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El sol había salido, sentía que no había dormido nada y como no si tenía que tener todos mis sentidos alerta.

Talle mis ojos y decidí ir a su habitación para poder hablar con él, tenía que prepararlo, normalmente solo le enseño lo poco que yo aprendí pero en el peor de los casos estaría que le trataran de hacer algo, tenía que enseñarle también a pelear, si llegaba a pasar algo tiene que defenderse, aunque procuraría estar siempre con él para evitar que algo le pase. Dejar que algo le pase sería una falta hacia mí y hacia su madre.

Toque la puerta esperando a que me abriera pero no lo hizo, volví a tocar y ni un solo ruido por lo que abrí la puerta para ver si estaba bien, entre y no lo encontraba, camine hasta su cama y solo estaban las sábanas pero la ventana estaba abierta.

Mis sentidos se pusieron alerta, ¿Y si se escapo? ¿Que tal y se llevaron? Mil preguntas llegaban a mi mente, camine hacia la salida pero me detuve al verlo, venía entrando y solo me miraba confundido.

-¿Paso algo?

- No, solo, solo venía por ti.

-¿Para? Aun no es hora de clases.

- Quiero enseñarte algo más.

-¿Enserio?

Ví como abría sus ojos y una sonrisa aparecía en su rostro, apuesto a que esa sonrisa no estará cuando le diga que lo voy a enseñar.

- Si.

-¿Y que es?

- Te enseñare a pelear.

Me sentía ¿orgulloso? por poder enseñarle algo nuevo, algo en lo que no tendría que dudar y que me gustaba, su sonrisa seguía pero parece más una mueca que se disipó al instante, tal vez noto que lo ví, no lo se.

-¿Pelear? ¿Para que?

-Escucha tengo que-

-¿Quieres irte?

-¿Que?

- Hoseok yo se porque estas conmigo y se lo que perdiste por ello, si quieres irte y dejarme solo esta bien, se que seguro y te has cansado de mi, puedo cuidarme solo-

Me acerque a él y aunque no me gustara lo pegue a mi envolviendolo en mis brazos, solo así dejó de hablar pero ahora sabía que tenía miedo de que me fuera, de que lo dejara solo pero eso nunca pasaría, mi deber ers protegerlo.

- Hey, ¿Que te hace pensar eso?

- Es que tu-

- No me ire, no lo haré nunca, mi deber es protegerte y tengo que hacerlo, solo quiero enseñarte, puede llegar un momento en el que yo no este que ojalá y no pase y tengas que defenderte.

- Puedo cuidarme solo.

- No dudó de eso pero es mejor que sepas pelear, no quiero que te pase nada.

Ví como asentía y lo separe de mi, le dije que se cambiara de ropa y que lo esperaría abajo, salí de su habitación y me dirigí hacia la cocina para preparar su desayuno.


































- Separa tus piernas.

-¿Asi?

- Un poco más. Muy bien ahora golpeame.

-¡¿Que?!

- Anda hazlo, con todas tus fuerzas.

-¿Pero como voy a golpear a quien me cuida?

- Solo hazlo, pegame con todas tus fuerzas en mi pecho.

𝓜𝓘 𝓖𝓤𝓐𝓡𝓓𝓘𝓐𝓝.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora