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-¡No porfavor!



Llevaba un año encerrado, aún recuerdo como llegue aquí, simplemente llegó y me tomo para hacerme de su "propiedad", lastimó a quien en ese entonces era la persona que apreciaba y sin más me llevó con el.

El primer día me trato como uno más, me convertí en la persona que le serviría hasta la muerte, pensé negarme pero él siendo el Rey no tenía muchas opciones.

Sabía porque estaba aquí, mi hermana lo había engañado y traicionado, la única manera que encontró de seguir con vida fue dándome a cambio.

La amaba, pero su acto se mi hizo algo imperdonable, yo queria ser libre, no queria estar encerrado en este enorme Palacio, pero sin darme cuenta poco a poco me fui dando por vencido.

Recuerdo el momento exacto en el que realmente me caí, ese recuerdo seguí fresco, casi intacto en mi memoria, aquel día tenía que llevarle la comida al Rey, sin pensarlo dos veces había tratado de matar al Rey, la rabia y el odio me había tomado haciendo que no midiera mis actos.

Él se dio cuenta y tuvo que hacerse cargo de mí, el dolor en ese entonces era insoportable, sentía como la sangre brotaba de mis heridas pero yo no podía hacer nada al respecto, era lo que debía pagar.

Mi cuerpo pronto se comenzó a llenar de cicatrices, hematomas que no sanaban y mi sangre poco a poco disminuía en mi cuerpo, sabía que no me quedaría mucho, y siendo sincero, yo ya no tenía alguna razón para seguir.

Pero cuando llegó cierta persona al Palacio sentí que tenía otra oportunidad, cuando ví a aquel chico lleno de miedo no lo dudé ni un momento, sabia quien era.

Pronto me entere lo que había hecho el Rey y fue como si una parte de mí se quebrara, porque cierto chico de hermosa sonrisa me había consolado y contado su historia, me había mostrado su mayor amor y ahora veía a su amor parado frente a mí llorando desconsoladamente al saber que sería casado a la fuerza.

Había tratado de detenerlo pero siempre lo reconocí por ser un terco, no quería ver a aquel niño sufrir porque eso era lo que pasaría.

Había decidido irme, darle su espacio para aceptar su destino y perder su libertad, sus gritos y sollozos se escuchaban por todo el Palacio.

Hasta que de pronto se detuvieron.

Corri por todos los pasillos buscandolo, había hallado una manera de que pudiera escapar, no quería verlo sufrir de la misma manera que yo, así que había logrado encontrar una salida para el.

Pase por cada uno de los pasillos pero no lo hayaba, de pronto se escucho como cientos de cosas comenzaban a caer, por lo que me movi rápido y corri hasta el pasillo en donde estaba toda la armería.

Entre en uno de los cuartos de limpieza para así poder llegar más rápido pues justo en aquel pasillo se encontraba otra puerta que muy pocos conocían.

Abri la puerta y pude ver que soltaba un arma, sentí el sudor correr por mi frente al notar que el Rey sostenía de nuevo aquella arma, su mirada había cambiado, ya no había sentimiento alguno, solo estaba el odio.

Fue entonces que tome una desicion, mi felicidad me la había arrebatado y con ello se había llevado todo lo que alguna vez me hizo ser felíz.

Cerré los ojos al ver que había soltado el gatillo y mi último suspiro fue dado, aunque también, había dado mi último grito, un grito ahogado en el dolor que llegue a sentir por un corto tiempo.

Mi mente se nublo y un inmenso dolor me recorrió el alma, era como sí todo se detuviera para poder presentarme lo que había vivido y había sufrido.

Recuerdo que lo último que ví fue una sombra, una sombra que poseía una espada en mano y como cientos de plantas se hallaban a su alrededor, era como si estuviera alucinando.

"- Vamos, te mostraré el camino"

Me había dicho y sin dudar lo tome de la mano para que después todo su tornase de un color negro.

"- Mi Jimin.... "












































Un capítulo algo corto pero este personaje merecía una explicación.

Bueno mis ✨estrellitas✨ espero les haya gustado, no se olviden de votar y comentar 😉

- Jungyuli3312💜

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