugares. Solo a museos empolvados, y galerías de arte ¡Puedes creerlo! Ahora es demasiado tarde. Las hojas comienzan a cambiar de color. Y el clima se hace un poco más frio. Ir a la playa con este clima, no será para nada agradable. Salvo que haya días calurosos. Aun así, el internado no lo permitiría. Así que me tendré que quedar con las ganas de estrenar mi nuevo traje de baño; ese que no te gusta porque es muy pequeño, y revela mucha piel. Creerás que cuando Amity, lo vio. Enseguida fue a hablar con la directora. Para saber, si con una petición firmada. Era posible, que hiciéramos una excursión a la playa. He de imaginar, que le gustaba la idea tanto como a mí. No obstante, dudo que la directora acepté. El internado es muy estricto, cuando algo pude brindar felicidad a las alumnas.

Por cierto. Mi relación con Amity, va mejorando día con día. Después de que aclaramos las cosas, la ultimas ves. Hemos vuelto a ser grandes amigas. De hecho, mejores amigas. Nuestra amistad solo podría mejorar. Si decidiéramos cambiarnos, y viajar juntas. Sin embargo, creo que es muy temprano para pensar en eso. Por el momento, somos un dúo inseparable. Hacemos todo juntas. Incluso Amity, bromea diciendo. Que algún día, terminaremos bañándonos juntas. De lo tan cercanas, que somos. A lo que respondo. Bromeando, que ya dormimos en la misma cama. Lo que hace, que se sonroje de vergüenza. Realmente es divertido molestarla. Y ver como el tono de su piel; cambia de un blanco aperlado a, un rojo remolacha.

Con respecto a la terapia. Todo va bien. Esta semana. La doctora Lilith, me cambio el medicamento. A uno menos potente. En sus palabras, el avance que llevamos es buena señal. Además, recalco. Que para mejorar el tratamiento. Lo mejor era que saliera al exterior, para distraerme. Lo que era prácticamente imposible. Ya que como estudiante. No podía abandonar el internado. Y solo podía caminar un rato, por sus alrededores. Prácticamente. Mi vida era estudiar, comer, estudiar y dormir; en un ciclo, que no parecía terminar. Simplemente, no había espacio para relajarme.

Después de explicarle a ala doctora Lilith. Que era imposible para mí, salir al exterior. Me dijo, que no debía preocuparme. Que entendía perfectamente la situación. Y que tenía algo en mente, que podría solucionar el problema. Al parecer, la doctora tiene una hermana. Quien tiene un pequeño negocio de abastecimiento alimentos, y consumibles. Ella se encarga de entregar víveres al internado. Según parece. Llega en pequeño un camión todos los viernes, para levantar el pedido de compras. Y los lunes regresa a entregar la mercancía. Sin embargo, tiene un convenio con el internado. Por lo que cada año. Dos alumnas voluntarias. La ayudan a realizar el reabastecimiento. A cambio. Estas alumnas pueden saltar la clase educación física, y salir del internado durante el fin de semana. Siendo la hermana de la doctora, responsable de estas.

Al escuchar esto, quede fascinado. Por lo que preguntes ¿Cómo podía apuntarme? A lo que respondió. Que ya me había anotado, como voluntaria. Además, me pregunto. Si tenía en mente alguna otra persona, que estuviera interesada en ser voluntaria. A lo que di el nombre de Amity, sin dudar. Realmente no quería que se quedara sola, si me iba los fines de semana. Así que la metí al plan, sin siquiera consultara. Aun así, cuando se lo dije. No pareció molesta. Mas bien, se veía confundida. Pero al final lo acepto. En el momento que supo, que solo seriamos las dos. Tenía razón. Ella tampoco quería que la abandonara los fines de semana.