La Malquerida 2014 - Un final diferente

Acacia

Cuando Acacia regreso a la Benavente, se sentía convencida de haber hecho lo mejor. Con Esteban lejos, ella podría olvidarse al fin de eso que sentía por él y con el tiempo volvería a enamorarse de alguien más o incluso hasta podría regresar con Ulises si lograba que él la perdonara, si... eso era lo mejor.

Su mama nunca sufriría por su causa y poco a poco todo lo ocurrido con Esteban, el recuerdo de sus besos y sus caricias irían perdiendo intensidad.

Los primeros días fueron buenos, se sentía libre. Ya iba dejando atrás la sensación de temor por encontrarse a Esteban acechándola en la Hacienda o en el Soto y eso la tranquilizaba ya que los últimos días habían sido de mucho estrés por tener que estarse cuidando para que nadie los viera juntos.

Cada vez que sonaba su celular, brincaba  asustada temiendo que fuera una llamada o un mensaje de Esteban, pero pasaron los días y eso no ocurrió.

Salía con Manuel a comer o a cenar y otras veces iban con German y Lizzi a algún lado en la noche y se divertia, aunque no dejaba de mirar alrededor esperando encontrarse a Esteban viéndola desde alguna esquina, hasta que empezó a comprender que esta vez Esteban en verdad se había ido y que no iba a buscarla como lo hizo antes.

A las 3 semanas ya no se sentía animada cuando Manuel la invitaba a salir, se dijo a si misma que era porque extrañaba a Ulises, ya que veía a Manuel como un amigo nada más, y decidió a recuperar su relación con Ulises. Le platico a Cristina, a Luisa y a Alejandra quienes la felicitaron y la alentaron a intentarlo con todo el ánimo.

Al principio Ulises no la quería escuchar, seguía muy resentido con ella, pero después de algunos intentos de Acacia, Ulises acepto ir a tomar un café y platicar.

Ulises la quería igual que antes y por eso seguía tan dolido, por lo que Acacia hizo y dijo cuándo declaro en su contra, pero no podía negar que siempre tuvo la esperanza de poder arreglar las cosas con ella y volver a ser novios como antes de que tuvieran tantos problemas.

Acacia se sentía nerviosa porque no sabía que iba a pasar, quedaron en verse en el café donde se conocieron. Ella llega un poco antes y mientras espera, empieza a recordar que en ese mismo lugar que Esteban y Ulises discutieron y con la mirada perdida, sus pensamientos se pierden entre recuerdos.

Su mente viaja al día que Cristina y Esteban se pelearon muy fuerte por culpa de Héctor... El mismo día Esteban la beso por primera vez y ella correspondió el beso.

No se da cuenta que esta llorando sentada en medio del café, tocándose los labios, viendo al vacio recordando lo que sintió cuando Esteban la tenía fuertemente abrazada, apretando su boca contra la suya.

Ve llegar a Ulises, se limpia las lágrimas e intenta alejar esos pensamientos que por unos días la habían dejado en paz.

Ulises le sonreía aunque cuando le vio los ojos enrojecidos le pregunto que si había estado llorando, ella le respondió que sí, que estaba recordado como fue que se conocieron en ese lugar y le dio emoción.

Estuvieron recordando cosas de su noviazgo, cuando Acacia quiso volver a disculparse por lo injusta que había sido con él, Ulises le dijo que prefería no hablar de eso y olvidarlo, que ya estaba en el pasado y que poco a poco perdería importancia, que lo importante era que estaban ahí los 2 juntos y que lo hacía feliz verla porque no había podido olvidarla, la seguía queriendo como antes.

Acacia se sintió muy aliviada de escucharlo decir eso, imagino que siendo así, podría superar más rápidamente lo que paso con Esteban y terminaría por olvidarlo, que con la compañía de Ulises algún día lo que sintió por Esteban quedaría borrado.

Decidieron salir del café y dar una vuelta por el Soto para visitar lugares donde les gustaba ir juntos cuando eran novios, pero conforme pasaba el tiempo Acacia se sentía cada vez más melancólica, los lugares a donde iban o por donde pasaban, le traían recuerdos de Esteban, recordándole cosas que él le había dicho o que habían hecho juntos en esos mismos lugares.

Ulises dándose cuenta que algo le ocurría, le pregunta si es que se siente bien. Acacia le dice que sí, solamente es que está emocionada por volver a estar juntos y se siente contenta pero a la vez algo extraña. Ulises piensa que es normal, después del tiempo que pasaron sin verse y por los malos entendidos que hubo.

Ya entrada la noche, Acacia y Ulises van a un pequeño restaurante donde se sientan en una mesa apartada, Ulises decide terminar de reconquistarla y viéndola a los ojos, se acerca a ella y la besa.

Acacia corresponde al beso y pasados unos segundos, comienza a poner sus manos en el pecho de Ulises, primero suavemente, pero de pronto comienza a empujarlo violentamente alejándolo de ella, Ulises asombrado ve como Acacia se limpia la boca con la mano mientras le grita: "Déjame! Nunca vuelvas a tocarme. Lo intente Ulises, te juro que lo intente pero no puedo dejar de pensar en él, no quiero dejar de pensar en él"

Y sale del lugar dejando a un Ulises totalmente estupefacto.

Acacia siente nauseas, apenas puede reprimirlas. Sentir la boca de Ulises en la suya fue algo chocante, repulsivo, al recordarlo vuelve a sentir un fuerte espasmo y tiene que detenerse y recargarse en la pared para respirar y no volver el estómago.

Fue tan diferente al aliento de Esteban, tan distinto el sabor, la sensación, la reacción de su cuerpo al simple contacto.

Acacia comienza a llorar en plena calle, es un llanto que la hace estremecer, la gente que pasa a su lado se aparta, Acacia ni cuenta se da porque tiene los ojos llenos de lágrimas.