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"Mi belleza opaca la de los demás, pero tu valentía supera la mía"






Estaba agotado, se suponía que le enseñaria a pelear pero no sabía que soltaba bueno golpes, lo supe después de que casi me rompiera la nariz.

Había tomado una pequeña ducha y ahora me encontraba mirando hacia afuera mientras secaba mi cabello, seguían llegando recuerdos a mi mente y el que más se repetía era el de aquel chico que se alagaba así mismo.

Reí ante ese recuerdo y coloque la toalla en mi cuello, era una noche de calor por lo que solo tenía puesto unos pantalones cortos y una camiseta, aún seguía preguntándome porque es que lo querían a él, su madre nunca tuvo el tiempo de decírmelo solo que me lo llevará lejos, mis recuerdos eran un poco borrosos, solo recordaba a partir de que me lo entrego, ni siquiera recuerdo a mis padres o si llegue a tener una familia o porque su madre entró en desesperación y me lo entrego y además en porque decidí ser su guardián.

- Hoseok.

Salí de mis pensamientos y solo así note que mis manos se habían convertido en puños, sacudi mis manos y me di la vuelta para verlo, se notaba que transpiraba pero había algo más, algo que no podía ver.

-¿Que pasa? ¿Viste algo?

El solo hecho de pensar que alguien se había atrevido a tocarlo o que nos habían encontrado me puso alerta, aún me preguntaba como es que escogí ser su guardián, me molestaba en ocasiones serlo pero eso pasaba y salía mi instinto protector.

- N-no yo-

-¿Estas bien?

- ¿P-podrias a-ayudarme?

Solo ahí fue cuando note su "problema" si bien me tocó aprender muchas cosas de pequeño y la mayoría de ellas no quería recordarlas porque habían sido sumamente vergonzosas, pero eso no era nada, nada comparado a cuando le sucedió a Taehyung.

Ví como tenía un leve sonrojo y me acerque hasta él, tomó mi mano y me llevó hasta su habitación, era rara la vez que le llegaba a pasar pues no sabía cómo calmarlo o como hacerlo el solo, me senté en la cama e hice que el se sentará en mi regazo.

Me quedé mirandolo, sus ojos marrones que parecían color almendra, su nariz fina, su cabello negro como la noche, su piel era demasiado suave. Pose mi mano en su mejilla mientras con la otra iba bajando hasta sus muslos.

Su sonrojo aumentó pero yo no sentía nada, comencé a tocarlo tratando de ayudarlo, sentía como su cuerpo se estremecia poco a poco mientras yo solo la miraba, siempre pasaba lo mismo y terminaba igual, no podía creer que estuviera haciendo esto pero si el no sabía y si yo no lo hacía ¿Quien lo haría? no dejaría que nadie se le acercara y menos si era para esto.

Sentí como había terminado y su respiración se calmaba, recargo su frente en mi pecho como siempre lo hacía, y como siempre yo no hacia nada, no lo abrazaba o lo apartaba, sentía una sensación de calidez siempre que hacia eso, pero solo era eso, calidez.






























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Eran aproximadamente las doce de la noche, me levante de la cama y acomode su cuerpo en un lado de la cama, lo cubri con las sábanas y salí de su habitación, entre al baño para poder lavarme las manos, al principio cuando sucedía eso era incómodo pero logre acostumbrarme.

Seque mis manos y salí, me adentre a mi habitación y solo ahí note como había alguien en la ventana, pero esa silueta la reconocería en cualquier lugar me acerque hasta él y me recargue a lado suyo esperando a que dijera el motivo de su visita.

- Supe lo que hiciste con aquel tipo.

- Vaya, tal parece que todo el mundo lo sabe.

- Algo así, también se que te están buscando.

- ¿Que haces aquí?

- Cuando me enteré te busque por todas partes, no sabía si te habían encontrado así que seguí buscandote hasta que por fin di contigo.

- Eso no responde mi pregunta.

- Mi belleza opaca la de los demás, pero tu valentía supera la mía. Es de valientes hacer lo que tu hiciste.

- Si te refieres a que solo huí entonces no es valentía.

- Decidiste protegerlo, cualquiera en tu lugar hubiera optado por dejarlo o quedarse ahí pero tú, tu lo haz salvado nuevamente.

- Es mi deber, soy su guardián.

Solté un suspiro, me cansaba tener que darles explicaciones, solo lo hacía porque era mi deber nada más, ví como acomodo su cabello y ajustó su camisa blanca para después mirarme.

- Jungkook nos ha contado que se ofreció a ayudarte.

- No pueden, ustedes aprecian a Min, en cuanto se entere que ustedes saben de mi paradero los matara.

- Sabes que Namjoon te aprecia al igual que yo y Jungkook, solo queremos ayudarte.

- Nunca necesite ayuda, puedo protegerlo solo.

- Yoongi te ayudó a pelear, te salvó miles de veces y solo a él le has permitido hacerlo.

- Eso es diferente.

- Solo llámanos si nos necesitas, sabes donde encontrarme.

-¿Sigues con el?

- No puedo irme, mi corazón no lo permite.

- Por una sola vez no le hagas caso, el solo te ve como un amigo más.

- Lo se, pero eso no quita el hecho de que lo ame.

- Seokjin.

-¿Dime?

- Gracias por ofrecerte, los llamaré si ocurre algo.

- Esta bien.

Salto por la ventana mientras comenzaba a correr hasta que lo perdí de vista, algo dentro de mi me decía que no les pidiera ayuda, tenía un mal presentimiento.

Decidí alejarme y me acosté en mi cama, aun me preguntaba porque se ofrecían a ayudarme, ellos nunca lo habían hecho, los consideraba cercanos porque ellos me enseñaron unas cosas que se pero nunca me habían dado su mano para proteger a Taehyung.

Algo había pasado, de eso estaba seguro, era mejor que siguiera protegiéndolo y más de ellos porque no pararía hasta averiguar que fue lo que pasó para que decidieran ayudarme aún cuando todos aprecian a Min.



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- Jungyuli3312💜




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