XVI

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El modo en que el cielo se tornaba más gris de lo normal y el petricor llegaba a invadir el pasillo de los casilleros hasta dejar un ambiente más deprimente de lo normal, hacia que Hyunjin tuviera ganas de correr a su habitación, encerrarse en sus sábanas y dejar su mirada clavada en algún punto más allá de la ventana. Los días de lluvia eran una invitación general a la vagancia y el confort. Peligroso, pero tentador.

Cerró los ojos en un suspiro esperando que el autobús que lo llevaba de regreso a casa, no se hubiera quedado en la estación por cuestiones climáticas. Bajó la mirada a sus piernas justo cuando Felix se acomodaba a su lado con la mirada fija en la naturaleza mojada del exterior. Ya no llovía tan fuerte como antes, pero el suelo se mantenía en un constante resbalar, de las puntas de las hojas caía levemente una gota de agua cada mínima de tiempo y en los bordes de las calles corría una suave corriente de restos de lluvia. El menor ajustó las tiras de su abrigo, encerrando su pecosa cara dentro de su capucha. Hyunjin sonrió ante la imagen.

—Lix, ya no está lloviendo tanto. Puedes salir sin miedo, alienígena —se burló el mayor, apodando al pecoso por su rostro rodeado por su abrigo.

—Nunca se sabe cuándo va a arrancar fuerte de nuevo —sentenció el menor, listo para afrontar la naturaleza y sus tonos oscuros de grises. Se acercó a su mochila y sacó un pequeño paraguas de adentro—. Creo que voy a tener que salir a la intemperie. Si no vuelvo mañana a clases, culpa al clima y nos vemos en el más allá.

La forma dramática de sentenciar su muerte antes de tiempo, hizo reír al mayor, quién se acomodó en la parada con las rodillas en alto para evitar que sus zapatos se mojaran en la vereda.

—No va a llover fuerte, no hoy al menos —afirmó una voz a su derecha. Hyunjin se dio la vuelta para ver a Minho parado a su lado con un paraguas abierto encima de su cabeza y el celular en la otra mano iluminando su rostro en aquella oscura tarde—. Puedes salir tranquilo. El clima dice que volverá a llover fuertemente recién dentro de dos días.

—Oh, que alivio. Gracias. —Felix se quitó la capucha con una sonrisa satisfactoria, pero el paraguas no lo bajó—. Por cierto, Minho, Jisung me contó lo del chico Changbin. Lamento eso. Sé que eres muy bueno en el fútbol, te vi jugar antes. Seguro recuperarás tu lugar.

Felix le dedicó una de esas sonrisas que te llenaban el corazón con un poco de alegría y apoyo. Claramente era el primero en enterarse de los acontecimientos ajenos a su vida. Hyunjin se giró hacia el mayor, quién guardaba su celular en su bolsillo y hacía una mueca en sus labios.

—No planeaba recuperarlo realmente. Changbin también es muy bueno. Yo no tengo mucho futuro en el deporte. Me esperaba terminar en la banca tarde o temprano. Incluso Jisung fue avisado de eso.

—¿No viniste a esta escuela por una beca en deportes? —Hyunjin miró el perfil del mayor con el ceño fruncido. No entendía del todo que pasaba en su mente.

—Nada dura para siempre, tortuga. Lamento decepcionarte.

—Ya se acomodará todo, Minho. No te preocupes. Jisung es el capitán y busca lo mejor para el equipo, no te lo tomes personal. A él le agradas y te quiere en la cancha. Espero que pronto puedas volver a hacer tuyo el arco —apoyó el pecoso, ajustando su mochila en su espalda y saludando a ambos chicos con un ademán antes de salir de la parada listo para enfrentar el mundo exterior.

El sonido del agua golpeando su paraguas fue lo único que se escuchó durante unos segundos antes de alejarse lo suficiente. Minho sonrió, bajando el paraguas y sentándose al lado de Hyunjin sin ningún tipo de permiso, rozando su brazo con el del contrario y mirando la calle llena de agua ser recorrida por un tránsito lento y cuidadoso.

El cielo es azul - [Hyunho] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora