15 de Noviembre de 1712

277 27 0
                                    

RHYS

Se habían besado.

No me importaba, o eso quería pensar, porque en el fondo solo quería partirle la nariz a mi hermano.

Miré a Edmond, y le pedí que dirigiese el timón.

Bajé por las escaleras y me recosté en el suelo esperando a que la pelirroja y mi hermano se dignaran a bajar.

Miré la escalera viendo el pantalón negro y la camisa blanca de Nyx.

Su pelo caía por sus hombros y no pude evitar acercarme y esperar a que bajase.

Cuando me vio, me sonrió y siguió caminando, la seguí y cuando vi que se acercaba a la despensa de comida cogí su cintura y la acerqué a mí hasta que su espalda se pegó a mi pecho.

—Nyx, ven.

Ella se giró y me miró con curiosidad antes de sonreír.

—¿Me vas a enseñar algo?

—Es probable.

Cogí su mano y me dirigí hacia la despensa. Esta era oscura, y tenía las rejillas permitiendo que entrara luz.

Llevé a Nyx hasta una de las ventanitas y le sonreí antes de acercar mis labios a los suyos.

Ella no se apartó al principio así que decidí acercarme más a él, haciendo que mi cadera quedase clavada en su abdomen y estaba seguro de que podía notar mi erección.

Oí su gemido, y levanté una de sus piernas, para que se enredase en mi cadera, al movernos, una de las manzanas cayó a nuestro lado y después de esa cayeron un montón más.

—Rhys —soltó una carcajada levantando su cuello. Y dándome acceso a este.

Sonreí sobre su cuello, y la aparté el pelo hacia un lado. Paré en secó al oír la puerta abrirse. Y ambos giramos hacia el proveniente sitio del ruido.

Ryan estaba en la entrada mirando a Nyx, mi mano en su trasero, sus manos alborotando mi pelo.

—Nyx, ¿Vas a dejar que Rhys te utilicé?

Enseguida Nyx me separó y me apartó. Miró las manzanas, y cogió dos de ellas, a la vez las tiró hacia mí, y apenas unos segundos después, otras dos manzanas fueron tiradas hacía Ryan.

—Nyx, para.

Advertí antes de bajar la cabeza para no recibir una manzana en mi cara.

Aprovechando que ahora iba hacia mi hermano, me acerqué y agarré sus muñecas inmovilizándola.

—No sé qué narices hacéis, porque me tratáis tan bien ambos, porque no me aparto cuando me basáis, aun sabiendo que no puedo besaros a los dos, he tenido que huir de mi vida y ni siquiera quería hacerlo.

—Eso es mentira —La interrumpí y recibí una mirada de odio de ambos —fueguito, escúchame.

—No, no quiero escucharos, a ninguno de los dos. Debería estar con mi prometido en una gala, no llegando a España, cuando están en plena guerra.

—Ni si quieras amabas a tu prometido.

—¿Tu que sabes de amar Rhys? Si siempre has mirado por tu propio ombligo, ¿No eras tú el que te tirabas a las chicas y luego las dejabas ahí?

Miré a Ryan con odio, estaba jugando por lo bajo, dejándome a mi mal a propósito.

Mi hermano se encogió de hombros y se acercó, me miró y me apartó, aunque no me fui muy lejos, tuve que soltar una de las manos de Nyx.

Ryan cogió esa mano, y me miró, sabía que quería estar a solas con Nyx, pero no iba a permitirlo, por lo que no hice nada, y me fijé en los ojos verdes de la pelirroja.

—Nyx.

—No quiero hablar con vosotros.

Asentí y separé a mi hermano, era la decisión de ella y yo iba a respetarla. Así que me fui con mi hermano por delante, y aunque no me hizo gracia dejarla ahí, no tuve otra opción.

Cuando salí de ahí pude ver la cara de mi hermano de puro desagrado, pero no me importaba, no quería que Nyx se enfadase con ambos y si lo que quería era espacio para pensar se lo daríamos.

—No te acerques a Nyx, ¿Por qué no entiendes que es la única mujer que me ha mirado como si fuese Ryan, y no el hermano de Rhys?

—¿No me digas que estas enamorado?

—No puedo estarlo aún, pero eso no significa que no quiera.

Puse los ojos en blanco y miré hacia uno de los lados. Mike, Flora, Edmond y Aaron estaban atentos a nuestra conversación, por lo que decidí darle unas palmadas en el hombro a mi hermano e irme de allí.

—Flora, Nyx necesitara hablar con alguien.

Ella me miró y luego miró a Mike, que miraba a todos lados menos a la chica. Al pasar por mi lado, pude oírla refunfuñar algo, pero tampoco la puse mucho interés.

Me acerqué a Mike y este me miró, sus ojos trasmitían culpabilidad, así que decidí preguntar.

—¿Te ha pasado algo con Flora?

Vi como Mike asintió y en apenas unos segundos, todos subimos al timón a esperar que nos lo contara.

—Ayer por la noche, la besé y ella se apartó llorando y se fue a dormir a otro lado.

Fruncí el ceño sin entender a lo que se refería.

—Hoy cuando la he intentado hablar me ha dicho que es mejor que seamos amigos, por el momento, le he dicho que sí, pero realmente no quiero ser amigo de ella.

—¿Por qué no la preguntas porque se fue llorando?

—No sé si lo quiero saber.

Aaron y Edmond tensaron sus hombros y se apartaron.

—Había rumores de que uno de los amigos de su padre, la obligaba a estar con ella, pero él lo negó y Flora dejó de estar por casa cuando estaba él, ella nunca dijo nada, y realmente si lo dijese nadie la creería, él se había encargado de hacer que quedase como un simple rumor de viejas.

Todo se quedó tenso así que decidí girarme y continuar con las manos en el timón, no quería ni pensar lo que ese hombre le podría haber hecho a Flora, y definitivamente no quería hacerlo, porque no podía dejar de imaginarme a Nyx siendo obligada a estar con otro hombre.

No entendía porque la conexión con ella había sido tan rápida, y realmente prefería no hacerlo, porque no quería imaginar cosas que no eran.

Esa noche me tocó guardia con la pelirroja, pero solo nos dirigimos la palabra si todo esto tenía que ver con algo del barco o el camino a España.

Durante los dos últimos días antes de llegar a tierra, Nyx se mantuvo callada, Flora y Mike no se dirigían la palabra, mi hermano intentaba animar el ambiente a la hora de la cena, con vino y pan, y Edmond y Aaron estaban aprendiendo a usar las espadas y pistolas.


Se ha armado un poco, pero no pasa nada.

No olviden votar, compartir y comentar por favor.

Gracias por leerme.

Besos. Los quiero.

Aldara. G

NyxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora