Dos días después de la propuesta...
Me siento muy nervioso, el corazón me va a mil, me sudan las manos y no paró de caminar de un lado a otro de los nervios.
- ¿Puedes parar? - Me pide Carlos impaciente.
- ¿Puedes llamar a Jimena y preguntarle por dónde están? - Le ruego, ya deberían estar aquí.
- Están viniendo David. Tranquilo.
- No sé porque permití que viniéramos por separado. - Suspiro frustrado y me aflojo un poco la corbata de mi traje negro.
- Porque no le puedes decir que no a tu mujer. - Se burla Carlos y tiene razón.
Emma me propuso que viniéramos por separado al registro civil porque ya que no nos casábamos por iglesia quería hacer su entrada y claro que no pude negarme.
Ella y Jimena tendrían que haber llegado hace siete minutos, no sé por qué tardan tanto.
¿Y si se arrepintió? No, ella no me haría eso. Volvió por mí, porque me ama y quiere estar conmigo, quiere ser mi esposa. Sí.
Dos minutos después, veo entrar a mi Emma a la sala donde estamos esperando para casarnos y me quedo impresionado con su belleza. Está hermosa. Lleva un vestido blanco corto de encaje que le queda perfecto, su cabello marrón - que ha cortado ayer - lo lleva suelto enmarcando su bello rostro. Su maquillaje es suave y resalta sus ojos, esos bellos ojos que me enamoraron a primera vista. En sus manos sostiene un pequeño ramo de flores blancas. Se acerca a mí con una sonrisa y me pierdo en su belleza.
- Hola amor. - Me saluda y salgo de mi trance.
- Hola... Estás hermosa amor. - La tomo de la cintura y le doy un casto beso en los labios. - ¿Por qué tardaste tanto?
- No tardamos tanto, sólo fueron unos minutos. - Que para mí fueron eternos. Ella me acomoda la corbata y la miro embobado.
- David Heredia y Emma Mendoza. - Nos llaman.
Tomo la mano de mi novia y entramos a la sala junto con Carlos y Jimena que son nuestros testigos. El oficial público del Registro Civil nos pide que nos sentemos y empieza con la ceremonia. Nos dice cuáles son nuestros deberes como esposos ante la ley y después nos pregunta si aceptamos casarnos con el otro.
- Acepto. - Le coloco el anillo plateado de matrimonio en el dedo a mi Emma.
- Acepto. - Me hace feliz escuchar esas palabras de su boca, ella pone el anillo en mi dedo, anillo que no pienso quitarme nunca en la vida.
Firmamos el acta de matrimonio al igual que nuestros testigos. El oficial público nos declara unidos en matrimonio ante la ley y beso a mi esposa. Ella sonríe en mis labios y me siento el hombre más feliz y afortunado del mundo.
- Te amo esposa.
- Te amo esposo.
Nos entregan nuestra libreta de matrimonio, Jimena nos saca una foto a los dos y después otra con el oficial público que nos casó. Emma le pide al tipo que si nos puede hacer una foto a los cuatro para inmortalizar este hermoso momento. Después de las fotos salimos del registro tomados de la mano y más felices que nunca.
Me hubiera gustado tener una boda digna de mi Emma, pero dado que nos urgía casarnos y no teníamos mucho tiempo no nos quedó otra que casarnos en un registro civil y después hacer una pequeña recepción en un restaurante. Me encargue personalmente de reservar una pequeña parte del lugar para recibir a nuestros invitados y tener una hermosa reunión para celebrar nuestra unión.
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Mi Universitaria (Terminada)
Romance¿Creen en el amor a primera vista? Yo era un hombre que no creía en eso, que pensaba que eso no pasaba en la vida real. Pero resulta que la vida te sorprende y me mostró que el amor a primera vista existe. Algunos pasan años buscando a la persona in...