Quédate conmigo

Capítulo 25: Celos, los celos me enloquecen, me matan

– Katra Castle –

Thania me abandono para ir al baño y aunque intente seguirla, ella me castigo, así que no podía entrar a matar dos pájaros de un tiro.

O sea, bañarme y quitarme las ganas.

Decidí pasar al armario para buscar algo de ropa que he dejado últimamente en su departamento. Saque algo bastante formal ya que la acompañaría a su oficina y no iba a desentonar con ropa de superhéroes. Hoy no trabajaba ya que la cafetería había cerrado por 2 días.

Ashton estaba teniendo problemas con sus padres, sus padres eran buenas personas, pero con una relación complicada con su hijo, Ashton no era muy de seguir las órdenes de su familia y guiaba la cafetería de una manera que su papa no aprobaba.

Sobre todo, porque Ashton había querido estudiar en una universidad en vez de preparar cafés todos los días.

La voz de Thania resonó por el departamento. — Amor ¿Estás en la cocina?

—Si estuviera ahí el departamento ya estaría ardiendo en llamas. — Sali con la ropa doblada en la mano.

Trastabille un poco cuando ella pareció en mi campo de visión, llevaba una toalla enredada en el cuerpo, el pelo mojado y de este caían pequeñas gotas que quedaban en su hombro y bajaban perdiéndose de vista.

Quien fuera agua.

—¿Tengo ojos sabes?

—Si, pero también pechos y a comparación del resto yo sí puedo verlos. — me acerque para besar su cabeza. — Te ves estresada ¿Hoy tienes mucho trabajo pendiente?

—No realmente, llegaron tres nuevos empleados que fueron transferidos de la empresa de mi padre a la mía. — tomó una toalla para secarse el pelo. — Los conozco y dudo mi hermano me haya derivado a estos tres tipos por buena conducta, se esta sacando un problema de encima para que su hermanita mayor lo resuelva.

—Se que lo manejaras bien. — deje una pequeña mordida en su nariz provocando que la arrugara. — a mi me manejas bien y yo te colmo la paciencia. — arrugo la nariz. — ahora quiero que tu cuerpo salga de mi vista antes de que esa mordida vaya a otra parte que no tiene nada que ver con tu cara. — me aleje para entrar al baño. — No me tardo.

Si me tarde poquito, intento tardar poco en el baño, pero no puedo.

Lo que había elegido para llevar era un abrigo con cuello alto negro pegado al cuello con una chaqueta gris y pantalones negros, formal, cómodo y sencillo.

Thania me dijo que si me volvía a ver con zapatos de correr sucios ensuciando sobre su alfombra me vendería los órganos por el mercado negro,

Aprecio mi hígado.

Sali del baño ya bañada con el cabello húmedo y me apresure a vestirme, pensé dejar secar el pelo al aire, pero vi que no era buena idea por el clima así que me pase secándolo un poco para no enfermarme. Sali al pasillo en busca de Thania encontrándola en el lavaplatos.

—Te demoras un siglo, te hice un café y ahora esta frio. — reto con la mirada. — mi tecnología amigable con el medio ambiente te repudia.

—Exagerada.

—Te demoras como dos horas en el baño.

—Ah, es que lloro una hora, media hora me pongo a cantar canciones de Taylor Swift y lo que resta mirando la pared. — le sonreí. — rutina.

Tire el café al desagüe y caminamos juntas al estacionamiento subiendo al asiento del copiloto, condujo hasta una tienda bajándose por unos minutos para luego volver con un sándwich, un café caliente y una bebida en lata.