“La soledad es mejor cuando se es compartida”
…
..
.—E-era la mejor o-opción…—la escuchó susurrar, con su suave voz haciendo eco en las paredes.
No habían dicho palabra alguna desde que huyeron de Itachi, ella simplemente le dio su espacio esperando a que la ira, la impotencia, el dolor y la adrenalina en su cuerpo menguaran un poco su intensidad.
Ni siquiera la culpaba por haberlo hecho huir de su hermano, pensándolo con cabeza fría había sido la mejor opción, el aún no era rival para Itachi, mucho menos aún para Kisame, huir con el rabo entre las patas había sido humillante pero esa humillación aún lo tenía con vida, esa humillación hacia que Hinata todavía respirara.
—…Lo sé.
Porque esa noche maldita en la que todo se destruyó para ellos había sido la noche en la que juro ante los cadáveres de su familia, protegerla con su vida… pero quizás en el camino no había mantenido muy bien esa promesa, la vida que la estaba haciendo vivir no era la de una persona de su clase, ella merecía más, mucho más que ser solo una kunoichi desertora.
—Hinata…
—No lo haré, S-Sasuke-kun.
Y pese a que él no termino siquiera la oración ella contesto de la misma forma en la que lo hacía siempre.
Sus suaves pasos resonaron en el silencio de la cueva, y a él no le sorprendió sentir su pequeño y delgado cuerpo a su lado, no le sorprendió sentir sus manos abrazar su torso, tampoco le sorprendió sentir la paz y tranquilidad que aquella muestra de afecto causaba en él, era simple él la amaba, la amaba con todo su ser, por eso no se podía dar la opción de perderla.
—Fue mi d-decisión…—susurro junto a él sin separarse ni un poco.
—¿No te arrepientes?—preguntó con la mirada en la nada, imaginándose cómo sería la vida de ella si nunca la hubieran condenado a estar junto a él, y lo que imaginó le apuñaló el corazón.
—No, j-jamás me arrepentiré, le prometí a M-Mikoto-san cuidar de Sasuke-kun.
Y la sola mención del nombre de su madre hizo que su corazón nuevamente doliera. Pero no dijo nada, solo asintió en silencio, agradeciendo su compañía.
…
(De vuelta al pasado)
Entro a su hogar con la furia, la vergüenza y la humillación bullendo dentro de él, como lava a punto de salir de un volcán en medio de una erupción.
La detestaba, odiaba a esa torpe niña con todo su ser, era simplemente patética, ella deshonraba al apellido Uchiha. Recordar sus lágrimas y sus súplicas hacia que todo su cuerpo se calentará en rabia y vergüenza, recordar como aquél estúpido viejo les cerró la puerta en la cara causaba en él un resentimiento inimaginable.
Furioso se descalzo sus sandalias y sin esperar a más, corrió en busca de su progenitora, ella lo tenía que ayudar, ella tenía que hacer que cancelarán ese estúpido matrimonio, él no podía seguir toda su vida condenado a permanecer junto a ella, a ser familia de esa cosa de ojos perla.
—¡Oka…
Pero cualquier cosa que hubiera estado a punto de decir murió en el momento en el que sus desarrollados oído escucharon la voz de su padre, por su cuerpo corrió un escalofrío y rápido y sin perder tiempo se escondió, curioso de la conversación que ambos tenían, quizás si tenía suerte podría averiguar lo que había sucedido la vez anterior entre su padre y su hermano.
Escondiéndose tras una pared agudizó más su oído.
—No confío en él.—susurro su padre, sorprendiéndolo al oír su tono de voz frío y cansado uno totalmente contradictorio teniendo en cuenta que cada vez que hablaba de Itachi siempre lo hacía con orgullo y prepotencia.
Asomando un poco su cabeza los observó, su padre estaba sentado recostado en la mesa del comedor mientras su madre lavaba platos, dándole la espalda.
—Se paciente Fugaku-kun, quizás solo está pasando por una etapa, sabes mejor que nadie que Itachi se debe al clan, él no lo traicionará.
¿Traición? ¿A quién traicionaría su hermano? ¿Qué era realmente lo que estaba pasando?
Ansioso por saciar su curiosidad espero a que la conversación continuará.
—Ellos nos tienen vigilados, esa niña solo es otra forma de mantenernos sosegados.—susurro su padre, pero ¿Acaso se estaba refiriendo a la torpe de Hinata?.—Ella…
Pero antes de que siquiera pudiera terminar de escuchar la oración de su padre una mano grande y gruesa le tapó la boca y lo agarro fuertemente por el abdomen, inmovilizándole las manos.
Retorciéndose como gusano batalló inútilmente por zafarse de aquél agarre pero no tuvo éxito, su captor lo llevo de hasta el jardín principal, en donde una Hinata con los ojos totalmente abiertos a más no poder lo observaba.
Las manos grandes lo soltaron de golpe haciendo que golpeara sus rodillas en el pasto, furioso y confundido volteo su rostro solo para en contarse con el mortalmente serio de su hermano.
—Deberías dejar de meter tu nariz en asuntos que no te convienen Sasuke.—aconsejo su hermano sin cambiar su expresión, él por el contrario lo observaba entre sorprendido, asustado, confundido y un poco molesto.
Siempre era así, siempre de una u otra manera todo en esa casa giraba en torno a Itachi y su padre, siempre lo excluían, como si él fuera un desconocido, como si él fuera aún peligro para lo que sea que ellos tramaban.
—¿¡Por qué!? ¿¡Por qué nunca puedo saber nada, porque me apartan!?—grito con impotencia.
Su hermano por el contrario solo lo observó de una extraña manera.
—Por qué alguien como tú no lo entendería.—susurro su hermano con cansancio pasándose una mano por el rostro y alborotando su fleco, antes de darse la vuelta y dar por terminada la conversación.

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Condenados
Fanfiction-Ya no perteneces al clan Hyūga.-declaro el patriarca Hyūga -Eres una Uchiha.-intervino una tercera persona, haciendo que la mirada de todos se dirigiera a él. Uchiha Itachi miraba a la menor con algo parecido a la culpa y lástima.