20 de Noviembre de 1712

246 23 0
                                    

RHYS

Llegamos a Portugal, y lo primero que Flora y Nyx hicieron, fue meterse en el agua, nosotros las veíamos desde el barco mientras ellas reían, y hablaban sobre cosas que no llegábamos a oír.

—Nyx, vamos sal, ya —dije mientras Flora lo hacía —es invierno.

Ella bufó y luego empezó a acercarse. La tendimos la cuerda y la ayudamos a subir. Ryan y yo fuimos hasta el camarote junto a ella y la empezamos a secar.

—Te vas a enfermar —dijo mi hermano mientras secaba una de sus piernas.

Ella estaba frente a nosotros, con una de mis camisas puestas.

—¿Por qué te enfadas? —dice ella mientras le mira con la ceja fruncida.

—No me enfado, me preocupo por ti, y no quiero que te pierdas las visita a Portugal.

Ella asintió y cogió la ropa que le habíamos escogido, nos echó de la habitación. Reí antes de darla un beso.

—¿Puedes traerme el peine? —grito desde el otro lado de la puerta.

Estaba en la habitación de Flora, por lo que entré esperando que no hubiese nadie, aunque no fue así, ahí estaban Flora y Mike comiéndose la boca mientras las manos de mi amigo recorrían todo el cuerpo de la chica.

Cuando me notaron, se separaron avergonzados. Yo reí y cogí el peine, lo mostré y hablé antes de irnos.

—No quiero niños corriendo por el barco.

Ellos me fulminaron con la mirada, aunque no les sirvió de nada porque me fui de allí, y se lo entregué a Nyx, que estaba con una camisa grande, junto a una especie de chaqueta o abrigo. Los pantalones largos y se estaba atando unas botas negras.

Se había hecho una trenza de lado y me miró con una sonrisa antes de encoger los hombros.

—Has llegado un poco tarde.

Negué con la cabeza y cogí su mentón para poder besarla, la levanté de los muslos, y ella pasó sus manos por mi pelo.

—Tenemos que ir.

Ella sonrió en mis labios y luego se separó.

—¿Seguro?

Asentí mientras ella seguía besando mi cuello. Negué.

—Vamos Nyx.

La bajé y rodé su mano. Caminamos hasta la borda, donde se encontraban el resto. Ryan nos sonrió antes de tender la madera para que pudiésemos salir.

Estábamos en Portugal, y pensábamos estar unos tres días, y Edmond quería salir a varios bares, por lo que no nos negaríamos ninguno.

Después de estar toda la tarde dando vueltas por Lisboa, decidimos ir de vuelta al barco, para cenar algo, y más tarde salir.

Recorrimos las calles, la pelirroja iba de la mano de mi hermano, mientras yo iba detrás, viendo lo bien que le quedaba ese pantalón.

Cuando entramos en el bar, enseguida nos sentamos en una de las mesas, y pedimos.

Nyx llevaba dos cervezas cuando se levantó y decidió conseguir otra cerveza.

Seguí sus pasos con la mirada, y cuando la vi hablado con el camarero me giré para intente involucrarme en la conversación.

Dejé de reír sobre una de las bromas de Edmond por el codazo que me dio mi hermano. Le miré y señaló a Nyx.

Ella hablaba animadamente con un chico, cogí el vaso con más fuerza y luego a mi hermano.

—Rhys, tranquilo.

Miré a mi hermano, y luego de nuevo a los dos. Nyx intentaba alejarse del chico que claramente, estaba intentando acercarse de más.

Me acerqué con los ojos sin dejar de mirar al chico, toqué el hombro de Nyx, que al verme sonrió.

Volví a centrar la vista en el idiota que miraba a Nyx con deseo.

Me puse entre Nyx y él, y por primera vez me notó. Le mostré una sonrisa, y enseguida entendió la referencia, porque se levantó.

Me giré a ver a Nyx, ella me sonrió y yo cogí sus mejillas y la acerqué hasta a mí boca.

Mordí sus labios, para que los abriera y poder tener acceso a su boca.

La atraje hasta mí y sus manos se aferraron a mi camisa. Se levantó para poder acercarse más a mí.

Me separé de ella, y la miré mientras ella seguía aferrándose a mí.

Me agaché hasta quedar a la altura de su oído y sonreí antes de hablar.

—Vamos.

Cogí su mano y salimos del bar, no tardamos mucho en llegar al barco, mi hermano iba unos metros más atrás, así que no me preocupé en otra de las cosas que no fuese ir a la habitacion junto a Nyx.

Dejé la puerta abierta hasta que mi hermano abrió. Nyx estaba enfrente de nosotros.

Me acerqué hasta su vientre y levanté poco a poco camisa dejando ver su vientre al aire, se levantó hasta que pudimos ver sus pechos.

Yo estaba de cuclillas, y miré como se sonrojaba, y luego mis manos se fueron a su cintura, mientras me levantaba poco a poco para volver a besarla.

Sus manos empezaron a quitar mi camisa y poco a poco la fui llevando hasta que la dejé en la cama.

Bajé su falda con cuidado, dejándola expuesta a los dos. Mi hermano la miró con deseo, y sonreí antes de acercarme a sus muslos.

Abrí sus piernas, y miré a mi hermano.

—Adelante.

Ryan sonrió y vi como mordía con cuidado sus muslos antes de acercarse hasta su centro. Nyx se arqueó, yo me acerqué a sus pechos, y ella acarició mi pelo.

Oí sus gemidos, y sonreí cuando empezó a temblar, la besé acallando sus gemidos.

Cuando me separé sonreí y luego besé a Nyx, mi hermano se acercó hasta la pelirroja y la besó.

Nos tumbamos con Nyx en medio, ella nos sonrió y luego la tapé con una manta.

Cuando me desperté no había ni rastro de mi hermano y Nyx estaba vistiéndose.

Ella se acercó hasta besarme y luego me levantó. Me miró de arriba a abajo y pude ver como se sonrojaba.

Después de desayunar nos decidimos por ver el pueblo, y los tres siguientes días los pasamos así.

Hasta que un día en el que íbamos caminando por la calle junto a Edmond y Mike y vimos a tres guardias pararnos el paso.

—Están arrestados.

Nos miramos, y cogí la mano de Nyx antes de salir corriendo, calle abajo, aunque no llegamos muy lejos porque otros tres guardias nos frenaron.

—No intenten huir.

Noté como un guardia cogía mis manos y las ataba con una cuerda.

Miré a Nyx, podía ver sus ojos llorosos, pero intentó sonreírme, sabía que no quería preocuparme.

Vi como nos llevaron hasta unas celdas, miré a mis amigos, y fruncí el ceño al ver al pirata que nos abordó.

Se acercó y nos sonrío.

—Gracias pelirrojita, me has pagado un nuevo barco. Anda que escaparse de tu casita, por irte a vivir aventuras, que tonta eres.

Gruñí e intenté pegarle, pero uno de los guardias me paró. Suspiré y me senté al lado de Nyx.

Cerré los ojos y dejé pasar el tiempo.

No olviden votar, compartir y comentar por favor.

Gracias por leerme.

Besos. Los quiero.

Aldara. G

NyxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora