Bajo la luz de la luna. Rengoku X Lectora (Pausado)

28. promesas pasadas

- ¿por eso ya nunca más nos visitaste?-

- si, mis padres murieron y estuve a cargo de mi abuela, pero ella decidió que era mejor movernos a otro pueblo, por eso ya no volví...-

Tanjiro y tu lograron armar las piezas del rompecabezas, luego de un emotivo abrazo por haberse reencontrado hablaron del pasado y sobre como sus padres eran buenos amigos, por eso te referías a Tanjuro como "tío".

- ¿por qué no nos buscaste? Pudimos haber ayudado...-

- estaban pasando tantas cosas que ya no los recordaba, solo quedó en mi mente aquel extraño baile que hacía tío, aunque a mi antes me enseñó a usar la espada pero creo que con el tiempo se fue debilitando más y no pudo seguir...-

La historia con tus padres y los de Tanjiro no tenía muchas relevancia, simplemente un día tu padre ayudo a Tanjuro con hospedaje y comida cuando este se encontraba subiendo la montaña de noche para evitar algún accidente, y cuando tu naciste le visitabas creyendo que realmente era tu familiar, jugaban y danzaban, el recordaba algunos movimientos con la espada pero nada realmente específico a diferencia del baile.

- ¿¡h-hablas de la danza del Dios del fuego!? - preguntó Tanjiro emocionado parecía necesitar ayuda con eso.

- ¿eh? ¿Qué es eso? - pero tu claramente eras la persona con menos memoria.

El alfa te explicó un poco de esto, dijo que era un baile que su padre podía hacer por horas en pleno invierno y con su salud deteriorando, te contó como había utilizado esa técnica en su ultima misión aunque no salió como esperaba y sus pulmones dolía.

- ¿qué te parece si cuando te recuperes entrenamos juntos? - le preguntaste con una sonrisa en el rostro, el chico siempre te había agradado.

- ¡si! ¡estaré encantado de entrenar con un pilar! - habló encantado.

- estoy feliz de reencontrarte, ahora parecemos más familia que antes, tenemos marcas iguales e incluso el color del cabello igual- sacusdiste su cabello con ternura.

Estabas feliz de volver a encontrarte con el, tu mente poco a poco iba recordándole, al ser mayor que el, antes de que naciera, el tío solía ser un poco más fuerte, recuerdas como te decía que "jugaran" a ser espadachines y combinaba ese baile raro con técnicas de espada, claro que era todo un entrenamiento disfrazado de juegos infantiles.

El problema es el tiempo, eso había sido hace 14 años y a pesar de que ahora tienes unos cuantos movimientos registrados, seguían siendo imperfectos y poco pulidos, incluso con tu respiración totalmente controlada por el tiempo que tenías siendo un hashira, a veces dolían y ardían tus pulmones pero lo aguantabas por que tu no eras alguien débil.

Acompañaste a Tanjiro a su habitación de recuperación para que siguiera descansando el pobre chico, hablaste con Kocho, le contaste sobre la situación, ella estaba feliz de que encontraras a tu viejas familia, aunque igual que ella, no fueran de sangre.

- que felicidad~ - te sonrió cálidamente.

- si, pero tengo que esperar a que se recupere, se ve que le dieron una paliza...-

- Kanao más que nada~ - se burló la beta, habían entrenado bien a la chica.

- bueno, yo me voy, puedes estar tranquila, no son malas personas, cualquier cosa estaré atenta -