Quédate conmigo

Capítulo 34: Terca, dramática y directa

– Thania Knightley –

Diría que me está llevando el demonio, pero ese soy yo así que como te explico.

—Tenemos que hablar sobre tu novia, perdón, exnovia.

Siento que lo hizo a propósito.

— No estoy de humor.

Atrás de el estaba mi madre y mi hermano, mamá con una expresión preocupada, casi segura de lo que iba a pasar, a diferencia de mí que no entendía nada.

Mi hermano con cara de poco amigos lo tomaba de la parte de atrás del traje.

Eso pasa cuando tu hijo crece y te supera en altura y fuerza.

—¿Qué paso? No me asusten, si alguien murió prefiero que me lo digan después, estoy lo suficiente sensible como para que me dé un derrame ahora mismo. — mi vista se dirigió a cada miembro de mi familia.

Maison tiro nuevamente de él.— Cuéntale.

—Tu novia, Katra, bueno ella era un obstáculo para mi y como ya deben saber contrate a alguien para hacerle daño. — bufo resignado a hablar — creo que eso ya lo saben por sus caras —relamió sus labios. — Algo que seguramente no saben es que yo incite a Arthur para que mandara a matar a Katra, teníamos un trato, pero el mocoso es igual de torpe que su padre y no dio suficiente dinero como para que un profesional hiciera el trabajo.

Arthur ofreció dinero para que algún tipo matara a Katra.

¿En qué mundo vivo?

—¿O sea aquí todos están locos? — me acerque gritándole en su cara. — ¿¡Sabes lo que sufrió por su padre, lo mal que se sintió después del secuestro!? ¡Que mierda de padre eres! Alardeas sobre el nombre de la familia durante años, dinero y prestigio, pero no has hecho nada en tu puta vida mas que jodersela a los demás ¿Crees que eso es un legado?

—Ella ya no es nada tuyo, tienes un futuro esposo esperándote, olvídate de ella y has lo que te corresponde.

—Te odio.

Mi madre miraba como si un juego de tenis se tratara hasta que mi padre me pegó una cachetada haciendo que mi rostro se volteara. Maison reacciono por primera vez de forma física empujándolo para luego tomarlo del cuello de la camisa.

—Estoy harto, no vuelvas a ponerle una mano encima. — lo zarandeo agresivamente. — ya no eres tan fuerte como antes y yo no te amo tanto como cuando niño.

Papá le sonrió confiado. — a pesar de que tu no me saliste maricón, eres un lastre de esposo.

Maison se puso completamente rojo arrojándolo al suelo y mamá grito pidiendo que parara.

—Defiéndete cabeza de familia, vamos papá, demuestra quien manda.

Pasaron unos segundos en completo silencio donde mamá lloraba desconsolada y mi mente planeaba las mil formas de matar a Arthur.

Papá se levantó del suelo arreglando su traje, dándole una mirada de advertencia a mamá antes de cruzar la puerta, Maison le tomo la mano pidiendo que se quedara, pero ella no cedió para luego salir de la habitación.

Mi hermano se giro hacia mi y me abrazo pegándome a su pecho y dejando continuamente besos en mi cabeza — Perdón, perdón por no reaccionar antes, por no ayudarte a llevarle la contrario, he sido un mal hermano.

—Siempre has estado ahí, el también es tu papá, no puedo culparte. — hable contra su pecho.

—Lo grabe.

Su pecho vibro al hablar y yo me despegue de él.

—¿Cómo?

—Papá acaba de confesar un secuestro y un intento de asesinato y lo tengo grabado.