→ Extra.

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Gianluca jamás se sintió tan dominado por alguien.

En algún momento supuso que quizás Aldo iría a celarlo, o controlarlo, aunque eso no fuese sano. La confianza que Aldo le tenía era plena y Gianluca no tenía motivos para traicionar esa confianza. Tenía todo, una casa junto con su esposo, Manchi, Bruce (ambos igual de viejos) y claro sus cuatro hijos.

La llegada de Izayana ni siquiera fue planeada, lo único bueno fue ella es la última princesa que recibió Gianluca.

Aunque le jodiese las pelotas que Aldeir (hijo de Sergio y Santiago) siempre recitara un culo de poemas en un intento fallido de conquistar a Killay, quien siempre lo rechazaba. Estaba muy orgulloso de todo lo que había conseguido hasta ahora.

Al final de todo se salió con las suyas, quiso cuatro hijos y los había cumplido.

Gianluca ahora teniendo a Izayana en sus brazos se cuestionó de algo muy importante en lo transcurrido de su vida ¿Acaso fue dominado por Killay cuando fue una bebita? No lo recordaba. Porque ahora Izayana no soportaba ser cargada por alguien más que no sea Gianluca, motivo por el cual él paraba casi todo el día con ella.

"Duerme per favore" Gianluca le rogó a su hija meciéndola entre sus brazos, casi lloriqueando al ver que la bebé de dos meses le mostraba sus encías en burla. "Mi amor, por favor duerme ¿sí? Quiero ir al baño"

Aldo soltó una risita desde la puerta del cuarto, negando suave al ver como Gianluca movía su pie varias veces, su necesidad de ir al baño es notoria.

"Una bebé de dos meses te tiene dominado ¿no es así?" Aldo se burló de su esposo, caminando hasta su lado. Tomando la mano babeada de la nena, quien la apartó al instante. "Tienes trabajo de sobra con Yza ¿no es así?"

Gianluca hizo pucheros mirando a Aldo.

"Puedes cargarla unos minutos ¿por favor?" suplicó Gianluca haciéndole ojitos. "Es que en serio necesito ir al baño"

"Izayana llora cuando la cargo, déjala unos minutos en la cuna junto a tu camiseta tu aroma la calmará de seguro" propuso Aldo, acercándose a él para dejar un beso en sus labios. "Yo cambié pañales por casi cuatro años, Izayana es toda tuya"

"Haces que me te odie Aldo" lo acusó caminando hasta la cuna.

"Me amas, no me lo vas a negar" se rió, acomodando el cuarto de su hija. "Por cierto, tu representante me llamó, dijo algo de que el alquiler de la casa en Venecia ya estaba listo ¿por qué no me lo comentaste?"

Gianluca se quedó en silencio, acomodando bien a la bebé dentro de su cuna, dejando su camiseta a su lado para que su aroma quede ahí presente con la de su padre.

Izayana miraba fijo a Gianluca, con sus pequeñas manos babeadas. Su progenitor le picó su mejilla guiñándole el ojo.

"Oh, sí. Olvidé decírtelo, organicé unas pequeñas vacaciones en Venecia"

Aldo lo miró con el ceño fruncido, su esposo corriendo directamente al baño. Luego comenzó a cuestionar la idea de las vacaciones, estaban a inicios de agosto, y si es que hubiese querido ir de vacaciones sin problema alguno hubiesen aprovechado fiestas patrias y los quince días libres que tenía sus hijos de estudio. Los cuales ya estaban por culminar.

En algún momento si habló con Gianluca de conocer varios lugares del mundo, entre ellos Venecia. Terminó de colocar el último peluche en uno de los estantes y regresó hasta la cuna mirando a su hija.

"Así que conocerás Venecia sin siquiera haber cumplido un año ¿no es así?" Aldo le preguntó a su hija, su dedo acercando a la diminuta mano de la bebé. Izayana lo miró parpadeando, arrugando un poco sus pobladas cejas. "Ya quisiera tener yo tu suerte, ir a Venecia sin siquiera haber cumplido un año. Algo me dice que no será temporal la visita en Venecia"

Go Away → GL & ACDonde viven las historias. Descúbrelo ahora