Nota del autor: esta historia en un fanfic, los personajes no pertenecen. Y la historia, no está conectada al universo principal de "The Owl House". Algunos personajes, son reinterpretaciones acordes a la trama. Incluyendo, los que no aparecieron en la serie. Pero que tienen alguna participación. Como el padre de Luz.
Bitácora de luz. Esta noche, he despertado asustada y cubierta en sudor. Menos mal, que mi abrupto movimiento. No ha despertado a Amity. Quien dormía tranquilamente a mi lado. Debo agradecer, que ella tiene el sueño pesado. De lo contrario, habría tenido que dar demasiadas explicaciones. Y en este momento, eso lo último que deseo. Siendo sincera. No es la primera vez que pasa esto. Al menos no, durante esta semana. Ya van varias noches, que despierto de la misma manera. Aterrada y confundida, por una horrible pesadilla; que me atormenta, desde mi última regresión.
Mama, espero que jamás sepas las cosas que he visto en mis memorias ¡Es simplemente terrible! Preferiría, evitarte el dolor. Y ser yo la única que tenga que sufrir la agonía, que significa conocer la verdad. Una verdad, tan horrible. Que incluso ahora. Una parte de mí, sigue sin querer aceptarla. A pesar de que estuve presente, el día que todo ocurrió. El día que la imagen que tenia de mi padre, quedo destrozada por completo. Y descubrí la verdadera naturaleza, que se ocultaba tras aquel fulgor; de amor y cariño ¡Algo tan oscuro! Que hace que se me revuelva el estómago, de solo pensar en ello.
Oscuridad, fue lo primero que vi. En el momento comenzar la regresión. Al igual que siempre, avance sin temor hacia lo desconocido. Sumergiéndome profundamente en la vorágine de sombras. Hasta que la luz se hiso presente, y me vi colocada frente a casa. Extrañamente, no recordaba haber estado en este lugar. Al menos no en la fecha original, a la que me haba transportado la regresión. Que no era otras. Que un día después de la llamada, que mi padre tuvo en el auto. La extraña llamada con el tal Marcus. Sin prestarle atención al suceso. Me agache, y camine de puntillas; rodeando la casa. Para mi sorpresa. Pude ver movimiento en la cochera, mientras me acercaba. Por lo que trate de ser cuidadosa, y me oculte tras unos arbustos. Moviéndome, pecho tierra. Avanzando más y más, hasta colocarme tras los rózales; que plantaste la primavera pasada. Lugar donde me quede. Observando la escena que se desarrollaba dentro de la cochera.
En la cochera, papa hablaba con un hombre. Supuse que era Marcus. La persona con la que había hablado, durante el trayecto a casa; el día anterior. Sin embargo, como nunca conocí. O al menos, no en persona. Su rostro, se veía borroso para mí. Y aunque intentaba, forzar el recuerdo. Era imposible, llenar los espacios faltantes. No obstante, el que pudiera ver la escena. Solo significaba, que había estado presente en el lugar; cuando ocurriendo los hechos. Lo que era muy extraño. Ya que no tenia ninguna memoria, acerca de ello ¡Que estaba pasando!
Sin saber, como reaccionar. Solo fui una espectadora de la escena.
-Marcus, escúchame- expreso mi padre molesto. - ¡Qué hiciste con el paquete! -
- ¡Te dije, que no lo tengo! Simplemente despareció-
- ¿Realmente, quieres que me trague eso? ¡Nadie es tan estúpido, como para perder media tonelada de oro, así como así! ¿Qué hiciste con él? - mi padre se veía frustrado, y molesto.
-Ya te lo dije. Estaba en mi camioneta. Baje a casa a buscar una lona para cubrir la caja. Y cuando regrese había desaparecido-
-Marcus, si me estas mintiendo. Ambos sabemos que no vas a disfrutar del oro, antes de que tengas una soga atada al cuello. Y créeme, que yo seré el primero que jale de esa cuerda-
-...- temeroso, Marcus bajo la mirada.
-Si no vas a hablar por ti. Habla por tu familia. Tu y yo sabemos, que son los primero por los que irán; cuando tu desaparezcas-
-Dios...- Marcus, suspiro. -De acuerdo, yo escondí el oro-
-Lo sabía. Ahora ¡Porque demonios lo hiciste! – expreso mi padre.
-La pregunta es ¿Por qué no lo haría? A diferencia de ti, señor perfecto; que vive en una casa grande, y tiene una familia ideal. Yo no tengo absolutamente nada. Crecí cuidándome a mi mismo en una vida de pobreza. Que al final, se convirtió en una vida de lacayo; cuando me uní a la organización. Preguntas ¿Qué porque robe el oro? Pues, sencillo. Vi el oro, y me gano la codicia. Qué más puedo decir-
- ¿Y creíste que ibas a sobrevivir, después de robar el oro? Ese oro, es dinero lavado-
-No sabía, de quien era el paquete. Hasta que me dijiste, que era del jefe-
- ¿Entonces, de quien pensaste que era el paquete? -
-Pensé que era un encargo más. Sabes que no me dan la información de entrega, y que solo me dan coordenadas GPS; que se actualizan durante la ruta. Entrego, el cliente hace una transferencia, y me largo. Siempre es así-
-Eres un tonto. Olvídalo, ahora dime donde está el oro. Debemos entregarlo o, ambos seremos hombres muertos-
-Bien. Pero debes prometerme mi seguridad, y la de mi familia-
-Lo hago-
-...- Marcus, saco un papel de su bolsillo, y se lo entrego a papa. -Ahí están las coordenadas. En ese lugar, hay una cueva oculta tras una roca. Encontré ese sitio cuando era niño. Solía esconderme ahí, cuando tenía problemas con mi padrastro-
-Solo lo ocultaste ahí-
-No. Dentro de la cueva hay dos caminos. Hay que ir por la izquierda, hasta encontrar un lago subterráneo. Ahí arroje los lingotes, dentro de bolsas. Las cuales ate con cuerdas a, una roca-
-Bien-
-Ahora ayúdame-
-Lo hare- de la nada papa levanto un arma-
- ¡Que estás haciendo! -
-Lo siento Marcus. Pero no eres el único, que es débil a la codicia- disparo el arma. Acto seguido. Marcus, cayó al suelo. Sin hacer ningún sonido más.
Asustada, me resbale. He intentado no caerme. Presione por error, mi mano derecha sobre el rosal. Clavándome las espinas. Y aunque estuve a punto de gritar. Cubrir rápidamente mi boca, con la otra mano. Ahogando mi grito, para no ser escuchada. A continuación, mire mi mano ensangrentada. Y recordé, que si me había hecho esa herida. Incluso, mi madre la había tratado. Pero no recordaba, como me la había hecho. Todo era tan confuso. Aun así, esa herida era real. Lo sabía, porque me había dejado una pequeña cicatriz.
-...- sin inmutarse. Papa saco su teléfono, he hiso una llamada; con una expresión bastante fría - Marcus, desapareció-
-....-
-No lo sé-
-...-
-Habrá que buscarlo. Él es el único que podrá decirnos el paradero, del paquete desaparecido-
-...-
-Bien. Me reuniré con los demás, más tarde- sin decir más, colgó la llamada. Segundos después, cerro la puerta del garaje. Dando un largo vistazo al exterior, asegurándose que no hubiera testigos. Por instante, y sin que el lo supiera. Nuestras miradas, se cruzaron. Su mirada era tan diferente, a como la recordaba. Como si escondiera una gran oscuridad. Hasta que de la nada, grito mi nombre. - ¡Luz...! - y ese es el momento, en el que despierto de la pesadilla. Casi el mismo instante, en el que salí de la regresión.
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Cartas de Luz a Casa • Lumity
FanficEn el veranos del 2014. Luz Nocedad. Una chica, nacida en republica dominicana. Es enviada por su madre a, un internado en Francia. Después, de que el padre de esta. Muriera, en extrañas circunstancias. Vive la historia de Luz. A través de las car...