25. misión en Tokyo

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- no tienes idea de cuanto tiempo soñé con este momento~ -

- ¿nosotros tomando una ducha juntos? -

- nosotros dándonos cariños~ -

- eres un cursi de primera -Reiste de las mejillas infladas y mirada seria de Kyojuro.

Estaban tomando una ducha juntos en las aguas termales de tu casa que se habían formado naturalmente, Kyojuro y tu estaban abrazados, uno frente al otro, tus manos en su nuca, dando caricias y jugando con su cabello, el rubio acariciaba tu espalda sintiendo tu piel y su textura suave y esponjosa.

Sus rostros estaban desmedidamente cerca, sus miradas conectaban y no podían dejar de mirarse, incluso sus narices se rozaban por la cercanía, estaban encerrados en su burbuja íntima, un delta cuidado de su gamma en celo, solo había espacio para muchos besos y amor.

- se siente tan bien sentir tu piel cerca de la mía~ - te sonrió como un tonto enamorado sin remedio.

- n-no digas esas cosas vergonzosas- respondiste tímida, la intensidad de su mirada era abrumadora, querías que te hiciera el amor en ese mismo instante pero debías de respetar las creencias de tu amado.

Intentando alejar esos pensamientos de tu mente te recostaste en su pecho rompiendo el contacto visual, con tu mano derecha delineaste su nuez de Adán y bajaste hasta sus pectorales, para este momento ya sabías que tenías una fijación especial por ellos, te daba curiosidad amasarlos y morderlos, pero no sabrías cual podría ser la reacción de Kyojuro.

- mírame a los ojos, no a mis pechos - reclamó Kyojuro.

Te mordiste los labios al ser descubierta y te volviste a acomodar justo como estaban antes, pero sin querer tu miraba volvió a bajar a ellos.

- ¡no pechos! - reclamó como si fuera tu padre regañandote por hacer algo mal.

Trataste de hacerlo, de mirar otra vez a su ojos, pero cuando tus manos de apoyaron en tu pecho sintiendo la firmeza de estos, volviste a bajar la mirada.

- solo ojos...-

No podías hacerlo, así que comenzaste a negarte mientras ponías una cara de que pronto comenzarias a llorar.

- ¡solo la cara! - volvió a reclamar al sentirse avergonzado de ser un hombre chichon.

Tus labios comenzaron a temblar, y las lágrimas descendían por tu cara, no era tu culpa, aquí el único culpable es este insensible delta que no comprende la magnitud de sus chichis.

- ¡p-pero no es para que llores! - replicó sintiéndose manipulado por tus lágrimas.

Inflaste las mejillas y frunciste el seño tratando de ya no llorar, pero solo conseguiste hacer una mueca frente a el para seguir llorando trágicamente.

Kyojuro sintió tanta ternura de esto que no pudo negarse a abrazarte.

- nunca había caído en un chantaje como este...soy un guerrero feroz e innato y me estoy dejando chantajear por lágrimas...- suspiró afendido de quedar como el malo.

- bienvenido al noviazgo- te burlaste feliz de estar de nuevo en su pecho.

Su aroma te decía que estaba un poco sentido, así que para quitarle el enojo, con cuidado y lentitud, besaste su piel, tus labios hacían un chasquido cada que se separaban de esta poniendo nervioso a Kyojuro, el cual solo podía sonreír y hacer como que nada pasaba.

- me gusta mucho tu piel, el tono que tiene me parece tan malditamente atractivo~ - confesaste en susurros mientras besabas su cuello - me gusta como se ve mi marca en ti~ -

Bajo la luz de la luna. Rengoku X Lectora (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora