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Min Yoongi era malo, era el mismísimo demonio.

-¡Te dije que te quedaras aquí!

-¡Callate, no quiero seguir aquí!

Su estúpida risa taladraba mis oídos, no podía seguir soportandolo, hace dos días había llegado a este infierno, quería irme.

Me tomo del brazo con fuerza y me tiro al suelo mientras se reía y ponía su rostro serio.

- Parece que no lo haz entendido, tu estúpido guardián esta muerto. Callate de una vez y quédate quieto.

-¡No es verdad! ¡El esta vivo!

- La bala en su pecho no dijo lo mismo aquella vez.

Sentía como mil espadas se clavaban en mi pecho, mi corazón sangraba y se rompía en mil pedazos.

Tan solo recordar su rostro de aquella vez, como su mirada se perdía poco a poco, sentía mis ojos arder, aún no quería asimilar eso.

- Te quedaras aquí y no podrás salir, Jimin estara a tus ordenes pero si vuelves a intentar escapar no tendré piedad contigo.

- Porque mejor no me matas.

- Porque ganarías.

Me dijo mientras se daba la vuelta y cerraba aquella enorme puerta, no podía retenerlo más.

Mi llanto comenzó haciendo que mi garganta doliera por lo que comencé a  gritar mientras tiraba lo que viera en mi camino.

- Yo no necesito un guardián.

- Te odio.

- Porque simplemente no me dejas en paz.

- Por tu culpa soy así.

- Lárgate, no quiero verte.

- Maldigo el día en que me entregaron a tí.

Cada palabra me dolía, recordar como lo trataba me hacía apreciarlo ahora, apesar de siempre gritarle y pegarle nunca se apartó de mí. Siempre mostraba una mirada serena y me sonreía a pesar de todo.

-¡Me gustas!

Fue lo último que le dije, de haber sabido que eso sería la causa de que él ya no estuviera conmigo mejor me hubiera callado.

- Eso no iba a funcionar.

-¿Que?

Dije volteando y encontrandome con él, su ropa parecía un poco gastada y en sus manos traía una bandeja con comida mientras me miraba con lastima.

-¿Que quieres decir?

- Hoseok moriría de todas formas.

- No es cierto.

- Aún si la situación era diferente el moriría.

- Eso no es verdad.

- Llevo meses aquí encerrado, escuche todo lo que dicen y ese mismo día estaban preparándose los hombres de Min para ir por tí y acabar con él.

𝓜𝓘 𝓖𝓤𝓐𝓡𝓓𝓘𝓐𝓝.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora