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Había salido temprano para poder vigilar, sentía que estaban cerca y tenía que asegurarme que estuviera bien.

Había recorrido aún más de lo habitual, mis piernas me dolian pero tenía que mantenerlo seguro.

Llegue al final del bosque, en donde daba comienzo aquel Reino, aquel Reino en donde gobernaba él.

No podía ver mucho pero a lo lejos podía ver como miles de caballos salían a los alrededores, parecía como si se estuvieran preparando.

Entre todos esos logre verlo, aquella piel blanca, su cabello negro como la noche, esa mirada felina que atemorizaba a cualquiera.

Su ropa siempre lucia bien, daba a entender su clase, y también el poder que poseía.

Mi ceño se fruncio cuando logre ver como alguien caminaba su lado, era muy bajito y sin duda se veía que estaba ahí contra su voluntad.

Quería acercarme más pero cuando iba a hacerlo ví como miraba hacia donde yo me encontraba, era obvio que no podía verme, entre tantas plantas y árboles no podía.

O eso creía.

Ví como mostraba una sonrisa y tomaba fuertemente a la persona a su lado y la hacía entrar en su enorme palacio, para después volver a salir con su arma en mano y apuntarme con ella.

Me había visto.

Me puse de pie y comence a correr, tenía que llegar antes que ellos, no podía dejar que lo encontrarán.

Corrí lo más rápido que pude y cuando logre llegar me di la vuelta y no había nadie, me calme y trate de actuar normal, no quería asustarlo, no otra vez.

Le había llamado pero no tuve respuesta lo que hizo que me alertara y subiera corriendo, tenía que sacarlo de ahí cuanto antes.

Había hablado con el, quería que nos fuéramos de una vez pero definitivamente no me esperaba su reacción.

-¡Me gustas!

Esa palabra no dejaba de rondar en mi cabeza, tanto que casí me hacía olvidar lo que tenía que decirle.

Sin embargo nunca pude decirlo pues en el momento en que lo iba a hacer el salió corriendo.

Fui tras él, gritándole que viniera conmigo pero lo perdí en cuanto llegue al bosque, podía estar en cualquier lugar pero lo encontraría.

-¡Hoseok!

Sentí como mi piel se erizaba y mi pecho comenzaba a doler, algo no estaba bien.

Seguí su voz y comencé a correr, sentía como las ramas arañaban mis manos pero eso no me importaba, tenía que llegar con el.

-¡Hoseok ayudame!

Segui corriendo mientras sentía como mi corazón se aceleraba junto con mi pulso.

Escuche como alguien trataba de callarlo y me guíe por esas voces hasta que por fin pude dar con él.

-¡Hoseok!

-¡Sueltalo!

Le grite mientras veía como tomaba su espada y la ponía justo en su cuello mientras tiraba de su cabello fuertemente.

Sentía como mi sangre comenzaba a hervir, nadie podía tocarlo, y menos de esa manera.

- No no no, no te atrevas a acercarte.

- Sueltalo.

Le dije apuntándole con mi espada, sentía que si le hacia algo más lo mataría, por él mataría a cualquiera.

- Con que este es Taehyung, ha crecido mucho.

- Yoongi sueltalo.

- Recuerdo cuando era tan solo un bebé, tan indefenso.

- Te lo advierto, sueltalo.

-¿O que? ¿Me matarás?

¿Matarlo?

Acaso podía matar a quien considere mi hermano, a quien me enseño y cuido, ¿Podia?

- Lo vez, eres el mismo cobarde, no haz cambiado nada.

Por un momento me sentí débil, estuve a punto de bajar mi arma, pero cuando ví sus ojos, sus ojos llenos de miedo, temor y lágrimas supe que no podía parar, no ahora.

- ¡Sueltalo!

Le grite una vez más, sin embargo él no se inmutó, comenzó a reírse y aplicó más presión en su cuello.

Ví como comenzaba a caer un pequeño hilo rojo lo que hizo que sin pensarlo me lanzara a él haciendo que soltara a Taehyung y ambos calleramos.

Forcejeamos un rato mientras yo lanzaba lejos su arma, ambos nos levantamos, el se encontraba sonriendo como siempre mientras se encontraba cansado.

Podía matarlo, al final, él busca lo mismo.

Comenzó a caminar hacia a mi pero yo solo me mantenía alejado.

Si me tocaba me mataba, así de fácil.

- Creíste que no te encontraría. Eres un cobarde, siempre huyendo.

- No lo soy. Protejo a quien está a mi cuidado.

- Mirate, solo eres alguien que no vale la pena.

- Eso no lo creías tu.

- Yo, yo solo te tenía lastima, mira que dejar a un niño en manos de otro, es absurdo. Y que mejor que jugar un rato.

- No dejaré que lo toques.

- Eso ya no me importa, ¿Sabes porque?

-¿Que quieres decir?

Comenzó a reírse nuevamente mientras sacaba algo, algo que no había visto nunca pero que sabía su propósito.

Sentí como mi sangre se enfriaba, el sudor comenzó a bajar por mi frente mientras tiraba mi espada.

Al fondo podía ver como Tae se ponía de pie mientras su mirada cambiaba, sus ojos reflejaban temor, lo mismo que por primera vez sentía yo.

-¿Creiste que sería fácil? ¿Que te enseñaría todo? Pues no, jamás le enseñaria a mi enemigo la arma que acabaría con él.

- E-eso.

- Así es, es un arma de la cual supongo que sabes su función.

Decía mientras se acercaba más, yo solo podía retroceder, no podía hacer nada.

Era yo o él, definitivamente sería yo.

Seguí retrocediendo hasta que llegue al barranco, di un paso hacia adelante para evitar caer, todo ante su mirada.

¿Acaso había luchado demasiado para que al final terminara de esta forma?

- El juego se a acabado mi querido Guardián.

-¿Que?

Logre decir antes de que se escuchará aquel ruido estruendoso que perforó mi pecho.

-¡No!

Escuche como grito y corría hacia mí pero no podía hacer nada, mire mi ropa y como el rojo la teñia para después sentir como mi último suspiro era robado.

Logre sentir sus dedos una última vez antes de que mi cuerpo se desplomara y lo último que lograra ver era un montón de hojas de árboles que pasaban rápidamente hasta que todo se torno negro.

















LorennaDeghenteriz

Bueno mis ✨estrellitas✨espero les haya gustado, no se olviden de votar y comentar😉

- Jungyuli3312💜

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