Mi Universitaria (Terminada)

¿EL FINAL?

Sostengo el papel con las palabras de Emma, mis manos tiemblan, el pecho se me oprime y con el corazón destrozado leo su carta.

David: Me siento horrible al tener que hacer esto y de esta forma, pero es que no soportaba la idea de la despedida. Todas las veces que te dije que no podía estar contigo, además de ser muy doloroso, también eran ciertas.

No soy de este país, vine aquí a estudiar y a conocer a mi madre, pero mi visa ha caducado, lo que significa que debo volver a mi país.

Mi plan siempre fue estudiar y volver a mi vida de antes. Pero te conocí y el tiempo que pasamos juntos hacía que mis planes de irme fueran más dolorosos. Tenía muchas ganas de quedarme contigo, pero si no me voy me van a deportar y tendría problemas legales. Sin embargo no quiero irme sin que sepas que te amo, me enamoré de ti sin buscarlo y yo también luché con mis sentimientos pero fue en vano, igual me enamoré. No me arrepiento de nada de lo que viví contigo, eres un hombre maravilloso.

Por el momento no me busques, no puedo volver a tu país hasta dentro de seis meses que me puedan otorgar una visa de trabajo y eso si consigo trabajo. Lo más probable es que no vuelva más y no quiero que estés triste. Lamento no haberte dicho nada antes y no haberte dicho que yo también me enamoré y que te amo.

Siempre vas a estar en mi corazón David.

Emma.

Como fui tan idiota como para no saber que ella no era de este país. Mierda. Ese era su secreto, ese era su motivo para no estar conmigo. Y lo mejor, o lo peor ahora que se fue, es que me ama, me ama tanto como yo la amo a ella. No puedo dejarla ir, no así. No sin verla por última vez. No sin decirle que la amo.

Me paro de la cama desesperado, con la carta de Emma todavía en la mano, salgo del departamento y llamó a Carlos, es la única persona que puede ayudarme ahora.

- Profe ¿ya me extrañas? - Responde alegre.

- Carlos, ¿todavía tienes a tu primo trabajando en el aeropuerto? - Le digo a modo de saludo.

- Ehh sí, todavía trabaja ahí, por? - En su voz se empieza a notar su preocupación.

- Necesito un favor, necesito que me averigües si hay algún pasaje a nombre de Emma Mendoza y a donde se va. - Hablo tan rápido que espero que mi amigo me haya entendido.

- ¿Estás hablando de tu Emma? - Es visible el desconcierto en su voz. Pero no tengo mucho tiempo para explicarle todo, no ahora.

- Sí. Se fue y necesito saber a dónde y si puedo impedirlo. - Estoy totalmente dispuesto a hacer lo que sea para impedir que Emma se vaya, si es necesario me voy con ella.

- Pero ¿qué pasó? ¿Pelearon? Creí que estaba todo bien entre ustedes.

- Carlos, no tengo tiempo ahora para explicarte, ¿me puedes ayudar si o no? Estoy yendo al aeropuerto. - Estoy desesperado y no quiero tratarlo mal pero de verdad me urge saber si Emma ya se fue o si todavía lo puedo impedir.

- Por supuesto que te voy a ayudar. Ahora veo que me puede decir mi primo y te llamo. - Dice más tranquilo.

- Gracias amigo. - Cortó la llamada para llamar a Emma.

Emma no me responde y no tengo noticias de Carlos. Lo peor de todo es que ya llegué al aeropuerto. Entró al lugar con la esperanza de encontrarla pero un mensaje de Carlos aniquila mis esperanzas.