El cielo es azul - [Hyunho] [✓]

XXXII

La puerta principal de la casa de los Hwang se abrió cuando Hyunjin decidió que era un buen momento para que Jisung, el chico que lo visitó sin aviso, se retirara. El visitante, ofendido, no hacía más que indignarse con comentarios sobre la falta de atención a sus amistades desde que se había puesto de novio con Minho. Hyunjin ya no escuchaba sus reproches, se encargaba de colocarse una bufanda mientras el menor hablaba.

—¿Cuándo vendrás a algún partido? —Jisung se veía ofendido, pero lo cierto era que, al final, era aún más dramático que Hyunjin.

—Fui el sábado a uno, te alenté desde las gradas con Felix. Incluso llevamos camisetas con el escudo del equipo —aclaró el mayor, una sonrisa decoraba sus labios. Jisung colocó las manos en su cintura como una señora reprochando algo con determinación.

—Eso no es suficiente.

—¿Qué quieres de mí? —Hyunjin cerró la puerta y el aire frío del exterior golpeó ambos cuerpos.

—Atención, por supuesto. —Jisung continuó quejándose, pero una sonrisa también se le escapó. En ese momento, el teléfono de Hyunjin sonó—. Oh, no me digas, es Minho.

—Voy a contestar, gasta todas tus quejas mientras tanto así las ignoro satisfactoriamente —soltó con burla Hyunjin. Jisung abrió la boca, listo para soltar todo lo que tenía guardado.

—¿Disculpa? ¡Estoy hablando yo contigo! Voy a morir solo si tú ya no me quieres. ¿Lo entiendes? Hyunjin. ¡Hey!

Hyunjin se dio media vuelta, atendiendo el llamado y negando con la cabeza ante el reproche de su amigo.

—¿Hola? Estoy saliendo para...

—Hyunjin, soy... —La voz del otro lado de la línea sonaba agotada, su respiración agitada. La sonrisa de Hyunjin se desvaneció de golpe.

—Señor Lee —susurró, sintiendo que el miedo se apoderaba de su cuerpo. Jisung seguía soltando quejas por detrás—. ¿Ha...? ¿Ha ocurrido algo?

—Minho. Él... Entré a su habitación esta mañana. Ayer estaba emocionado por la cita que tendrían hoy y no paraba de sonreír. Pero esta mañana, él solo se sentó en la cama y comenzó a llorar. Hyunjin... Lleva llorando dos horas y no quiere hablar conmigo ni con nadie. Llamé al psicólogo, me dijo que hablara contigo. Hyunjin, él no está bien.

Hyunjin sintió que su corazón se comprimía en su lugar. Su mano, que sostenía el celular, comenzó a temblar. Miró al cielo, el azul del mismo encandiló los pensamientos de Hyunjin. Relamió sus labios, debía ser fuerte por Minho, en algún momento aquello ocurriría.

—Iré enseguida.

Hyunjin se dio la vuelta bajando el celular. Sentía la necesidad de romper el mundo entero y quedarse en un costado con los pedazos entre sus manos. Quería gritarle al destino tantas cosas y luego abrazarlo, porque la injusticia invadía la vida entera, pero bajo tanta oscuridad... habitaba una profunda esperanza a encontrar un haz de luz que ilumine el camino entero.

—¿Y? ¿Ya discutieron por quién dice "Te amo" último y más fuer...? ¿Hyunjin?

En ese momento, el mayor sintió como una lágrima recorría su mejilla. Al final, Minho había ablandado todas sus fuerzas. Jisung lo miró con preocupación en sus ojos.

—Ya ocurrió. Minho llegó a esa maldita oscuridad infinita. Necesito... Tengo que ir allí.

Jisung asintió casi inmediatamente. Tomó las llaves del auto que había usado para conducir hasta allí y tomó al mayor de la espalda para obligarlo a caminar hasta el vehículo.

—Andando, no perdamos tiempo, Jin. Sube al auto. Te llevaré hasta su casa.

El camino a casa de Minho fue como una película triste, dónde sabes desde el principio que algo va a romperte el corazón al llegar al final. Cómo la música acompaña cada sentimiento y el silencio es aún más aturdible que cualquier pensamiento en exceso. La puerta de la casa de los Lee se abrió, escuchó algunas indicaciones del mayor de la casa e incluso vio a su psicólogo en la sala. Silencio. En esa casa habitaba un silencio espantoso. Hyunjin secó sus lágrimas viejas y tomó todo el valor que pudo antes de cruzar la puerta de la habitación de Minho.