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“Y ahí estaba la más bella casualidad hecha magia…”

….

 …

..

.

Abrió los ojos esa mañana y lo primero con lo que se encontró fue con aquel pequeño y redondo rostro de mejillas sonrojadas cerca de él, tan cerca que sentía lo tibio de su respiración chocar contra su cara.

Embelesado la observó, y con un poco de sorpresa noto que ella realmente era linda, tenía largas y espesas pestañas, una pequeña y respingada nariz, sus pequeños y carnosos labios estaban entreabiertos, dándole una apariencia un poco mona. Tenía su corto cabello despeinado en la almohada y su rostro, con un mechón cerca de su boca.

Suspiro un poco y acercó su mano a aquel rostro blanco como la porcelana de su madre, sus mejillas se veían tan sonrojadas que parecían dos jugosos tomates.

Pero entonces cuando su mano estuvo a centímetro de su rostro aquellos ojos que permanecían cerrados se abrieron, congelándolo completamente.

—¿Sasuke-san?—la escuchó susurrar mientras se restregaba un ojo.—¿Sucede algo?.—pregunto, más el no le contesto, sentía su rostro quemarle.

Ella lo observó unos segundos antes de suspirar y sentarse sobre el frío suelo, observando su alrededor un poco confundida para luego regresar su mirada clara a él.

Sabía lo que diría a continuación.

—¿Por qué…

—Hmph.—la silencio levantándose rápidamente y recogiendo sus gruesos edredones, sin siquiera mirarla.

Se negaba vehemente a responder esa pregunta.

—¿Se cayó de la cama?.—la escuchó preguntar, pero él no contestó y simplemente termino de hacer su cama y salió de la habitación, sin dedicarle ni una mirada al salir, sintiendo su redondo rostro quemarle.

¡Arg! ¡Hinata-baka!

¿Por qué tenía que haber preguntado?

¿Por qué tuvo que haberse dormido?

¿Por qué siquiera sintió compasión por ella?

¡AAAAAAHHHH!

Todo era tan complicado y molesto.

Observó su alrededor un poco confundida y luego el lugar donde previamente había estado Sasuke.

—Esta cálido…—susurro al tocar la zona.

¿Habían dormido juntos?

Naaaah probablemente se había caído de la cama dormido… o quizás no. De haber sido una acción consiente no lograba entender el porque lo hizo, se supone que él la odiaba.

Suspirando se levantó de frío o quizás no tan frío suelo, con calma y paciencia doblo las sábanas y las coloco sobre la cama, por el momento olvidaría lo sucedido, ya luego indagaría en el tema.

…(….)…

Suspirando camino por entre el bosque mientras la buscaba, sabía bien, que no había ido muy lejos, probablemente solo estaba intentando calmar su enojo, el cuál el muy bien entendía.

Solo quería protegerla. Quería proteger lo único que le quedaba, lo único que Itachi no le había arrebatado, y no importaba el precio a pagar el la protegería de quién sea y lo que sea.

—Hinata.—llamo cuando finalmente la encontró.

Ella no volteó, pero por la leve tensión en sus hombros supo que lo había escuchado. Suspirando camino hasta ella tomando asiento a su lado.

No dijo nada y solo observó el pequeño riachuelo donde ella mojaba sus pies.

—Yo me quedaré contigo…—susurro de pronto haciendo que dirigiera su oscura mirada a ella.—Eso fue lo que prometí aquella noche antes de huir de Konoha, sabía que el camino sería difícil, estaba consciente que nuestra vida estaría en la línea muchas veces, pero no me importó, yo quería estar junto a Sasuke-kun porque deseaba protegerlo, y eso haré, te protegeré de cualquier peligro, así tenga que dar mi vida por ti, lo haré sin dudar…—susurro dirigiendo su clara y brillante mirada a él.

—Cuidare y protegeré de ti Sasuke-kun…—susurro cogiendo con sus pequeñas y suaves manos su rostro.—Cuidare de la persona que amo.—y finalmente unió sus labios a los suyos en una suave caricia.—Te amo Sasuke-kun…

—Hinata…

—No es necesario que digas nada, yo lo sé.—lo interrumpió ella sonriendo tristemente antes de besar nuevamente sus labios.

CondenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora