Segunda parte de ~El Juicio de la Luna~ en versión NSFW.
Diez años después de haber cambiado de cuerpo y haber guardado en el olvido sus experiencias y recuerdos, alguien decide volver a enjuiciar a estos 8 egresados de la Academia UA.
Ships: Kamij...
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Sin saber siquiera que aquel sujeto fantaseaba con sus recuerdos, del otro lado del planeta Bakugou despertaba con el sonido de su alarma. Pronto abrió los ojos y vio su propio rostro a pocos centímetros del que ocupaba, notó como su mueca se contrajo frunciendo el ceño y se después se giró para el lado contrario. Él se sentó en la cama y apagó la alarma y ya se iba a levantar cuando Uraraka habló.
- ¿Qué hora es? –
- Las cinco y media. –Respondió sin mirarla, quiso apagar la alarma antes de despertarla pero no lo consiguió.
- Te levantas muy temprano. -
- Siempre. - Dijo avanzando apagando la alarma. - Duérmete otro rato porque no vas a entrenar. -
- Ok.- Ella ni se lo pensó y volvió a acurrucarse; él puso otra alarma y cerró los ojos con el teléfono en la mano, así mismo se quedó dormido porque el cuerpo que ocupaba tenía falta de sueño por el trastorno del jet lag que estaba experimentando; él estaba acostumbrado, pero el cuerpo de ella no así que los ojos se le cerraron solos.
A cuarto para las siete de la mañana la alarma volvió a sonar y él se apresuró a apagarla; vio la mueca de queja en el rostro que era suyo y supo que no pudo apagar el aparato antes de despertarla, pretendía escabullirse de la cama antes de que ella despertara pero no pudo.
- ¿Qué hora es? -
- Seis cuarenta y cinco. -
- Hmmm... -
- Duérmete. - Y se levantó rodeando la cama pero ella no lo dejó irse.
- Hablemos. -
- No hay nada que hablar. -
- Sabes que sí. - Bakugou suspiró y regresó a la cama, pero no se acostó en esta sino que se sentó en el borde del lado donde ella estaba metida en la colcha y se apoyó en los muslos; una pose que acostumbraba, pero demasiado masculina para el cuerpo que ocupaba. Aún así ella no dijo nada porque lo que tenía en la cabeza era más importante. - Katsuki kun... -
- Si me vas a hablar de tu novio ahórratelo, no quiero escuchar esas mierdas. -
- Yo no tengo novio. - Dijo escandalizada porque ante la idea se le crisparon los vellos del cuerpo, sin mencionar que la cara se le encendió; él podía verla por la penumbra de la estancia, irónicamente la luz de la luna que se colaba por la ventana los iluminaba.
- Lo que sea. -
- Apenas salimos un par de veces, es todo, él dijo que... que me esperaría para cuando regrese, aunque pienso que lo hizo amablemente a raíz de todo lo que sucedió. -
- ¿Algo más? -
- Katsuki kun, ¿por qué estás así? -
- ¡Joder Ochako! ¿Es que acaso no lo entiendes? Pensaba que sí, que viniste porque estábamos exactamente igual, pero veo que no. -
