Su mano sobre mi espalda es suave y su abrazo cálido, le veo sacar de la cesta que había traído un poco de vino y me lo da a beber.
-Terminate la copa, te ayudara a entrar en calor.-miro la copa de cristal cortado en su mano sin mucho animo, el recipiente era hermosos y el liquido a través de el lucia un atrayente y brillante color rubi, gracias a los fuertes rayos del sol de medio día, aun asi el alcohol no era mi bebida favorita.
-¿Que pasa?- el al mirar mi gesto supo que no quería tomarlo.
- Honestamente, no me gustan las bebidas alcohólicas. Son amargas y nublan la mente- instantáneamente le oi una sincera carcajada, no me había dado cuenta pero tiene una encantadora risa que causa una extraña sensación en mi corazón, no se bien como definir lo que siento, solo se que es cálido y agradable.
-Entonces ¿por que has traído vino?- le vi cuestionarme divertido.
-No conozco tus gustos, y el que no me guste a mi, no significa necesariamente que no sea de tu agrado,a la mayoría de los nobles les suele gustar- erroneamente pensé que seria su caso.
- Ya veo,- vio la copa meditativo-asi que planeabas embriagarme-le miro sorprendida.
- Claro que no-bajo la mirada y decido distraerme con una margarita blanca que esta a mi lado, esta bien, quizás pensé en mejorar su humor y entorpecer un poco su mente para que todo fuera mas sencillo, pero no puedo decirle eso.
- Jajajaja , ahi que ver que eres astuta, a este paso tendré que tener mas cuidado con mi futura esposa- volteo a verle con una esplendida sonrisa y un poco de risa, que mas da, me a atrapado en la jugada.
- ¿Como puedes pensar tan mal de mi?- finjo burlescamente inocencia, con una mano sobre el corazón y agitando mis lindas pestañas.
- Jajaja ¿me equivoco?- parece ser que mi inocente pose le divierte.
-Vale,puede que pensara que seria bueno alegrarte el animo para disculparme, - levanto las manos coquetamente en señal de rendición-pero tu me haces ver como una villana.- y finjiendo molestia jugueteo con los brazos cruzados.
-Oye querida, jamas diría eso de ti, me alegra que quisieras contentarme pero desgraciadamente tampoco me gustan las bebidas alcohólicas, si querías animerme hay otros modos-conociéndolo prefiero no hondar en el tema, su sonrisa picara me dice que no saldré bien parada con este tema, asi que prefiero dar giro a la conversación.
- Quizás después oiga tu lista, primero me gustaría que terminaras de hablarme sobre el tema anterior.
Le veo ponerse tenso nuevamente al mencionar la platica sobre su origen, a dejado toda su picara coquetería, como si le hubiese lanzado un balde de agua helada, le veo tomar aire a mi lado y continua.
-Mi madre era casi una niña cuando conocido al rey Maquele. Era la menor de 6 hermanos y la pequeña niña adorada de sus padres. Ella me narraba que su vida era bella pero sencilla, una típica vida pueblerina, rodeada de inmenso amor y cuidados familiares. Sin embargo todo eso termino mas pronto de lo que ella hubiera imaginado. En un día de crudo invierno como cualquier otro de los que suele haber en whiteterra. Ese dia en especial y pese a la prohibición de su familia desidió salir de casa para dirigirse al bosque colindante para pasear, mientras esperaba el regreso de su padre y hermanos, desconociendo para su desgracia que un grupo de traficante de personas había arribado en la costa de freezquer, su pueblo natal, en busca de nuevas y exóticas mercancías.
Sabia que no era un historia fuera de lo común, pues el trafico de esclavos era un negocio bastante lucrativo en muchísimas naciones, aun asi jamas había oído un caso cercano ya que en mi país la trata de personas se castiga con la muerte para ambas partes del negocio. Por lo que le oi aun mas interesada continuar con su historia.
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LA DAMA Y LA ESPADA
Teen FictionUna dama es cortes, hermosa, refinada, elegante, callada, sumisa, delicada y complaciente. Un caballero es gallardo, varonil, galante, imponente, audaz, fuerte y protector. Ambos son criados desde la mas tierna infancia para encajar en tal rol y des...