~El Nuevo Juicio de la Luna~

~Destinado Encuentro~

Bakugou condujo hacia Musutafu usando una aplicación con GPS pues nunca había conducido en Japón; aprendió en Estados Unidos y allá sacó su licencia y por ende necesitaba un mapa, aunque había crecido ahí, no era lo mismo correr o jugar, que conducir. Uraraka después de comer su mochi se metió en las redes sociales y aquel teléfono no dejaba de vibrarle en las manos; tanto fue que terminó silenciándolo y cuando notó que al rubio se le marcaron las venas de la mano mientras sujetaba el volante, decidió dejar las redes por la paz.

- ¿Quién te busca tanto? - 

- No es... no son notificaciones de amigos, ojalá... son etiquetas. - 

- Joder, después de ir con mis padres iremos a resolver eso Ochako. - 

- Si... está bien. - Ella se veía pensativa y él no pudo evitar sentirse presionado; pero era algo que tenía que hacer como gajes del oficio de héroe; él lo había hecho, claro, no disculparse, pero sí dar la cara a sus responsabilidades, algo que si hubiera hecho desde un principio, le ahorraba todo el calvario. Pero Uraraka fue a atenderse al hospital y cuando salió ya estaba la controversia por doquier lo cuál la tomó desprevenida y por ende terminó encerrada en la agencia mientras el asunto crecía y crecía. Bakugou leyó el asunto y se empapó en el tema dándose cuenta que no era para tanto, si el hombre ya estaba muerto, los familiares lo estaban agrandando de alguna manera. 

Pero todo le estaba afectando así que decidió que era mejor mantenerla entretenida en otra cosa y eso iba a hacer. 

- Estamos cerca. - 

- ¿Tú creciste por aquí? - 

- Ajá. - 

- O sea que jugabas por aquí cuando eras niño. - 

- Seeh... en el parque o nos metíamos al área protegida por una reja rota. -

- Vaya... chicos... - Dijo rodando los ojos y él torció la boca. 

- No me jodas, que hasta Deku que es un mojigato, iba. - 

- Iba siguiéndote. - 

- Eso es cierto... - 

- Lo sé, él me lo dijo. - 

- ¿Hablabas de mi en tus citas con él? - 

- ¡No eran citas! Y sólo fue una vez que hablamos de ti... -

- Ya... - 

- ¿Y cómo eras de niño? - 

- Era... normal. - 

- Ay por favor, tu y yo sabemos que eso no es cierto. - 

- Lo fui... hasta que manifesté mi quirk y... dejé de serlo. - Ella notó que a él le cambió la cara, como si algo le molestara y se sintió aprensiva de cierta manera. 

- ¿Por qué? - Dijo de manera suave haciendo que él captara el interés de ella. 

- A partir de ahí comenzó la presión y me volví obsesivo con mis metas; y ya no recuerdo como es ser de otro modo, es mi estilo de vida. - Katsuki detuvo el auto y ella giró el rostro. - Todavía falta pero no quiero hablar de esto en casa de mis viejos. - Ella asintió y esperó; él continuó tras quitarse el cinturón y girarse un poco en el asiento.  - Todos esperaban tanto de mí y me lo decían a cada rato que no podía ver un futuro diferente a eso; para un niño que tus padres, tus maestros, tus amigos te digan que llegarás a ser un gran héroe es algo inmenso; me vi a mi mismo como All Might y ya eso no salió de mi cabeza. Pero... bueno contigo no me da vergüenza decirlo porque eres tú. -