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No quiero que el mundo me vea

Porque no creo que ellos lo entiendan

Cuando todo está hecho para romperse

Tan solo quiero que sepas quién soy

Iris – Goo Goo Dolls







"Decidido, nunca más acepto nada relacionado con Checo" Gianluca dijo serio terminando de secar su cabello. "Malogré mi chaqueta favorita de Louis Viuton"

Aldo dejó ir una carcajada terminando de enviarle un último mensaje a Isis y apagar el WiFi, dejando su celular en la mesita que tenía a su lado.

"Isis te manda saludos" Aldo le dijo, ahora acomodándose mejor la polera roja de rayas que el italiano le había regalado. "Dice que espera muchos regalos tuyos, y no quiere una camiseta de Neymar"

Gianluca asintió sacando la polera negra que compró en Gamarra de su maleta para dormir.

"Gianluca" Aldo lo llamó.

"¿Mh?"

"Gracias"

El italiano frunció el ceño, sentándose en la silla perezosa de su lado.

"¿Por qué?"

"Por esto" Aldo tocó la tela de su polera rayada. "No te lo agradecí en Lima, así que aquí lo hago... gracias. Está muy bonita"

"Yo sé con qué podrías agradecérmelo de una manera adecuada" Gianluca le dijo sonriendo levantándose de la silla.

Aldo lo siguió con la mirada, Gianluca agarrando su celular tecleándolo varias veces y dejarlo en su mismo sitio. La suave melodía de un piano de Chicago comenzó a sonar en la habitación.

Hard to Say I'm Sorry – Chicago.

Era una bonita canción con un significado lindo.

Gianluca tomó la mano de Aldo y lo levantó de su comodidad para tomarlo por la cintura y para bailar al ritmo de la música.

La música no es agitada. Es suave, lenta, para disfrutarla de alguien.

De él, con Aldo.

Aldo sonrió bonito acostando su cabeza en el hombro del italiano, moviéndose lento de un lado a otro sin algún ritmo que seguir. Su mano derecha entrelazada con la surda del Gianluca y la otra aferrada a su pecho.

Cerró los ojos disfrutando del momento, una felicidad embriagándolo. La suave brisa marina de la playa entrando por las cortinas cerradas, la luz de la luna iluminándolos apenas, solo con la intención de mirarse.

Aldo debería ahora estar en su habitación durmiendo, como casi todo el equipo debería estar durmiendo. Pero, él estaba ahí, junto a Gianluca en bonitos momentos que solo irían a suceder una sola vez, o quién sabe, podrían volver a repetirse.

Pero, no era necesario pensar en un futuro, porque esto era de ellos. Fuera de las etiquetas momentáneas, era su momento y nadie podría juzgarlo, mucho menos ver quiénes realmente eran ellos.

Go Away → GL & ACDonde viven las historias. Descúbrelo ahora