Había pasado una semana más de clases, un constante cambio en la rutina de Hyunjin y su perfecto plan de vida. A lo largo de la semana, solo pudo ver a Maeve un par de veces y recién el domingo por el mediodía tuvo la oportunidad de quedar con ella en el cine a ver un nuevo estreno.
Hyunjin no iba a mentir, la primera vez que tuvo una cita con Maeve estaba demasiado nervioso como para respirar y no morir en el intento, y comparar esa primera vez con esta, era totalmente decepcionante. Los años no habían logrado que él se enamorara más de ella, al contrario, el amor cayó en desgaste y ahora hasta le daba pereza pensar en como acabaría siendo esa salida. No discutían, nunca lo hacían, pero creía que el silencio, la incomodidad y la poca conexión eran aún peor que un par de diferencias.
Maeve llevaba la misma cola alta que siempre e iba maquillada al natural. Tenía una sonrisa en sus labios y un perfume encantador, pero Hyunjin solo podía pensar en lo diferentes que eran. Tomó su mano, buscando un tacto de calor en el sentimiento frío. Maeve lo aceptó, le sonrió, y ambos entraron a la sala en silencio. No hubo calidez, solo presencia y eso era agotador.
Durante todo el transcurso de la película, no pudo evitar caer en manos de sus pensamientos. Ni siquiera recordaba de que trataba, él estaba más preocupado pensando en que no pudo pelear contra el destino y que quizá Maeve y él debían volver a una amistad, pero no sé animaba a bajar los brazos, no porque tuviera miedo de perderla, sino porque temía perderse a él mismo.
¿Como debía sentirse cuando creía ser una persona, tenerlo todo al alcance y la vida le da vuelta las cartas y ahora no tiene idea en qué lugar está su mazo? Estaba perdido en la propia partida de la vida incluso si todas las señales apuntaban a la misma dirección.
—¿Qué te pareció la película? —Maeve rodeó su brazo con el de Hyunjin, ambos caminando en dirección al primer café que vieran.
—Entretenida. ¿A tí? —no recordaba ni un solo detalle de la película, pero no iba a decirle eso a Maeve.
—Estuvo linda, aunque el final fue algo forzado. ¿Tú qué cambiarías?
Hyunjin no respondió. No supo que decir y Maeve le miró con el ceño fruncido.
—Amh... No lo sé, no soy director de cine —se excusó el mayor, entrando a un café sin siquiera mirar el nombre del lugar.
—Hyunjin, ¿cuál fue el final de la película? —preguntó con trampa su novia, sentándose en uno de los sillones.
—¿Los protagonistas quedan juntos?
—Jin, la película era sobre el fin del mundo —Maeve se cruzó de brazos y le miró con diversión. Hyunjin hizo una mueca tapando su rostro con la carta—. Muy bien, vamos a hablar sobre esto.
Maeve le bajó la carta al mayor, haciendo suspirar a su novio y sabiendo que ambos pedirían lo mismo de siempre.
—¿Hablar de qué? —soltó inocente Hyunjin, mirando directo a Maeve y pensando en si era mejor salir corriendo al baño o fingir tener un ataque cardíaco.
Hyunjin tenía un serio problema para enfrentar las situaciones que ameritaban problemas a futuro, sobre todo si eso cambiaba el rumbo de sus caminos. Debía hacerlo, debía chocar con ese muro, pero no creía nunca estar listo para el impacto, así que simplemente se detenía a la mitad.
—De nosotros, del destino, de los colores, Jin. Lo sabes, no estamos yendo a ningún lado —sentenció la chica, acelerando el corazón de Hyunjin al oír aquello.
Si iba a perderla después de todo y no podría hacer nada al respecto, era un ciego por elección, la venda debía ser quitada de una vez por todas.
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El cielo es azul - [Hyunho] [✓]
FanfictionEn un mundo donde el destino ha hecho un pacto injusto con la biología humana, toda persona en la tierra será incapaz de ver la gama de colores completa hasta que tenga el placer de conocer a su alma gemela y generar algún lazo con ella. Hyunjin, co...