II

15.9K 2.3K 2.2K
                                    


Hyunjin abrió el casillero con cierto reproche mental por olvidarse siempre la contraseña del mismo, pues la notita arrugada en el bolsillo de su abrigo ya debería estar descansando en un tacho de basura y no recordándole constantemente que su memoria falla en algunas cosas.

El sonido de unos zapatos finos en el pasillo hicieron a Hyunjin reconocer la dueña incluso si no la había visto aún. Maeve solía vestirse muy elegante para simplemente hacer una actividad rutinaria, pero era un encanto que Hyunjin tomaba en cuenta. Su cabello gris platinado atado en la parte alta de su cabeza y sin ningún cabello rebelde que se oponga al peine, algo que Hyunjin no podía hacer, pues según como su cabello amanecía, él solo se amoldaba a él.

Se paró al lado de Hyunjin, pero parecía ocupada en su teléfono con algo que el mayor no pudo reconocer. Trabajo en el centro, supuso, ser la vicepresidenta del club de estudiantes debía ser complicado.

-Buen día, Hyun. -La menor levantó la vista, sus pestañas largas dejaron un acelero en el corazón de Hyunjin, quién aún no entendía que hacía con una chica tan linda como ella.

-Hola, Maeve. ¿Mucho trabajo? -Hyunjin se dio la vuelta al casillero nuevamente, tomando sus libros y asegurándose de que su nota arrugada en el abrigo con la contraseña aún estuviera ahí.

-Demasiado. Nuevo año, nuevas actividades, nuevos proyectos y sobre todo... nuevos alumnos.

Hyunjin asintió, viendo por la rejilla del casillero como al final del pasillo el chico nuevo que había visto el día anterior luego de sus horas extras en cerámica, hablaba con un profesor y asentía amablemente a sus palabras.

-Ayer... Ayer te vi en la escuela hasta tarde. ¿Ocurrió algo? -Hyunjin intentó echarle una vez más un ojo al nuevo, pero este ya le estaba dando la espalda para entrar al salón.

-De hecho si. Con la llegada de Lee Minho, ha habido una pelea entre profesores. Muchos dicen que por ser deportista no significa que sea un alumno de promedio diez, y otros aseguran que no todo en la escuela es la inteligencia. El centro está tratando de resolver esto. -Maeve hizo una mueca, Hyunjin la vio algo tierna.

-¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

Maeve alzó una vez más la vista del celular.

-Bueno... Por el momento no, pero si encuentro algo que hacer, te avisaré.

Hyunjin asintió, viendo al fondo del casillero, la tortuga de cerámica que planeaba regalarle a Maeve. La tomó el sus manos, pero antes de poder darse vuelta, un beso en su mejilla hizo presión.

-Nos vemos luego, Hyun. Tengo que enseñarle el colegio a Minho. -Maeve se retiró por el pasillo con pasos firmes y su colita aún intacta.

Hyunjin suspiró, cerrando el casillero y dejando la tortuga en su lugar, quizás más tarde se la daría o quizás, si el destino realmente existe y no sirve solo para ser un idiota egoísta, no debía dársela y ya. Quizás Hyunjin debería dejar de pensar demasiado todo. Si, eso era.

Entró a su respectiva aula, sentándose al lado del pecoso que hablaba con Jeongin sobre alguna de los chismes de famosos que solían leer en las redes o revistas.

-Hey, Hwang. -Hyunjin asintió con la cabeza como respuesta al saludo de Félix, quién se acomodo en su asiento para ver mejor a ambos amigos-. A qué no adivinas que pasó el fin de semana con el profesor Kim.

-¿El profesor de Literatura?

-El mismo.

Hyunjin se encogió de hombros sin saber la respuesta, el menor con puntos gris oscuro en sus mejillas, le sonrió con complicidad. Hyunjin se preguntó de dónde sacaba tantos datos de vidas ajenas ese chico.

El cielo es azul - [Hyunho] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora