→ 32.

488 50 53
                                    


[ 4 / 4 ]


Decálogo de los Amigos con Derecho.

1. No mentirás.

La regla para que esto funcione es que hablen claro desde el principio.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


"La cuidas por mí por favor" pidió Aldo luego de que Isis entrara al departamento de Lili. "Y lamento que ocasione inconvenientes mi sobrina"

"No te preocupes" Lili negó suave dejando ir una risa. "Siempre iré a echarles un ojo"

"Te lo agradezco, mañana vengo por ella temprano" aseguró Aldo. "Hasta luego, Lili"

"Uh, Aldo" Lili lo detuvo antes de que él se vaya. Aldo la miró esperando respuesta alguna. "¿Aún queda en pie lo de nuestra salida?"

Aldo apretó la correa de su mochila y terminó asintiendo.

"¿Te parece el sábado? Ese día los entrenamientos terminan temprano" propuso.

"Claro"

"Yo te paso la dirección por mensaje ese mismo día, adiós"

Aldo se alejó de la puerta y caminó lento hasta la puerta de Gianluca. Se llenó de un poquito de valor, ya se había preparado mentalmente para la conversación que iba a tener con Gianluca.

Quería saberlo todo, para iniciar con todo.

Iba tocar la puerta, pero se dio cuenta que la puerta estaba un poco juntada, así que la empujó y entró cerrando la puerta a su atrás cuando ya estaba dentro del departamento.

Dejó su mochila junto al perchero y miró hacia la sala, ahí estaba el italiano sentado con un cigarrillo a la mano sin estar encendido. Mirando un punto neutro.

"Oh, vaya" Gianluca le dijo sin humor alguno. "Viniste, pensé que no lo harías Aldo"

Aldo tomó asiento frente a él, la pequeña mesa de café que había entre ellos los separaba. Solo por el momento.

"Seamos sinceros ¿sí? Sin mentiras, ni rodeos. Para ser amigos como lo debimos ser desde un inicio"

Gianluca se encogió de hombros.

"Mi propuesta de ser amigos con derecho estará en pie" Gianluca le recordó. "Creo que sería lo más conveniente para los dos"

"¿Conveniente?" Aldo le preguntó. El italiano asintió. "¿Qué necesidad de ser amigos con derecho?"

"Lo que tú quieres de mí es conocerme ¿verdad?" Aldo asintió con la cabeza y el italiano se encogió de hombros. "Yo te quiero a ti Aldo. A ti. Lo mejor y conveniente sería ser amigos con derecho, piénsalo"

Aldo puso los ojos en blanco apretando sus manos en sus piernas respirando profundo.

"Me estás diciendo ¿Qué por conocerte debo pagarlo con mi cuerpo?" Aldo le preguntó con el ceño fruncido, cruzando sus piernas. "Quiero conocerte Gianluca, quiero ayudarte a mejorar ¿eso tiene precio?"

"Yo te quiero a ti, Aldo..."

"¡¿Al menos te has dado cuenta de lo que te he dicho en la llamada anterior?!" le masculló enojado, su piel tornándose en un suave rojo por el enojo. "¿Me has escuchado al menos? ¿Sabes cuáles son mis sentimientos hacia ti?"

"No soy sordo, Aldo. Te he escuchado muy bien" Gianluca apoyó su peso sobre sus rodillas para mirarlo. "Si lo que tú quieres es tener algo amoroso, no podré consentirte en eso. Porque si es que tendríamos una relación, al instante de terminar todo se iría a la mierda. Todo lo que hayamos tenido solo serían bonitos recuerdos y yo no quiero vivir de los recuerdos. La amistad es lo más importante para mí en estos momentos y aquello para mí tiene más valor que cualquier objeto"

Aldo sintió su corazón comprimirse dentro de su pecho y dejó ir un suspiro, ahí también se fue su valor. Bajó la mirada, jugando nervioso con sus dedos.

Con tristeza preguntó.

"¿No te importan mis sentimientos?"

Algo dentro de Gianluca al escuchar la voz quebrada de Aldo.

Casi corrió hasta su lado y se sentó ahí, sus abrazos apurándose en abrazarlo para sentirlo una vez más de cerca.

"No es así, Aldo" Gianluca le dijo apoyando su mentón en su cabeza, su mano dando suaves caricias en todo su cuerpo. "No quisiera lastimarte con mis palabras o actitud. Me siento muy bien estando contigo y me gustaría estar igual de bien estando así contigo"

Aldo tragó duro haciendo un poco de puchero separándose un poco para mirarlo a los ojos.

"Aldo tus sentimientos son muy importantes para mí, lo juro" Gianluca le aseguró acercando a juntar sus frentes. Respirando profundo para sentirlo más de cerca. "No hay nada más bonito saber que soy yo el motivo de tus sonrisas. Pero no quisiera ser el motivo de tus lágrimas. No soy yo el indicado para recibir tu amor. No merezco ser amado por alguien tan bueno y puro como lo eres tú, Aldo"

Y era la pura verdad, Gianluca no se sentía lo suficiente hombre como para merecer que Aldo sea quien lo ame.

Porque para Gianluca, Aldo era el ser más bueno y puro que había conocido. Si él estaba ahí, todo estaría bien. Tenerlo ahí lo haría sentir feliz y vivo.

Gianluca se acercó a dejar un pequeño beso en su nariz amando la pequeña sonrisa que se dibujó en el rostro de Aldo.

"Quiero verte sonreír así Aldo. Esa sonrisa es ahora lo que me mantiene vivo aquí, no dejes de sonreír por favor" Gianluca le suplicó, frotando un poco su nariz con la de él. "Me jode no verte sonreír"

"¿Prometes ser sincero conmigo?" Aldo preguntó, mirándolo casi suplicante, su sonrisa ahí presente. "Por favor, no me puedo quedar tranquilo sabiendo que estás mal"

"¿Podemos ir de apoco con ello?" pidió el italiano tragando un poco. "Te lo voy a decir todo, pero ir de a poco ¿sí, por favor?"

Aldo asintió suave regresando a ocultar su rostro en el cuello de Gianluca respirando su aroma característico del italiano. Queriéndose quedar ahí, nuevamente se sentía chiquito en sus brazos.

"Si ser amigos con derecho es lo único que nos mantiene juntos ahora, está bien" Aldo aceptó su proposición, sintiendo sus dedos ser entrelazados con los del italiano. "Porque yo quiero estar bien contigo"

Gianluca suspiró profundo, su mano libre acariciando con cariño a Aldo, cerrando los ojos para disfrutar mejor su presencia.

Está bien, todo iría a estar bien.

Go Away → GL & ACDonde viven las historias. Descúbrelo ahora