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Dos pares de zapatos limpiaron sus suelas en la alfombra grisácea de la entrada a la tienda de música. El aroma a una tarde de lluvia en zona descampada y una cafetera en funcionamiento detrás del mostrador, invadió por completo a ambos chicos. Hyunjin no dudó en demostrar su sorpresa, recordando con nostalgia las tardes con Chris yendo a comprar sus discos favoritos, colocándose los auriculares que conectaban a una radio y oyendo canciones recomendadas por la mismísima tienda.

Minho, por su parte, no perdió ni un detalle del comportamiento del menor, como dejó ir su agarre en su mano con tanta delicadeza que un aire frío pareció rodearlo. Como su mirada iba y venía de los vinilos en las paredes y las guitarras en venta; del mostrador con una canasta de dulces para los niños y carteles brillantes por los rincones. Esa tienda de música era un lugar que claramente causaba algo en Hyunjin y Minho no pensaba olvidar ese brillo en su mirada.

Él realmente tomaba fotografías con sus ojos, guardando cada recuerdo en su cabeza, el único lugar al que uno acude en sus peores momentos, pues es lo único que le queda.

En el centro de la tienda, antes de entrar en los estantes con discos, vinilos, fotografías o álbumes, había un reproductor en el centro de la tienda. Colgaban cuatro auriculares con una distancia considerable de cable para permitir una buena movilidad y sonaba un vinilo de algún artista que el dueño de la tienda quisiera que sonará en el lugar. A eso le llamaba la recomendación del día. Minho sonrió cuando Hyunjin lo hizo.

—Pareces un niño en un parque de diversiones —comentó el mayor, entrando mejor a la tienda y metiendo sus manos en los bolsillos—. Puedes tocar, tortuga, pero no vayas a romper nada o tendrán que pagar tus padres.

Tras la broma molesta del mayor, Hyunjin pareció desbloquear el movimiento en su cuerpo, saludando con un ademán a la persona que atendía la tienda y navegando en los pasillos de discos y vinilos, como si agarrar su celular y abrir su reproductor de música gratuitamente fuera imposible en ese lugar. Un viaje al pasado. Hyunjin disfrutaba eso.

—¿Ya viste la cantidad de artistas que hay? Incluso están organizados en géneros. —Hyunjin deslumbraba una sonrisa en sus labios totalmente sincera, Minho no podía despegar la mirada de él, apoyado en el reproductor y viendo como se movía de un estante al otro—. De hecho, nunca te pregunté... ¿Qué tipo de música escuchas tú?

—Ninguna en específico, supongo que lo que suene primero y me agrade escucharlo. Yo solo disfruto cualquier cosa.

—¿Qué clase de respuesta es esa, Maní? —Hyunjin dejó el disco que había tomado en su lugar, mirando desde su lugar como Minho sonreía y bajaba la mirada por el reproche.

—¿Una sincera?

—Tienes que tener un gusto musical. Es una parte casi indispensable de tu personalidad. —Hyunjin se ahorró el pensamiento de que realmente, si algún día no tenía nada más que su cabeza y la oscuridad, él acudiría a la música sin dudarlo, pero Minho no parecía pensar igual.

—Me gusta escuchar lo que los demás escuchan. Así puedo entender un poco más sus mentes y me siento cómodo con ellos y ellos conmigo.

—Eso no es un gusto musical —reprochó el menor, mirando los discos pasar entre sus manos, buscando el perfecto para el mayor.

—Tú hiciste una pregunta, yo te la respondí, tortuga. —Minho ignoró los reproches del menor, quién nombraba artistas de distintos géneros.

El mayor aprovechó ese momento para pasear su mirada por los géneros de Pop independiente y otros. Se acercó sin dudarlo, recordando cada vez que el menor se había puesto los auriculares y había pasado minutos enteros oyendo al mismo artista.

El cielo es azul - [Hyunho] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora